Me ha pasado y sí es un maltrato
Hola cariño. Yo pasé por lo mismo. Le conocí con 16 años y a los 18 me quedé en estado.
Me insultaba desde el primer momento: "payasa, estás loca, niñata de mierda...". Pero otras veces era cariñoso y comprensivo. Yo, que he sido niña maltratada en mi infancia, soporté todo aquello porque lo veía normal. Es decir, hasta hace unos años, no reconocí que sufrí maltratos en mi niñez. Creía que era algo normal. Y por eso también veía normal su trato hacia mí. He pasado toda una vida sintiéndome una mierda.
Cuando me quedé en estado, nos fuimos a vivir juntos y aquello fue un calvario. Si te fijas, todos los maltratadores tienen el mismo rasgo en común: intentan hacerte sentir una inútil.
A mí me buscaba la vuelta por cualquier cosa; todo lo hacía mal. Por ponerte un ejemplo, hubo una época en que estaban de moda unos adornos en forma de mariposa que se colgaban en las paredes. Yo tenía dos mariposas colgadas en el pasillo. Pues él era capaz de pasar cada día por el pasillo rozando la pared a conciencia, para tirar las mariposas al suelo y tener un motivo de discusión."Esta mierda de mariposas que has colgado se me enganchan a la ropa!!", y las cogía y tiraba al suelo con rabia, hasta que acabé quitándolas.
En varias ocasiones me cogió del cuello y me empotró contra la pared. Los empujones e insultos eran diarios. Las puertas de casa estaban todas agujereadas por sus patadas.
Cuando empezó a trabajar,obligado por mi estado de embarazo ya que yo ya no podía,y acostumbrado a ser un "buscavidas", la presión que él sentía era tan grande, que los maltratos fueron a más.
Según él, yo no servía para nada, no limpiaba bien, no hacía la comida bien... no dejaba que mi madre viniera a verme. Quería tenerme en casa sola.La habitación del niño, la pinté y preparé yo sola, igual que el resto de la casa, con la ayuda de mis amigas que venían a escondidas.
A él ni le hacía ilusión que naciera su hijo, ni se preocupaba por nada. Incluso creía que por el simple hecho de que ahora él trabajaba y yo no, tenía derecho a humillarme, a tratarme como si fuera una vaga y que él trabajaba fuera de casa.
El niño nació con problemas de cólicos y ni el niño ni yo dormíamos a penas. Tal vez un par de horitas diarias. Porque cuando él se levantaba para ir al trabajo, si yo me quedaba durmiendo me llamaba vaga, inútil, etc. Por este motivo me levantaba antes que él para que me viera haciendo cosas. Durante todo el día,limpiaba la casa de arriba a abajo, me ocupaba del niño, hacía la comida, planchaba... todo lo que se hace en una casa pero exagerado. Mi amiga que venía a verme a escondidas, me decía: qué haces limpiando de nuevo las persianas?, ya lo hiciste ayer, esto no hace falta hacerlo cada día!.
Pero yo sólo sentía que debía hacerlo para que él viera que no estaba parada ni un momento.
Incluso a veces él llegaba y ponía la mano encima del televisor para notar si estaba caliente y echarme bronca si había estado viendo la tele. Según él, si mientras él trabajaba no veía la tele, yo tampoco debía hacerlo. Me decía que seguro que estaba tirada en el sofá sin hacer nada. Incluso en el hospital recién dada a luz me machacaba psicológicamente por cualquier tontería. El día que salí del hospital, le pedí a mi madre que me trajera por favor la espuma moldeadora del pelo, y él me lió un pollo sólo por eso. Me decía que si realmente era tan necesaria la espumita, que si no podía pasar sin ella para salir a la calle. Todo esto gritando, pero asegurándose siempre de que no hubiera nadie delante.
A los tres meses de nacer mi hijo, decidí que ese no era el ambiente idoneo para criarlo, y me fui. Con mi hijo en su mochilita y una mano delante y otra detrás.
Pasé muchas penurias hasta que encontré un trabajo y pude pagarme un alquiler. No me atrevía a volver a casa de mi madre por vergüenza.
El no quería ver al niño. Empezó a desentenderse de él y no me daba ni un céntimo para ayudarme a criarlo. Me decía que no me iba a dar ni un duro para que me lo gastara yo. Le dije entonces que por qué no compraba al menos un paquete de pañales y tampoco lo hizo.
Me amenazó varias veces con quitármelo. Decía que yo estaba loca y que alegaría eso para quitármelo. Me metió tanto miedo que nunca lo denuncié. Sólo seguí con mi vida hasta que un día desapareció por completo. Hoy hace 10 años de eso. El niño no lo conoce.
Soy feliz, tengo un marido que nos quiere a mi hijo y a mí, y tenemos otro niño de 4 años. Pero siempre viviré con el miedo de que él vuelva exigiendo al niño.
No cometas tú el mismo error y denunciale YA. Primero, te diré que si ahora te trata así, NO VA A CAMBIAR. En todo caso, irá a peor hasta que un día al levantarte la mano te pegue.
Tu hija no merece vivir en ese ambiente. Por favor, no aguantes más. Si lo denuncias, tendrás esa carta a tu favor en caso de que él alegue que no estás en condiciones psicológicas para criar a tu hija. Eso será bueno para conseguir la custodia de tu hija. Y no creas que si lo denuncias estás haciendo algo malo. Te está maltratando, te está humillando y te está amenazando. Si no lo denuncias, tendrás las de perder.
Hazlo antes de que sea demasiado tarde y sea él quien se mueva primero. No dudes en divorciarte. Que no sea una amenaza. Esta vez, hazlo de verdad. Él no te quiere, y necesita ayuda psicológica porque es un maltratador. Y tu hija y tú no podéis convivir con una persona así. Hazlo por tu hija.
Un besote y muchos ánimos.
Mostrar más