En verdad os digo que el adiós no existe:
si se pronuncia entre dos seres que nunca se encontraron, es una palabra innecesaria;
si se dice entre dos que fueron uno, es una palabra sin sentido;
porque en el mundo real del espíritu, sólo hay encuentros y nunca despedidas,
y porque el recuerdo del ser amado, crece en el alma con la distancia,
como el eco en las montañas del crepúsculo.
Kahlil Gibran en "El Profeta"