Se acabó...
Ver también
Dejalo ir
He leido tus posts y me parece que lo mejor que pueden hacer ambos es no hacerse mas daño, es claro que el tambien tenia intenciones de irse hace algun tiempo, ¿entiendo que esta fue la razon por la cual se terminaron las cosas?
Me parece que lo mejor que podes hacer es trabajar en ti misma, me parece que tenes mucho miedo al abandono y tendes a idealizar al pibe y al mismo tiempo a satanizarlo. Esta situacion la vimos en mi familia y la pobre chica estaba fatal, a ratos la pareja era lo mejor del mundo y al otro dia era peor que el tapete.
¿Reconocés alguno de estos sintomas? http://www.psicologosoviedo.com/trastornos/caracteristicas-trastorno-limite.php
si ves algo, te recomiendo que visites un psicologo ahora que el pibe no esta, para que te ayude con estos problemas, seguramente el no te hubiera dejado ir y es importante para que en el futuro tengas relaciones saludables.
Un abrazo flaca todo andara bien.
Gracias por tus ánimos
Hola, muchas gracias por los ánimos 
. En verdad la relación no se acabó porque él se quisiera ir. Él siempre siempre se iba, pero para dejarme sola, porque sabía que eso me hacía daño, porque como bien has dicho, tengo un problema enorme, que es el miedo al abandono. O lo tenía. Porque él me lo creó, porque tras las palabras hermosas, las promesas de amor eterno, tras haber irrumpido en mi vida como un huracán, enamorarme como a una ... tras eso, a la mínima que hacía o decía que no era exactamente como él quería, automáticamente me decía que se iba para siempre, que me abandonaba, que yo no era la mujer que él había pensado, que era terrible e imperdonable todo lo que había hecho (como podrás entender, yo aún no sé qué era aquello tan terrible que tanto hacía), tras hacerme tremendamente feliz con palabras, abrazos y besos un segundo, me insultaba, maldecía y humillaba al segundo después, y siempre sin excepción me amenazaba con irse, y lo hacía, empezaba a hacer su mochila para según él irse para siempre.
Sabía cuál sería mi reacción, sabía que yo suplicaría, lloraría, rogaría que no se fuera, y le gustaba. Disfrutaba con mis ruegos, me manipulaba para que me pusiera así, y así reafirmar su magnificencia, su superioridad y sobre todo, su bondad si tras mis ruegos se quedaba. Me aisló prácticamente de todo mi entorno durante el año que estuvimos juntos, cada vez que yo quería ver a una amiga, por supuesto sólo para almorzar, me hacía sentir culpable por abandonarle, porque para él estar conmigo era suficiente, pero "se veía que para mí estar con él no lo era," y eso por supuesto me hacía un ser miserable, desagradecido e inmaduro. No podía salir tranquila más que al supermercado, y si tardaba cinco minutos más de lo normal ya era que me estaba viendo con otro. Me creó tal dependencia de él, no paró jamás de repetirme que nunca volvería a encontrar nadie como él, me aisló de tal manera, que él se convirtió en mi único mundo, y por eso sus amenazas de abandonarme me hacían tanta mella.
Por eso te puedo decir que él no tenía ninguna intención de irse, sino sólo de manipularme y que fuera detrás de él, sólo quería reafirmarse, jugar conmigo para así sentirse mejor consigo mismo. Ver cómo sufría por la amenaza de su marcha. Y sí, tienes razón en que tiendo a idealizarlo, mi cerebro me hace jugarretas y muchas veces me sorprendo sintiéndome mal por cómo acabaron las cosas, pensando en los momentos hermosos... aunque me basta con hacer el esfuerzo de pensar en el momento anterior o posterior a ése, y ver que siempre hubo algo malo. Que ni un sólo día hubo felicidad absoluta. Y así poco a poco lo voy superando, abriendo los ojos a la realidad que fue nuestra relación, un cúmulo de ilusiones maravillosas de una vida que prometía ser prefecta pero que nunca fue, ni habría podido llegar a ser verdad.
Me he dado cuenta de que soy una mujer terriblemente fuerte, estoy saliendo de esto y superando la dependencia psicológica tan terrible que tenía de él yo sola, ya que los psicólogos en el país en que vivo son terriblemente caros. Gracias a Dios estoy rodeada de gente que me adora, que me quiere de verdad, y que no me dejan caer, y la razón está de mi parte, ya que todas mis relaciones anteriores a él fueron sanas. Tienes razón con lo de que necesito acudir al psicólogo, pero sobre todo para volver a ser quien era, para superar los traumas que se me han creado, porque a pesar de lo que él intentó hacerme creer tantas veces, ni estoy loca, ni tengo problemas psicológicos, ni soy una mujer inestable. Mi problema psicológico era él.
