Vamos a ver: cuando mi novio quiere defecar, me pongo con la boca en su ano, y él aprieta muy muy despacio, para que salga solo un trocito de hez (más o menos 2 ó 3 cm). entonces le chupo ese trozo, o mejor, lo cubro, sin tocarlo apenas, con mi boba). El placer es muy intenso, ya que él siente un morbo especial en esa mezcla de dolor y placer que le supone aguantar las ganas de defecar, y yo tocando con la boca pero sin tocar. Cuando finalmente defeca, aparto mi boca, y siento cómo me chorrean los flujos al verle caer esos trozotes gordos y orondos de heces.
¿A alguna más le pasa? ¿Conocéis alguna práctica similar? Gracias amigas.