Hola a todas!! Os voy a hablar de un tema que es más viejo que el andar pa'lante, pero sólo quiero desahogarme un poco...
Hace dos años me fui a vivir a otra ciudad (a 600 km de mi ciudad) por una beca. He estado dos años allí, y justo a mitad de la estancia conocí a una persona de la que por primera vez me enamoré locamente, a él le pasó lo mismo conmigo (nuestras anteriores historias no fueron bien). Viendo las historias que corren por este foro, diré que no somos dos chiquillos: superamos ya la treintena.
Pues bien, a los 6 meses de relación aprox. empecé a temer que si no encontraba trabajo después de terminar la beca, al no tener como mantenerme, teniendo que pagar alquiler y demás gastos, me iba a tener que volver a la casa familiar. Luché con uñas y dientes por encontrar un trabajo, pero llegó el fin de beca y no hubo manera (maldita crisis), y huyendo de quedarme todo el verano parada en casa de mis padres, donde no me encuentro muy bien, gané otra beca y me fui 3 meses al extranjero, también por ver si fuera estaba mejor el panorama laboral (a esta edad uno no se puede quedar en casa esperando un trabajo).
Él se ha estado esforzando, ha venido a verme al extranjero... ya llegó el fin de esta otra beca y decidí volver, con la idea de darle otra oportunidad a la búsqueda de empleo en la ciudad en la que él se encuentra, aunque sintiéndome frustrada y presionada por tener que centrarme en dicha ciudad, intentando trabajar en cualquier cosa que salga, a pesar de tener un "perfil muy alto", por estar cerca de él y poder irnos a vivir juntos por fin.
Llevamos año y medio juntos, de los cuales ya 4 meses a distancia. Es curioso lo que me está pasando, porque lo quiero con locura, por primera vez me siento con ganas de compartir mi vida y de vivir con alguien, despertarme cada día a su lado sería un regalo, y sé que él lo está deseando (ya me está haciendo hueco en su apartamento). Y sin embargo... me siento muy frustrada por tener que irme expresamente adonde está él. Yo adoro mi ciudad y llevo más de dos años fuera, y ahora que estoy aquí porque estoy en desempleo, me estoy volviendo a acostumbrar a esto y es un lugar que me encanta, y al que no le estoy dando una oportunidad por irme con él. Tampoco me he quedado en el extranjero, por él. Además de que me encantaría quedarme a vivir aquí, me ocurre también que me he esforzado mucho durante toda mi vida, tengo estudios superiores, experiencia en muchos ámbitos, hablo varios idiomas... y vale que sea un mal período, pero tener que conformarme con lo que haya por estar con él, me escuece en mi orgullo como profesional.
Por otra parte, sé que separados no nos va a ir bien, en los meses que llevamos lejos discutimos más, sin embargo cuando estamos juntos la vida es mucho más fácil.
No quiero dejarlo escapar, una persona como él no es fácil de encontrar. Pero no me siento a gusto conmigo misma por tener que centrar mi carrera hacia donde esté él.
Realmente me siento una mala persona, o al menos mala novia. Miro a mi alrededor, muchas de mis amigas han hecho esto mismo y parecen no habérselo planteado tanto como yo (aunque cierto es que nunca más han vuelto, se han quedado en el destino, ya sea con él o sin él, porque las cosas no siempre salen bien... y yo temo no volver más a mi tierra). Me siento egoísta y fría.
Lo gracioso es que justo ahora que no he iniciado todavía la búsqueda de empleo, me ha surgido una entrevista en la ciudad donde está él, y donde estaba yo, la semana que viene, y si todo va bien, en un par de semanas estaría viviendo allí de nuevo. Problemas? Acabo de volver del extranjero, estoy en mi tierra y no me veo con energías de volver a mudarme tan pronto. El trabajo me obligaría a madrugar muchísimo y echar mis días completos en él, lo que no me permite llevarlo "con más alegría", cosa que necesitaría ya que se trata de un trabajo que además no me gusta en absoluto. La ciudad ni siquiera me entusiasma.
Estoy a una semana de la entrevista, y a 15 días de la posible incorporación, y en lugar de estar ilusionada, me siendo angustiada, estresada y deprimida. Quiero estar con él, pero me doy cuenta de que no quiero mudarme de nuevo, y de que no quiero hacer ese trabajo.
¿Es esto normal???