En respuesta a an0N_563143599z
Es arriesgado generalizar
Verás, no dudo de que haya mujeres que sean maltratadas (la humillación más simple es un maltrato)y, pese a estar la decisión de romper en sus manos, no lo hacen. Pero creo que es arriesgado generalizar y, mas aun, peligroso decirle a una mujer maltatada que lo suyo es un "síndrome". Ten en cuenta que, antes del maltrato hay un largo trabajo psicológico por parte del maltratador (las primeras humillaciones, que son demasiado subjetivas para que una pueda tomar una decisión radical) dedicado a convencerla de que es... puedo citarte lo que a mi me dijeron: neurótica, paranoica o incluso esquizofrenica. También hay detrás una educación, arraigada en esta cultura, que induce a la mujer a tolerar las cosas hasta cierto punto, sin dejar específicamente claro cual es el punto en cuestión, si no se trata de un claro bofetón. Cuando llega la primera humillación claramente identificable, una ya no es más que una ruina humana.
Decir a la mujer maltratada que padece un síndrome la puede acabar hundiendo. Lo que se padece es una depresión tan tremenda que es muy dificil reunir fuerzas para salir de ahí, ya que de hecho no se quiere ni vivir ya.
Quiero decir con esto que el origen del maltrato, humillación, etc, nunca está en la víctima, sino en quien lo comete.
Yo era una de estas personas que juzgaba a las mujeres que permitían que esto les sucediera, pero ahora sé que no es cosa de personalidad de una, que nadie está a salvo. Al contrario de lo que cuentas sobre el libro, yo nunca me sentí culpable por su comportamiento y... ¿sabes qué? mi entereza en este aspecto provocaba más maltrato todavía. Allí es cuando se enfurecía de verdad. Tampoco le amaba "demasiado", y ese era un problema: yo necesitaba espacio para mi, para ser yo misma, no un simple mueble auxiliar en su vida ¡inadmisible!. Vaya, que creo que si uno de los dos tenía algún tipo de síndrome, ese era él.
No te negaré que tras la ruptura sí que aparece algo parecido al "síndrome de Estocolmo", algo que te impide odiar y una absurda dependencia que antes de conocerle no tenías. Pero esto llega después.
Te digo una cosa, acudí a una psicóloga también, pero no se molestó en comerme el coco, porque veía lo claras que tenía las ideas a lo largo de los muchos meses antes de irme de casa. Me apoyó mucho, pero no me dijo nada nuevo, porque yo se lo decía primero. Igual que te destruyen poco a poco, a ti te toca reconstruirte poco a poco antes de marcharte. Mi psicóloga sabía esto (por algo trabaja en el Insituto de la Mujer), y me dejó hacer.
En resumen, no generalicemos ni juzguemos, las circumstancias de cada historia son diferentes y si yo tuviera que hablar mañana con una mujer maltratada, sea en el grado que sea ese maltrato, lo primero que le diría es que quien tiene un problema es él. Y también que... es ella la única que puede saber cuando es el momento de dejarle, porque hay que ser muy fuerte para dar este paso.
Bueno, seguro que en el libro las cosas están explicadas también desde mi punto de vista. Solo me alarmé al pensar que alguna mujer maltratada leyera esto y puiera confundirse y pensar que es ella misma el problema. Sería mejor decir que ella misma es la solución.
¡¡que demencia!!
Tu comentario sólo me produce el más profundo desprecio, yo seria incapaz de hacer el amor con alguien así (y mucho menos ... siguiendo tu linea de conversación)...
Los hombres como tu no merecen tener una mujer al lado.
No merecen ni reproducirse esperando que vuestros genes desaparezcan de una humanidad cada vez más evolucionada.
Sobrais porque no habeis descubierto la esencia de una relación igualitaria aunque no perfecta.
