Buenas tardes a todos,
Me he inscrito a este foro para desahogarme y sacarme algo de esta pesadez y esa que tengo. Antes que nada pido disculpas por lo extenso del mensaje.
Soy un hombre de 41 años, siempre fui muy tímido con las mujeres, bueno en realidad no con todas, sino con las que me gustaban y quería entablar relación. Si acaso en toda mi vida me interesé realmente por dos chicas, la primera formó un torbellino en mi vida; un agujero negro que me absorbió por completo y del cual me fue muy difícil salir y que me llevó a hacer cosas que me hicieron traicionarme a mí mismo y de las cuales no estoy orgulloso.
Yo creí que no saldría de la depresión que tenía, hasta hace dos años. Conocí a mi lindo angelito de arequipe, me movió el piso instantáneamente, a pesar de que me interesó muchísimo, se alejó de mí, desafortunadamente como no tuvimos mucho contacto no pude encontrarla otra vez, o por lo menos eso creí hasta hace seis meses que por casualidad la volví a encontrar; vagamente se acordaba de mí y me propuse no volver a perderla. Es una modelo de eventos, preciosa con una sonrisa encantadora y una forma de ser alegre y bella. Viví cuatro meses a un ritmo frenético con ella, queriendo recuperar todo el año que estuvimos lejos: me contó su vida, le conté la mía, era totalmente feliz a su lado, llegué a ser otro, hacer cosas que nunca había hecho: dedicar canciones, componer poemas, malos pero con todo mi corazón, hice un collage con sus fotos incluso íntimamente estaba dedicado completamente a ella pues dentro de mí no había forma de decirle no. Mi corazón se llenó de esperanzas un día después de visitarla cuando preparándome para irme oí tras la puerta como le decías y repetías a su amiga lo amo y yo decía para mis adentros y yo a ti
Aunque me resistía, el gusanito de la duda me hacía pensar mucho, porque a pesar que diariamente hacía todo lo que en mi estuviera para hacerla sonreír y hacerle agradable el día y que llegara a dormir con una sonrisa, la notaba distante pero eso me hacía redoblar esfuerzos: llevarle el chocolate que tanto le gustaba cuando iba a verla, conversar con ella hasta altas horas de la noche aún sabiendo que yo solo tendría pocas horas de sueño, me olvidé completamente de mí, del mundo, de la prudencia, habría hecho cualquier locura que me dijera solo para ver su sonrisa, nada mas me importaba; pero como comentaba, ese maldito gusanito de la duda no me dejaba en paz, me preguntaba por qué ella no tomaba la iniciativa en los mensajes, por qué no hacía lo mismo y me mandaba canciones o algo así.
Cierto día, luego de una semana de reunir todas mis fuerzas y no contactarla; me escribe preguntando si estaba enojado, le respondí que estaba muy triste porque no sentía en ella un interés hacia mí, y me propuso reunirnos para conversar; con el alma en las manos fui a verla, me sentía ansioso y llegué una hora antes de la cita; conversamos, lo que me dijo me dolió pero me hizo caer en la realidad: me dijo que en el momento no quería mas que tener una relación de buenos amigos conmigo, que a estas alturas de la vida solo le interesa salir adelante por ella y por su hijo, aunque abatido y pensativo le dije que entendía su situación y seguir sus condiciones.
Yo seguía diariamente mandándole mensajes de cariño, canciones, y ella también respondiendo como siempre cordial pero distante, pero mi alma murió el día del amor y la amistad, la invité a almorzar y se me salía el corazón cuando aceptó, todo estuvo perfecto, su compañía, sus risas, su mirada coqueta me acosté feliz al ver que la había hecho feliz pero a la madrugada me desperté llorando al darme cuenta que a pesar de todo lo que hacía por hacerla feliz, ella evitaba que la besara en público, evitaba darme la mano evitaba acercarse.
Quise seguir intentándolo, y escondía el dolor que sentía mi alma cuando te escribía y tu solo respondías por cortesía. Dejé de escribirte un mes para ver si te hacía falta, me ilusioné cuando te preocupaste, te dije que estaba triste y me hundí otra vez por tu actitud, otra respuesta de cortesía. Ya no aguanté mas y mi alma se deshizo; lloré solo en las noches a la misma hora que conversábamos, lloré mas cuando no me saludó en mi cumpleaños, y lloré mucho mas ayer cuando le mandé un mensaje de despedida y me respondió deseándome suerte.
No se si algún día leas esto, probablemente no; solo quiero decirte que pese a todo; a las circunstancias como nos conocimos, a que eres madre soltera, a tu trabajo, no me importaba nada porque era feliz a tu lado. Quería estar a tu lado, quería compartir contigo mi vida; pero no puedo obligarte a que sientas por mí lo que yo siento por ti, quise demostrarte que mi interés no era solo tener sexo contigo, tu sabes como me gusta besarte, abrazarte y acariciarteestar contigo, confortarte en esos días difíciles y ser parte de tu felicidad en los días alegres, sabes que nunca me cansaba de hacerlo, pero siento que ahora me haría mucho daño si oigo tu voz, estar cerca de ti sabiendo lo que piensas de mí y sabiendo lo que siento por ti. Quiero y no quiero dejar de pensar en ti borré los poemas, borré las fotos, borré los mensajes, borré tu número del celular, pero no te he podido borrar del corazón, espero que algún día amanezca y milagrosamente ya este dolor no esté.
Adiós baby!!!, que Dios te cuide y te llene de bendiciones porque eres una persona muy especial y te mereces lo mejor, te amo.