Soy una chica de Madrid, nueva en este foro y quisiera contaros mi pequeña historia para que me deis vuestra opinión.
El pasado verano viajamos a Galicia a disfrutar de las maravillosas playas nudistas que allí existen. Era una de esas tardes que el sol aplana y dejé a mi marido en la toalla y me fui hasta las rocas, en un lugar donde corre mucho fresquito.
Al llevar unos diez minutos alli apareció un chico de unos 20 años con un pene enorme, nunca había visto algo asi. Me sorprendió y porque no decirlo, me apeteció mucho. El enseguida se dió cuenta que no paraba de mirarlo y no tardó en acercarseme con mucho desparpajo, comenzamos a charlar, el enseguida me comentó que le encantaba ver las chicas con el sexo peladito como yo, y no tardamos mucho más de 20 minutos en hacer el amor.
Lo cierto es que ese pene llegó a unas profundidades mias que nunca nadie había alcanzado, me senti muy llena, aunque reconozco que me dolio un poco al principio, estoy acostubrada a la de mi pareja que es pequeñita, aunque en el fondo fue más el morbo de hacerlo con otra persona que el disfrute real que no alcanzó al que normalmente me provoca mi chico.
Alli descrubrí que pese a querer mucho a mi pareja, me produce un morbo terrible la idea de relaciones esporádicas con otros. ¿Será esto normal?
Ana González