<<ver charla "Mientras ella decide">>
ante lo que me comentáis de acoso moral o acosador camuflado; pues no sé qué decir, creo que no es ni de lejos la situación, igualmente digo que ella no es mala, sino caprichosa y que no ha tenido tacto alguno en muchas de las cosas que ha hecho o ha dicho, ¿por qué?, pues porque tiene mucha experiencia en las relaciones, le han hecho mucho daño y no no tengo ninguna y para mi ella es la única chica que ha despertado en mi el interés o el amor por una persona.
Ahora bien, lo que sé a ciencia cierta es que ya no merece la pena seguir luchando por ella, porque si no me quiere, no tiene sentido en que yo la insista. Eso fue hace ya meses, digamos antes de Octubre del año pasado; en concreto, hace ya casi un año; donde me habló de su relación con su ex. Fue entonces cuando lo pasé muy mal y, en lugar de irme, dejarla de lado y ver como sufría porque el otro se había echado novia, estuve ahí para no dejarla sola. En ese momento dudé realmente de si ella era la persona que podría compartir mi vida. Me llevé una desilusión enorme.
Desde entonces, no quiero perderla como amiga y siempre que necesite mi ayuda la tendrá, y jamás le he dicho que si se va a probar con el otro que me perderá, jamás, ... porque sé que si me quiere estará a mi lado y si no, no merece la pena luchar por una causa perdida. Además, ella es dueña de su futuro.
Siempre es ella la que me busca, ¿por qué?. Pues porque creo que ella me lo ha reconocido de antemano al decirme que depende emocionamente de mi, de mi apoyo, de mi cariño y de todo lo que le he dado y que si se va con otra persona lo va a echar mucho de menos. Quizás sea yo el culpable de que ella sea adicta a que yo le resuelva los problemas (me lo ha dicho). Siempre quiere que le solucione los problemas, y si no encuentra una solución en mi se enfada de forma descomunal.
De todas formas, ya hemos hablado claramente en los últimos meses y hemos "acordado" que somos amigos. Ella es la que me llama cien mil veces al teléfono, la que me dice que si tonteo con otra que me atenga a las consecuencias, la que me dice que si no voy a cenar a su casa, que ya vendrá otro. Lo que pasa es que es muy fácil que otras personas le resuelvan a uno los problemas, y de eso, tengo yo la culpa, pero no puedo decir que no, decirle no a una persona que se quiere.