Relacion con una madre soltera: nunca mas.

Hasta enero de 2014 estuve convencido de que las relaciones virtuales SI funcionaban, pues conozco ya a cuatro parejas que se han conocido en las redes sociales y en las páginas de encuentros amistosos.
Tuve una muy desagradable experiencia con una mujer que conocí en una de esas redes quien me estafó y jugó con mis sentimientos.
De ahí dije que ya nunca iba a volver a tener una relación virtual. Eso fue apenas iniciado el 2014.
Me costó mucho olvidar a esa mujer.
Estaba ya retomando mi vida normal, que es casa-gimnasio-trabajo-casa - muy esporádicamente reunión con amigos, cuando mi mejor amigo de la ciudad donde vivía me comentó de la amiga de su esposa: una chica de 33 años, bellísima, dejada con dos hijos del mismo padre que vive en una ciudad del norte de Colombia.
Al inicio, honestamente no me agradó la idea de tener una relación sentimental con una mujer con dos hijos pequeños: una adolescente y un bebé de año y dos meses; pero por el lado de una amistad, le di la bienvenida.

Aquí hago un paréntesis: soy nacionalizado canadiense, 38, soltero, nunca casado, 0 críos regados y para joderla con pésimas experiencias con mujeres.

Bueno, pues me la presentaron en una conversación telefónica y me agradó la primera impresión. A diferencia de la primera muchacha que conocí de forma virtual, ella tenía el respaldo de ser conocida por mis amistades de cuatro años atrás, vecinas y me la recomendaron como una mujer honesta y de alto valor social.
Previo ya me habían enviado las fotos de ella y sus hijos y fue así como inició esta odisea.

Me di cuenta que se trataba de una mujer abandonada a su suerte por el padre de sus críos, de muy baja autoestima, con un historial de abusos y humillaciones por parte de la Sra. que fue su suegra y su ex pareja, viviendo de prestada en la casa de sus amigas, sin un ingreso fijo y para colmo sin un empleo estable.

La verdad me conmovía mucho conforme iban transcurriendo los días.
Ella me buscaba y llenaba un vacío en la soledad que siento.
Estaba al pendiente de mis actividades y sabía mis horarios. Me escribía por la mensajería gratuita internacional cada noche que llegaba a la casa. Ahí me estaba esperando para chatear conmigo y la verdad me gustaba intercambiar escritos.
Me escribía cosas muy románticas, tal y pareciera que ya era mi novia.

Pero para ser sincero, llegaba el momento que ya me aburría. Solo recaditos y mensajitos cursis. Yo quería abrazarla y besarla, pero a la distancia esto era muy frustrante para mí; así que llegó el día que la corté, pues yo sentía que nada más estaba jugando conmigo.
Me di cuenta que su único medio de comunicación al extranjero era su celular antiguo, pues no tenía ni para comprar una computadora y ese teléfono no permitía instalar los programas de comunicación vía cámara.
Le insistía que yo quería más y mejor comunicación, a lo que siempre respondía que su ingreso no le permitía comprar mejores cosas y en todo caso podía rentar en un cibercafé un equipo; pero siempre me decía lo mismo y me dejaba colgado esperándola y ni si quiera tenía la decencia de avisar.
Así fue como me suplicó que le diera otra oportunidad, que ya iba a cambiar, que ya iba a hacer lo posible por estar mejor comunicada conmigo.
Le dí varias oportunidades y para ser honesto, con todo lo que me escribía, hacía que me conmoviera aún más.

Aquí voy a hacer el segundo paréntesis:
En mi mente jamás había pasado la idea de involucrarme sentimentalmente con una mujer con hijos; mi entorno social a la hora que les comentaba que tenía una relación virtual con una madre soltera, solo me veía con lástima y me hacía comentarios muy crueles y realistas que en su época consideraba machistas-fascistas; en mi casa, mi familia pegó el grito en el cielo cuando les hice apenas el rumor que iba a dar papeles legales a una mujer y sus hijos.

Pero yo de necio, pensé de la siguiente forma:
"Si es una muchacha que realmente vale la pena, sencilla, ambiciosa y leal; bien puedo adoptar a sus hijos. No me importa lo que diga la gente, ya no vivo en mi país para que me juzguen. Bien podemos hacer vida de pareja, la apoyo los primeros años en lo que aprende los idiomas y cuando ella esté lista, la vida nos va a cambiar pues va a tener un empleo digno y vamos a darnos lujos y comodidades, es cuestión de tiempo. Esa familia va a estar eternamente agradecida conmigo porque el desarrollo que van a tener esos críos en Canadá va a ser muy superior que si se quedaran en su país y cuando yo sea viejito, al menos va a haber alguien que me vaya a visitar al ancianato".
A eso le apostaba.

Llegó el día que su celular antiguo se descompuso y ni la pensé para enviarle uno moderno y un computador. Con la intención de conocerla mejor vía webcam y propuse como fecha viajar a su casa a finales de noviembre de este año para conocernos, hacernos novios y comenzar el proceso migratorio de ella y sus hijos.

Su hija, la adolescenta me agradeció infinitamente el detalle, pues ya era su primer computador en casa.

Conforme pasó el tiempo, me di cuenta de sus carencias y me conmovía aún más. El hecho de enviar una remesa para que fueran a almorzar al restaurante de hamburguesas más famoso del mundo, me colmó de bendiciones de ella y su hija adolescenta.
La verdad eso me hacía sentir muy bien conmigo mismo: sentía que gracias a mí, la vida de esa familia cambiaba, en sus redes sociales publicaban fotos tomadas con el nuevo celular, en galerías y boutiques que nunca habían entrado, dándose una vida similar al de muchas personas con un ingreso suficiente.
A diferencia de la otra relación, en donde enviaba dinero para que me aceptara la mujer, en esta ocasión, lo hacía por la enorme necesidad de que ella y sus hijos pasaran un momento agradable al menos una vez en su vida. Tal vez por compasión o lástima.
Aquí sí fui reservado y no tan generoso, de antemano ya sabía que al enviar dinero y regalos, mi valor social como varón bajaba demasiado. Lo hacía muy esporádicamente.
Se me hacía muy cruel que aún hubiera gente en este planeta viviendo así de miserable.

Aquí el tercer paréntesis:
Ella en sus escritos era una persona muy romántica que me hacía sentir que yo era el elegido por ella para compartir nuestras vidas, vía telefónica era otra y vía webcam era una mujer totalmente transformada: apática, aburrida, sin tema de conversación, ansiosa de asistir a su crío llorón, somnolienta, inexpresiva y enfermiza. Aunado a que el computador lo dejaba siempre en la sala, a la vista de todas las personas que vivían con ella bajo el mismo techo. Eso no me hacía sentir en confianza pues todo mundo escuchaba nuestras pláticas y siempre le recriminaba eso, a lo que ella se excusaba argumentando que la hija estaba en la recámara y no tenía a dónde ir a esconderse para hablar conmigo en privado.
Algo no me cuadraba de su actuar.

Llegó el día de lo inevitable:
Las mismas personas que me la recomendaron para hacer pareja, una tarde me estaban llamando para avisarme que la habían visto abrazada saliendo de un hotel con otro tipo diferente al padre de sus críos.
Eso me enfureció.
Inmediatamente corté toda comunicación con ella: la bloqueé por todos lados y al siguiente día ella ya me estaba buscando, preguntando a la Sra. que me la presentó por mí.
La Sra. muy astuta le puso una coartada, le dijo que yo ya me había enterado que tenía un amante gracias a un investigador que contraté desde aquí.
La reacción de ella fue muy soberbia. Se grabó la conversación telefónica y esta maldita mujer, cínicamente dijo que yo ya le daba asco, que ella ya tenía meses saliendo con ese tipo y que ya no sentía nada por mí.
Me hizo enfurecer más.
Al otro día, le llamé para reclamarle mis cosas: mi dinero, mi celular y mi computador; a lo que ella puso de escudo a su hija que estaba usando el equipo para su tarea. No me importó y le amenacé que si no lo devolvía, iba a contactar a su ex suegra y hasta su nueva pareja para comentarle lo sucedido. Al fin que el investigador averiguaba todo el dato que yo quisiera saber.
Finalmente fue a dejar todas las cosas a la casa de la Sra. que me la presentó: el celular, el computador y el dinero me dijo que no lo contaba pero que le diera unos meses para reunirlo y ella me lo iba a devolver todo (jajajajajajajaja ese dinero ya lo doy por perdido, al menos se lo comieron).

Eso me hace sentir algunos remordimientos, el haberle pedido las cosas que de corazón un día le envié, sobre todo por el agradecimiento de la hija; pero lo que me da tranquilidad, es que ella es la única responsable de todo lo que pasó: ya me había visto la cara de su idiota. Si esta mujer hubiera pensado mejor las cosas, nada de esto habría pasado; cuando le preguntaba el por qué de su cambio de carácter, siempre me salía que no sabía que le pasaba, que yo era la única relación que tenía y que jamás iba a regresar con el padre de sus críos. Al grado de pensar así: "Si me hubiera sido honesta, le regalo todo y hasta de amigos virtuales quedamos".
La corrí definitivamente de mi vida. De lo que se perdió, gracias a su deshonestidad y lujuria.
Las cosas pasan por algo, que bueno que me lo hizo allá y no aquí: menuda alacrana hubiera importado.

Finalmente, por desgracia me voy a ver muy macho y misógino, pero recomiendo ampliamente a los varones que jamás hayan tenido hijos. Que eviten tener una relación seria con una madre soltera: solo les va estar usando, su billetera se va a hacer más delgada con el tiempo, van a tener que soportar críos ajenos y premiar la inmadurez de dos imbéciles que tuvieron relaciones sexuales sin planear las cosas , los mejores años de su vida se los van a dar a personas que nunca les van a agradecer, solo se van a aprovechar de Uds.
Este tipo de mujeres, son ideales para hacer pareja con los viejos viudos con un buen ingreso, los divorciados, los enfermos adinerados, los pervertidos que buscan urgentemente sexo gratis y los mamitas que no se valoran como varones.
Yo se que existen muchísimas mujeres que son engañadas por un jo e perra que usó la mejor máscara y finalmente hay un crío fruto de esa relación; pero mujeres que aún sabiendo la clase de perro que tienen de pareja les den críos, son las peores mujeres que puede haber en este planeta. Tal cual pasó con esta fulana: después de once años de supuestas humillaciones, mal tratos e infidelidades por parte del padre de sus críos, la muy imbécil le da otra criatura; una mujer bastante inmadura, de baja autoestima, débil de carácter, insegura y perezosa, con gran necesidad de engancharse a un macho para la ayuda en la crianza.

Bueno, me despido.
Agradezco de antemano sus comentarios.