No decir que no
Os leo a veces y la verdad es que me gustan los relatos que contais.
Me llamo Cyntia, tengo 29 años y soy casada. Me casé a los 25, con mi novio de toda la vida. Con mi marido hacemos el amor como mucho una vez por semana y nunca probamos nada nuevo. Alguna vez he insinuado que podríamos variar pero él... Cuando estoy sola en casa, me pongo en internet, leo relatos eróticos y me masturbo imaginando que soy yo, pero nunca me había a atrevido a pasar de ahí...
Mi marido se fue a un congreso, la semana pasada. Yo me sentía sola y fui a una discoteca con una amiga soltera. Al rato mi amiga ligó y yo me quedé ahí sola, hasta que llegó Pablo.
Él es compañero de trabajo de mi marido, somos buenos amigos y creo (sobretodo después de lo que pasó) que me conoce mejor que nadie.
Se acercó a mí. "¿Lo pasas bien?" me dijo, yo negué con la cabeza "Te propongo un trato" añadió "Cuéntame" le contesté. "Te prometo que va a ser la mejor noche de tu vida, pero con una condición" "¿Cuál?" "No puedes decirme a nada que no". Dudé pero qué carajo decidí ser de una vez una chica mala "Vale, pero yo también pongo una condición" "Dime" "Tú tampoco puedes decirlo". Ese fue el trato. Nos fuimos de la disco porque allí podía conocernos alguien y nos fuimos a otro local, bastante lejos de donde vivimos. Cuando hubimos cruzado la puerta él me susurró "Ve al baño y vuelve sin bragas". Me mordí los labios y obedecí. Me encerré en el báño, me quité las bragas y las metí en el bolso. Estaba nerviosa, nerviosa y muy caliente, mi vagina estaba completamente mojada e introducí mis dedos en ella. Sólo un rato, quería ponerme todavía más caliente. Salí del baño y volví con él. Yo llevaba una mini e iba sin medias. Él me dijo que me sentara en un taburete y abriera las piernas. Él se quedó de pie a mi lado y al rato noté la suave caricia de sus dedos en mi clítoris. Tuve que hacer un esfuerzo para no gemir mientras él pasaba el dedo muy lentamente pero con firmeza, llegaba hasta mi vagina y la rodeaba una y otra vez, como si fuera a entrar pero lo evitara. "Méteme tus dedos" le dije y él obedeció, me metió tres de sus dedos hasta el fondo mientras me besaba en la boca, supongo para evitar que chillara de placer.
Mientras me besaba vi a un hombre que nos miraba y supe que estaba viendo lo que Pablo estaba haciendo. Cuando me solté de los labios de Pablo, sonreí a ese desconocido y me mordí los labios, para confirmarle que Pablo no se limitaba a acariciarme. Vi que él se tocaba el paquete, lo tenía enorme... "Un hombre nos mira" le susurré a Pablo al oído "¿Y le gusta?" dijo él, yo asentí con la cabeza. "Ve con él" me dijo "dile que quieres que te folle" "Pablo, no querrás que..." empecé yo aunque la propuesta me excitaba. "No decir no" contestó él. Me levanté y me acerqué al desconocido. "Hola" dije, él me sonrió, me acerqué mucho a
él, hasta notar en mi cuerpo lo duro que tenía el paquete "si metes tu mano debajo de mi falda, sabrás que no llevo bragas". Primero no reaccionó pero al rato noté su mano acariciando mis nalgas, primero con suavidad, luego con firmeza. Noté como sus dedos se acercaban a mi ano. "¿Te apetece follarme?" Él de repente se apartó "No pienso pagar por eso" dijo "No tienes que hacerlo" "¿Y tu novio?" "Vendrá con nosotros".
El tipo vivía cerca y nos llevó a su piso. "Poneos cómodos, voy a por bebida" Nos sirvió unas copas y nos quitamos los tres la ropa. Pablo se sentó en el sofá y me pidió que se la chupara. Yo me arrodillé y me metí su ... en mi boca, hasta notarla en mi garganta. Noté como se estremecía mientras se la chupaba.
No pasaron ni diez segundos antes que notara como la lengua de nuestro nuevo amigo rodeaba mi ano y se iba acercando a él cada vez más. Con la poca imaginación de mi marido, supongo que no hace falta decir que jamás habíamos practicado el sexo anal... Finalmente, Andrés, que así se llamaba nuestro nuevo amigo, introdujo su lengua en mi ano y noté como una descarga eléctrica por la espalda. Mientras me penetraba con su lengua por detrás sus dedos exploraban mi vagina.
De repente, Pablo me apartó "¿Tienes aceite?" le preguntó a Andrés. Andrés se fue a otra habitación y volvió con una botella de aceite. Pablo se untó bien la ... con él y me ordenó que me pusiera a gatas. Yo obedecí y sentí que me moría de placer cuando él introdujo su ... en mi virginal culito. Andrés se arrodilló delante mío y empezó a masturbarse con furia, acercando su ... a mi boca para que se la chupara, cosa que hice encantada, mientras Pablo me penetraba con furia por detrás.
No tardamos en canviar de pose. Esta vez fui yo quien llevé la iniciativa. Le indiqué a Pablo que se tumbara en el suelo, boca arriba y me senté encima de él, mi ano estaba tan abierto que su ... entraba y salía sin más dificultad. Me recliné hacia atrás, vigilando que su ... no se saliera. No hizo falta que le dijera Andrés que mi vagina necesitaba otra ... bien dura. DEspués cambiamos de posición y cada uno ocupó el orificio que el otro había ocupado hasta entonces. Se corrieron prácticamente los dos a la vez, inundándome con su leche espesa.
Luego nos quedamos largo rato los tres tumbados en el suelo, jadeando. Hasta que Pablo empezó a mordisquearme un pezón, indicando que deseaba más. Al rató Andrés había tomado posesión del otro pezón y mi vagina estaba pidiendo más guerra a gritos. Él primero en volver a penetrarme fue Andrés, quien después de introducir su ... entera sin ninguna dificultad en mi vagina le indicó a Pablo que ahí quedaba espacio. Dios, tener dos ... moviéndose en mi vagina, creí que me moría de placer. Estuvieron mucho rato follándome así, hasta que Pablo dijo que quería que me tragara su leche. Yo accedí gustosa y empecé a chupársela, para acabarle de llevar al orgasmo. Inesperadamente me encontré con la ... de Andrés de nuevo en mi culo y noté su semen caliente resbalando por mis nalgas mientras saboreaba el de Pablo. Nos volvimos a quedar los tres tumbados descansando, y al rato la mano de Andrés empezó a acariciar mi pubis. Yo le aparté suavemente, no era eso lo que quería ahora.
Les recordé que estaba prohibido decir que no (a ese trato habíamos llegado también con Andrés) y ellos se reafirmaron. Entonces le pedí a Pablo que se pusiera a gatas y que Andrés se lo follara como había hecho conmigo. Primero pensé que Pablo se negaría, por la expresión que vi en su cara, pero obedeció a mis deseos. Cogí aceite y unté bien la ... de Andrés. A continuación me unté bien los dedos y los introdujé en el ano de Pablo. Noté como se estremecía en la primera embestida, como había hecho yo, y también como se iba abriendo, hasta que podía meter y sacar mis dedos con facilidad. Cuadno Andrés le penetró, vi como todo el cuerpo de Pablo se ponía en tensión. Sus gemidos me ponían a cien... Me tumbé debajo suyo y empecé a chuparle la ... al tiempo que abría mis piernas, dejando mi vagina a su alcance. Cosa que no tardó en aprovechar, chupando mi clítoris e introduciendo su lengua en mi vagina. Esa vez, Andrés acabó eyaculando en mi boca y Pablo se desquitó en mi culito.
Lo hicimos más veces y por supuesto Pablo le devolvió la jugada a Andrés, quien optó por reproducir en mi culo los movimientos de Pablo. Finalmente los tres nos quedamos dormidos, agotados.
Al día siguiente, nos fuimos cada uno por su lado. No nos hemos vuelto a ver... Esta noche llega mi marido y vuelta a la normalidad. Pero en dos meses tiene otro congreso...
Cyntia.
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Woooow
que bueno estubo la proxima vez que tenga otro congreso sile a tu amigo que yo puedo sustituir a Andres
Que rico!!!!
hola me gusto tu historia y si me prendio la disfrute mucho que buen juego, lo pondre en practica.
Mmmmm...
guuau me estremecio totalmente y estoy toda mojada... decime si no te gustaria que seamos cuatro y de paso la proxima probarias estar con una vaginita(la mia) vos tambien...no podemos pero... me encantaria ah!! y envidio que hayas tenido dos...en tu vagina!! guau siempre fue mi fantasia