La tentación que me está robando el sueño, la tengo
cada mañana que llevo o recojo a mi hija en el cole.
Es el padre de un chico que también le lleva al cole.
Me atrajo desde la primera vez que le ví y cada vez
nos miramos más,hago malabares para coincidir con él,
para que salga justo tras de mí al arrancar el coche
para que nos miremos por los espejos,me quito las ga-
fas de sol (veo fatal sin ellas) para que se percate
de que también le miro, procuro ir cada día yo solita
al cole,sin mi marido para que no me corte el rollo.
No sé, estoy muy pillada. Él es lo último en que pienso al ir a dormir y lo primero al despertar.Des-
pierto pronto e ilusionada porque le veré.Mi corazón
late desbocado cada vez que le veo, miles de mariposas
revolotean en mi estómago y no encuentro descanso, un
poco de paz en medio de la revolución que tengo.
No es nada real, ni siquiera hemos llegado a hablar-
nos, ni sé cómo se llama.Sí sé quien es, dónde trabaja
y dónde vive, en una ciudad pequeña se conoce todo el
mundo.Fantaseo con invitarle a un café, aunque quedara
como una fresca,en tener algún contacto con él,pues
siento que le necesito ver tanto como el aire que
respiro.Temo que llegara a cometer alguna gilipollez,
pues soy muy pasional y por amor soy capaz de cualquier cosa.
Lo que me retiene es mi familia,mi marido y mi hija.
Con mi pareja las cosas no van demasiado bien: siempre
he oido decir que la infidelidad femenina es porque
algo no funciona con su pareja.Cuando una casa se hace
de paja, la más leve ráfaga de viento la arrastra.
Ojalá fuera capaz de tener solo sexo con él, pero me
conozco y sé que para mí no es suficiente, lo quiero
todo.
No sé, como siga con esta tensión de enamoramiento
cuasi adolescente, creo que mi marido acabará notando
algo extraño que me delate o me volveré majara.
¿Hay alguien en similar situación?
Lanzo un grito de auxilio.