Mi esposa me es infiel y me gusta
Antes que nada saludos para tod@s, soy nuevo en este foro, más que una opinión/consejo -aunque todos serán bien recibidos- vengo a contarles mi experiencia, espero tengan tiempo para leerla y conocer más gente en este ambiente. 
Mi caso es el siguiente.
Yo soy de México pero desde joven me fuí a vivir a Estados Unidos donde me casé y actualmente vivo. Tengo casado ya 15 años con una hermosa mujer gringa, rubia y de cuerpo impecable. Nuestro matrimonio siempre fue muy honesto y con buena comunicación y confianza, que prácticamente acepté la cultura americana y la forma de vida especialmente de mi mujer. Ella siempre me contó de sus relaciones amorosas antes de conocernos a lo cual yo nunca le vi algún problema y de hecho yo tambén le contaba de mis aventuras.
Nunca nos restringimos nada, a veces salimos los dos con los amigos, en ocasiones ella sale sola con sus amigas, ya saben, noche de chicas y en otras yo solo con mis amigos.
Hace meses le encontré mensajes extraños en su celular pero me lo tomé a la ligera, hasta que se hicieron en llamadas que ella ignoraba cuando estaba yo, o en veces se iba a otros lados a contestar. Yo pensaba lo peor, que me estaba poniendo el cuerno, así que un día para salir de dudas la seguí discretamente hasta un bar en la ciudad y me llevé la sorpresa de que me engañaba con un hombre afro/americano. En ese momento sentí rabia que quería entrar alli y descargar todo mi enojo pero decidí regresar a casa y esperar a que llegara para enfrentarla. No podía dormir de sólo pensar por lo que estaba pasando pero en el fondo sentía algo como exitación.
El sexo entre nosotros siempre fue bueno, siempre me aseguré de que quedara satisfecha, siempre me tomé el tiempo para escucharla y conquistarla día tras día así que me cuestionaba a mi mismo que había hecho mal.
Esa noche al llegar ella, -yo estaba un poco más relajado después de unos tragos de alcóhol- me armé de valor para cuestionarle aquello. Lo saqué todo, desde los mensajes que le había encontrado hasta que la seguí para espiarla, no le quedó más remedio que aceptarlo, que desde hace meses se veía con aquel hombre. Mientras me lo contaba empecé a sentir como la sangre se me calentaba, sentía los latidos tan fuertes de mi corazón que me retumbaba la cabeza, me daban mareos y mi cuerpo temblaba, pero no de enojo, sino de exitación, no sabía porqué pero me estaba calentando al escucharla tan detalladamente.
Le pedí explicaciones, ella me dijo que tenía una gran atracción sexual por los hombres negros, que sólo era deseo carnal y no sentimental. Que a mi me ama y es con quien quiere estar y con quien decidió compartir su vida, que yo no había hecho nada mal sino que era como una debilidad y atracción sexual pasajera pero que nunca había sido capaz de amar a alguien de raza negra. Aquel hombre había sido su amante por casi un año, él es casado, tiene hijos y que lo suyo sólo es sexo sin amor, que él no está dispuesto a dejar a su esposa y ella -mi esposa- tampoco está dispuesta de divorciarse.
Pasaron los días, casi no hablabamos. Yo trataba de asumirlo, mi enojo se fue tornando en placer. Nunca pensé en el divorcio porque a pesar de todo la sigo amando y es con ella con quien quiero estar.
Empezamos nuevamente la comunicación, yo trataba de evitar el tema y actuaba como si nada había pasado. Ahora ella era quien trataba de conquistarme a mi, se volvió más romántica, más detallista y comprensiva y en el sexo hasta creo que mejoró.
Cuando le hacía el amor, no podía dejar de pensar como se lo hacía aquel hombre, me provocaba una enorme exitación que la deseaba cada vez más. Nunca me pasó por la mente regresarsela, serle infiel, yo la quería a ella.
Cada día lo aceptaba más, que a pesar de todo el amor que alguien siente, en algun momento llega una infidelidad carnal, al mismo tiempo que me cuestionaba si podía vivir con eso, de simplemente aceptarlo del todo y que formara parte de mi vida, así que tomé la iniciativa. Había pasado ya casi un mes y la confianza fue mejorando, ella me decía que no se veía más con su amante pero yo deseaba que lo hiciera, así que se lo propuse. Le dije que lo trajera a nuestra casa, que le dijera que yo andaba fuera de la ciudad y que le hiciera el amor ahí mismo -era ahora o nunca de aceptarlo- así que accedió.
Esa tarde llegó y me escondí en el segundo piso mientras los escuchaba hablar, desde las escaleras veía como se besaban y se torno cada vez más fuerte. Vi como le hacía el amor a mi mujer, nunca había sentido ese nerviosismo y hormigueo que recorría mi cuerpo de pura exitación al ver como mi esposa gritaba de placer. Fue una experiencia maravillosa el ver como disfrutaba cada centímetro de su enorme pene entrando en su vagina que hasta yo me sentía completo al saber que mi mujer disfrutaba al máximo.
Nuestro sexo mejoró, cada vez más. Haciamos cosas que antes nunca habíamos intentado, la confianza se fue por las nuves que al salir de fiesta nos deciamos mutuamente que usaramos condón si algun encuentro ocurría, y si eso pasaba, al llegar a casa nos lo contabamos con detalle que terminabamos tan calientes haciendo el amor toda la noche. Disfruto compartir a mi eposa, y más que eso, disfruto verla feliz y satisfecha. Lo acepté y aprendí a vivir con ello, ahora creo que estamos más unidos que antes y aprendemos a vivir cada día más la vida, a disfrutarla.
Por medio de este foro, quisiera saber si alguien más -hombre o mujer- disfruta abiertamente de una infidelidad carnal como yo. Si alguna mujer u hombre ha pasado por esto y aprendió a vivir de esa forma, o si tienen la fantasía de compartir a su esposa u esposo y ver el acto.
¿Lo soportarías?
Gracias por su tiempo, y no vendría mal que por aquí contaran sus experiencias.
Saludos
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Antes que nada saludos para tod@s, soy nuevo en este foro, más que una opinión/consejo -aunque todos serán bien recibidos- vengo a contarles mi experiencia, espero tengan tiempo para leerla y conocer más gente en este ambiente.
Mi caso es el siguiente.
Yo soy de México pero desde joven me fuí a vivir a Estados Unidos donde me casé y actualmente vivo. Tengo casado ya 15 años con una hermosa mujer gringa, rubia y de cuerpo impecable. Nuestro matrimonio siempre fue muy honesto y con buena comunicación y confianza, que prácticamente acepté la cultura americana y la forma de vida especialmente de mi mujer. Ella siempre me contó de sus relaciones amorosas antes de conocernos a lo cual yo nunca le vi algún problema y de hecho yo tambén le contaba de mis aventuras.
Nunca nos restringimos nada, a veces salimos los dos con los amigos, en ocasiones ella sale sola con sus amigas, ya saben, noche de chicas y en otras yo solo con mis amigos.
Hace meses le encontré mensajes extraños en su celular pero me lo tomé a la ligera, hasta que se hicieron en llamadas que ella ignoraba cuando estaba yo, o en veces se iba a otros lados a contestar. Yo pensaba lo peor, que me estaba poniendo el cuerno, así que un día para salir de dudas la seguí discretamente hasta un bar en la ciudad y me llevé la sorpresa de que me engañaba con un hombre afro/americano. En ese momento sentí rabia que quería entrar alli y descargar todo mi enojo pero decidí regresar a casa y esperar a que llegara para enfrentarla. No podía dormir de sólo pensar por lo que estaba pasando pero en el fondo sentía algo como exitación.
El sexo entre nosotros siempre fue bueno, siempre me aseguré de que quedara satisfecha, siempre me tomé el tiempo para escucharla y conquistarla día tras día así que me cuestionaba a mi mismo que había hecho mal.
Esa noche al llegar ella, -yo estaba un poco más relajado después de unos tragos de alcóhol- me armé de valor para cuestionarle aquello. Lo saqué todo, desde los mensajes que le había encontrado hasta que la seguí para espiarla, no le quedó más remedio que aceptarlo, que desde hace meses se veía con aquel hombre. Mientras me lo contaba empecé a sentir como la sangre se me calentaba, sentía los latidos tan fuertes de mi corazón que me retumbaba la cabeza, me daban mareos y mi cuerpo temblaba, pero no de enojo, sino de exitación, no sabía porqué pero me estaba calentando al escucharla tan detalladamente.
Le pedí explicaciones, ella me dijo que tenía una gran atracción sexual por los hombres negros, que sólo era deseo carnal y no sentimental. Que a mi me ama y es con quien quiere estar y con quien decidió compartir su vida, que yo no había hecho nada mal sino que era como una debilidad y atracción sexual pasajera pero que nunca había sido capaz de amar a alguien de raza negra. Aquel hombre había sido su amante por casi un año, él es casado, tiene hijos y que lo suyo sólo es sexo sin amor, que él no está dispuesto a dejar a su esposa y ella -mi esposa- tampoco está dispuesta de divorciarse.
Pasaron los días, casi no hablabamos. Yo trataba de asumirlo, mi enojo se fue tornando en placer. Nunca pensé en el divorcio porque a pesar de todo la sigo amando y es con ella con quien quiero estar.
Empezamos nuevamente la comunicación, yo trataba de evitar el tema y actuaba como si nada había pasado. Ahora ella era quien trataba de conquistarme a mi, se volvió más romántica, más detallista y comprensiva y en el sexo hasta creo que mejoró.
Cuando le hacía el amor, no podía dejar de pensar como se lo hacía aquel hombre, me provocaba una enorme exitación que la deseaba cada vez más. Nunca me pasó por la mente regresarsela, serle infiel, yo la quería a ella.
Cada día lo aceptaba más, que a pesar de todo el amor que alguien siente, en algun momento llega una infidelidad carnal, al mismo tiempo que me cuestionaba si podía vivir con eso, de simplemente aceptarlo del todo y que formara parte de mi vida, así que tomé la iniciativa. Había pasado ya casi un mes y la confianza fue mejorando, ella me decía que no se veía más con su amante pero yo deseaba que lo hiciera, así que se lo propuse. Le dije que lo trajera a nuestra casa, que le dijera que yo andaba fuera de la ciudad y que le hiciera el amor ahí mismo -era ahora o nunca de aceptarlo- así que accedió.
Esa tarde llegó y me escondí en el segundo piso mientras los escuchaba hablar, desde las escaleras veía como se besaban y se torno cada vez más fuerte. Vi como le hacía el amor a mi mujer, nunca había sentido ese nerviosismo y hormigueo que recorría mi cuerpo de pura exitación al ver como mi esposa gritaba de placer. Fue una experiencia maravillosa el ver como disfrutaba cada centímetro de su enorme pene entrando en su vagina que hasta yo me sentía completo al saber que mi mujer disfrutaba al máximo.
Nuestro sexo mejoró, cada vez más. Haciamos cosas que antes nunca habíamos intentado, la confianza se fue por las nuves que al salir de fiesta nos deciamos mutuamente que usaramos condón si algun encuentro ocurría, y si eso pasaba, al llegar a casa nos lo contabamos con detalle que terminabamos tan calientes haciendo el amor toda la noche. Disfruto compartir a mi eposa, y más que eso, disfruto verla feliz y satisfecha. Lo acepté y aprendí a vivir con ello, ahora creo que estamos más unidos que antes y aprendemos a vivir cada día más la vida, a disfrutarla.
Por medio de este foro, quisiera saber si alguien más -hombre o mujer- disfruta abiertamente de una infidelidad carnal como yo. Si alguna mujer u hombre ha pasado por esto y aprendió a vivir de esa forma, o si tienen la fantasía de compartir a su esposa u esposo y ver el acto.
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Gracias por su tiempo, y no vendría mal que por aquí contaran sus experiencias.
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Mi esposa me es infiel y me gusta
mi caso es parecido amigo la verdad cuando paso fue por coraje de ella hacia mi porque yo lo fui primero y ella por lo mal que hice pues se dio no me lo dijo yo descubri unos mensajes de ella en su correo con la persona bueno de hay para delante no solo me enoje si no que empese a notar que me empeso a exitar la forma en que el tipo le decia que le guataba como lo hacia con el ella no mostro gusto por la experiencia ya que lo siso sin pensar y en un momento de coraje ya despues de un tiempo se dieron mas encuentros pero ya no con el mismo si no con otros hombres de su circulo de amigos y cada que teniamos intmidad fantaciaba con eso yo le decia cosas cachondas refente a sus encuentros y eso me exitaba mucho y a ella tambien hasta hay me gustaba la experiencia ....tenemos 10 años de casados y de esos los ultimos 3 que la he tratado muy mal y la he umillado mucho y faltado el respeto 
hace poco empeso a tener una tipo relacion por face con un palao de aqui mismo de la ciudad pero que ya tiene unos años radicando en los estados unidos el le dice que la ama que quiere estar con ella yo solo pienso en que la estoy perdiendo por mis actos y ese solo la quiere para burlarse de ella de hay mi problema que me dieron celos y empese a sentir inseguridad en mi relacion al punto de sentirme super mal dentro de mii porque me pasa esto sii estabamos bien yo me sentia muy fuerte al punto de decir que mi relacion para mi esta genial porque nos contabamos todo pero con esto ciento que tengo un serio problema de identidad o no se ayuda como puedo solucionar y salvar mi matrimonio
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Yo soy de México pero desde joven me fuí a vivir a Estados Unidos donde me casé y actualmente vivo. Tengo casado ya 15 años con una hermosa mujer gringa, rubia y de cuerpo impecable. Nuestro matrimonio siempre fue muy honesto y con buena comunicación y confianza, que prácticamente acepté la cultura americana y la forma de vida especialmente de mi mujer. Ella siempre me contó de sus relaciones amorosas antes de conocernos a lo cual yo nunca le vi algún problema y de hecho yo tambén le contaba de mis aventuras.
Nunca nos restringimos nada, a veces salimos los dos con los amigos, en ocasiones ella sale sola con sus amigas, ya saben, noche de chicas y en otras yo solo con mis amigos.
Hace meses le encontré mensajes extraños en su celular pero me lo tomé a la ligera, hasta que se hicieron en llamadas que ella ignoraba cuando estaba yo, o en veces se iba a otros lados a contestar. Yo pensaba lo peor, que me estaba poniendo el cuerno, así que un día para salir de dudas la seguí discretamente hasta un bar en la ciudad y me llevé la sorpresa de que me engañaba con un hombre afro/americano. En ese momento sentí rabia que quería entrar alli y descargar todo mi enojo pero decidí regresar a casa y esperar a que llegara para enfrentarla. No podía dormir de sólo pensar por lo que estaba pasando pero en el fondo sentía algo como exitación.
El sexo entre nosotros siempre fue bueno, siempre me aseguré de que quedara satisfecha, siempre me tomé el tiempo para escucharla y conquistarla día tras día así que me cuestionaba a mi mismo que había hecho mal.
Esa noche al llegar ella, -yo estaba un poco más relajado después de unos tragos de alcóhol- me armé de valor para cuestionarle aquello. Lo saqué todo, desde los mensajes que le había encontrado hasta que la seguí para espiarla, no le quedó más remedio que aceptarlo, que desde hace meses se veía con aquel hombre. Mientras me lo contaba empecé a sentir como la sangre se me calentaba, sentía los latidos tan fuertes de mi corazón que me retumbaba la cabeza, me daban mareos y mi cuerpo temblaba, pero no de enojo, sino de exitación, no sabía porqué pero me estaba calentando al escucharla tan detalladamente.
Le pedí explicaciones, ella me dijo que tenía una gran atracción sexual por los hombres negros, que sólo era deseo carnal y no sentimental. Que a mi me ama y es con quien quiere estar y con quien decidió compartir su vida, que yo no había hecho nada mal sino que era como una debilidad y atracción sexual pasajera pero que nunca había sido capaz de amar a alguien de raza negra. Aquel hombre había sido su amante por casi un año, él es casado, tiene hijos y que lo suyo sólo es sexo sin amor, que él no está dispuesto a dejar a su esposa y ella -mi esposa- tampoco está dispuesta de divorciarse.
Pasaron los días, casi no hablabamos. Yo trataba de asumirlo, mi enojo se fue tornando en placer. Nunca pensé en el divorcio porque a pesar de todo la sigo amando y es con ella con quien quiero estar.
Empezamos nuevamente la comunicación, yo trataba de evitar el tema y actuaba como si nada había pasado. Ahora ella era quien trataba de conquistarme a mi, se volvió más romántica, más detallista y comprensiva y en el sexo hasta creo que mejoró.
Cuando le hacía el amor, no podía dejar de pensar como se lo hacía aquel hombre, me provocaba una enorme exitación que la deseaba cada vez más. Nunca me pasó por la mente regresarsela, serle infiel, yo la quería a ella.
Cada día lo aceptaba más, que a pesar de todo el amor que alguien siente, en algun momento llega una infidelidad carnal, al mismo tiempo que me cuestionaba si podía vivir con eso, de simplemente aceptarlo del todo y que formara parte de mi vida, así que tomé la iniciativa. Había pasado ya casi un mes y la confianza fue mejorando, ella me decía que no se veía más con su amante pero yo deseaba que lo hiciera, así que se lo propuse. Le dije que lo trajera a nuestra casa, que le dijera que yo andaba fuera de la ciudad y que le hiciera el amor ahí mismo -era ahora o nunca de aceptarlo- así que accedió.
Esa tarde llegó y me escondí en el segundo piso mientras los escuchaba hablar, desde las escaleras veía como se besaban y se torno cada vez más fuerte. Vi como le hacía el amor a mi mujer, nunca había sentido ese nerviosismo y hormigueo que recorría mi cuerpo de pura exitación al ver como mi esposa gritaba de placer. Fue una experiencia maravillosa el ver como disfrutaba cada centímetro de su enorme pene entrando en su vagina que hasta yo me sentía completo al saber que mi mujer disfrutaba al máximo.
Nuestro sexo mejoró, cada vez más. Haciamos cosas que antes nunca habíamos intentado, la confianza se fue por las nuves que al salir de fiesta nos deciamos mutuamente que usaramos condón si algun encuentro ocurría, y si eso pasaba, al llegar a casa nos lo contabamos con detalle que terminabamos tan calientes haciendo el amor toda la noche. Disfruto compartir a mi eposa, y más que eso, disfruto verla feliz y satisfecha. Lo acepté y aprendí a vivir con ello, ahora creo que estamos más unidos que antes y aprendemos a vivir cada día más la vida, a disfrutarla.
Por medio de este foro, quisiera saber si alguien más -hombre o mujer- disfruta abiertamente de una infidelidad carnal como yo. Si alguna mujer u hombre ha pasado por esto y aprendió a vivir de esa forma, o si tienen la fantasía de compartir a su esposa u esposo y ver el acto.
¿Lo soportarías?
Gracias por su tiempo, y no vendría mal que por aquí contaran sus experiencias.
Saludos
Antes que nada saludos para tod@s, soy nuevo en este foro, más que una opinión/consejo -aunque todos serán bien recibidos- vengo a contarles mi experiencia, espero tengan tiempo para leerla y conocer más gente en este ambiente.
Mi caso es el siguiente.
Yo soy de México pero desde joven me fuí a vivir a Estados Unidos donde me casé y actualmente vivo. Tengo casado ya 15 años con una hermosa mujer gringa, rubia y de cuerpo impecable. Nuestro matrimonio siempre fue muy honesto y con buena comunicación y confianza, que prácticamente acepté la cultura americana y la forma de vida especialmente de mi mujer. Ella siempre me contó de sus relaciones amorosas antes de conocernos a lo cual yo nunca le vi algún problema y de hecho yo tambén le contaba de mis aventuras.
Nunca nos restringimos nada, a veces salimos los dos con los amigos, en ocasiones ella sale sola con sus amigas, ya saben, noche de chicas y en otras yo solo con mis amigos.
Hace meses le encontré mensajes extraños en su celular pero me lo tomé a la ligera, hasta que se hicieron en llamadas que ella ignoraba cuando estaba yo, o en veces se iba a otros lados a contestar. Yo pensaba lo peor, que me estaba poniendo el cuerno, así que un día para salir de dudas la seguí discretamente hasta un bar en la ciudad y me llevé la sorpresa de que me engañaba con un hombre afro/americano. En ese momento sentí rabia que quería entrar alli y descargar todo mi enojo pero decidí regresar a casa y esperar a que llegara para enfrentarla. No podía dormir de sólo pensar por lo que estaba pasando pero en el fondo sentía algo como exitación.
El sexo entre nosotros siempre fue bueno, siempre me aseguré de que quedara satisfecha, siempre me tomé el tiempo para escucharla y conquistarla día tras día así que me cuestionaba a mi mismo que había hecho mal.
Esa noche al llegar ella, -yo estaba un poco más relajado después de unos tragos de alcóhol- me armé de valor para cuestionarle aquello. Lo saqué todo, desde los mensajes que le había encontrado hasta que la seguí para espiarla, no le quedó más remedio que aceptarlo, que desde hace meses se veía con aquel hombre. Mientras me lo contaba empecé a sentir como la sangre se me calentaba, sentía los latidos tan fuertes de mi corazón que me retumbaba la cabeza, me daban mareos y mi cuerpo temblaba, pero no de enojo, sino de exitación, no sabía porqué pero me estaba calentando al escucharla tan detalladamente.
Le pedí explicaciones, ella me dijo que tenía una gran atracción sexual por los hombres negros, que sólo era deseo carnal y no sentimental. Que a mi me ama y es con quien quiere estar y con quien decidió compartir su vida, que yo no había hecho nada mal sino que era como una debilidad y atracción sexual pasajera pero que nunca había sido capaz de amar a alguien de raza negra. Aquel hombre había sido su amante por casi un año, él es casado, tiene hijos y que lo suyo sólo es sexo sin amor, que él no está dispuesto a dejar a su esposa y ella -mi esposa- tampoco está dispuesta de divorciarse.
Pasaron los días, casi no hablabamos. Yo trataba de asumirlo, mi enojo se fue tornando en placer. Nunca pensé en el divorcio porque a pesar de todo la sigo amando y es con ella con quien quiero estar.
Empezamos nuevamente la comunicación, yo trataba de evitar el tema y actuaba como si nada había pasado. Ahora ella era quien trataba de conquistarme a mi, se volvió más romántica, más detallista y comprensiva y en el sexo hasta creo que mejoró.
Cuando le hacía el amor, no podía dejar de pensar como se lo hacía aquel hombre, me provocaba una enorme exitación que la deseaba cada vez más. Nunca me pasó por la mente regresarsela, serle infiel, yo la quería a ella.
Cada día lo aceptaba más, que a pesar de todo el amor que alguien siente, en algun momento llega una infidelidad carnal, al mismo tiempo que me cuestionaba si podía vivir con eso, de simplemente aceptarlo del todo y que formara parte de mi vida, así que tomé la iniciativa. Había pasado ya casi un mes y la confianza fue mejorando, ella me decía que no se veía más con su amante pero yo deseaba que lo hiciera, así que se lo propuse. Le dije que lo trajera a nuestra casa, que le dijera que yo andaba fuera de la ciudad y que le hiciera el amor ahí mismo -era ahora o nunca de aceptarlo- así que accedió.
Esa tarde llegó y me escondí en el segundo piso mientras los escuchaba hablar, desde las escaleras veía como se besaban y se torno cada vez más fuerte. Vi como le hacía el amor a mi mujer, nunca había sentido ese nerviosismo y hormigueo que recorría mi cuerpo de pura exitación al ver como mi esposa gritaba de placer. Fue una experiencia maravillosa el ver como disfrutaba cada centímetro de su enorme pene entrando en su vagina que hasta yo me sentía completo al saber que mi mujer disfrutaba al máximo.
Nuestro sexo mejoró, cada vez más. Haciamos cosas que antes nunca habíamos intentado, la confianza se fue por las nuves que al salir de fiesta nos deciamos mutuamente que usaramos condón si algun encuentro ocurría, y si eso pasaba, al llegar a casa nos lo contabamos con detalle que terminabamos tan calientes haciendo el amor toda la noche. Disfruto compartir a mi eposa, y más que eso, disfruto verla feliz y satisfecha. Lo acepté y aprendí a vivir con ello, ahora creo que estamos más unidos que antes y aprendemos a vivir cada día más la vida, a disfrutarla.
Por medio de este foro, quisiera saber si alguien más -hombre o mujer- disfruta abiertamente de una infidelidad carnal como yo. Si alguna mujer u hombre ha pasado por esto y aprendió a vivir de esa forma, o si tienen la fantasía de compartir a su esposa u esposo y ver el acto.
¿Lo soportarías?
Gracias por su tiempo, y no vendría mal que por aquí contaran sus experiencias.
Saludos
Antes que nada saludos para tod@s, soy nuevo en este foro, más que una opinión/consejo -aunque todos serán bien recibidos- vengo a contarles mi experiencia, espero tengan tiempo para leerla y conocer más gente en este ambiente.
Mi caso es el siguiente.
Yo soy de México pero desde joven me fuí a vivir a Estados Unidos donde me casé y actualmente vivo. Tengo casado ya 15 años con una hermosa mujer gringa, rubia y de cuerpo impecable. Nuestro matrimonio siempre fue muy honesto y con buena comunicación y confianza, que prácticamente acepté la cultura americana y la forma de vida especialmente de mi mujer. Ella siempre me contó de sus relaciones amorosas antes de conocernos a lo cual yo nunca le vi algún problema y de hecho yo tambén le contaba de mis aventuras.
Nunca nos restringimos nada, a veces salimos los dos con los amigos, en ocasiones ella sale sola con sus amigas, ya saben, noche de chicas y en otras yo solo con mis amigos.
Hace meses le encontré mensajes extraños en su celular pero me lo tomé a la ligera, hasta que se hicieron en llamadas que ella ignoraba cuando estaba yo, o en veces se iba a otros lados a contestar. Yo pensaba lo peor, que me estaba poniendo el cuerno, así que un día para salir de dudas la seguí discretamente hasta un bar en la ciudad y me llevé la sorpresa de que me engañaba con un hombre afro/americano. En ese momento sentí rabia que quería entrar alli y descargar todo mi enojo pero decidí regresar a casa y esperar a que llegara para enfrentarla. No podía dormir de sólo pensar por lo que estaba pasando pero en el fondo sentía algo como exitación.
El sexo entre nosotros siempre fue bueno, siempre me aseguré de que quedara satisfecha, siempre me tomé el tiempo para escucharla y conquistarla día tras día así que me cuestionaba a mi mismo que había hecho mal.
Esa noche al llegar ella, -yo estaba un poco más relajado después de unos tragos de alcóhol- me armé de valor para cuestionarle aquello. Lo saqué todo, desde los mensajes que le había encontrado hasta que la seguí para espiarla, no le quedó más remedio que aceptarlo, que desde hace meses se veía con aquel hombre. Mientras me lo contaba empecé a sentir como la sangre se me calentaba, sentía los latidos tan fuertes de mi corazón que me retumbaba la cabeza, me daban mareos y mi cuerpo temblaba, pero no de enojo, sino de exitación, no sabía porqué pero me estaba calentando al escucharla tan detalladamente.
Le pedí explicaciones, ella me dijo que tenía una gran atracción sexual por los hombres negros, que sólo era deseo carnal y no sentimental. Que a mi me ama y es con quien quiere estar y con quien decidió compartir su vida, que yo no había hecho nada mal sino que era como una debilidad y atracción sexual pasajera pero que nunca había sido capaz de amar a alguien de raza negra. Aquel hombre había sido su amante por casi un año, él es casado, tiene hijos y que lo suyo sólo es sexo sin amor, que él no está dispuesto a dejar a su esposa y ella -mi esposa- tampoco está dispuesta de divorciarse.
Pasaron los días, casi no hablabamos. Yo trataba de asumirlo, mi enojo se fue tornando en placer. Nunca pensé en el divorcio porque a pesar de todo la sigo amando y es con ella con quien quiero estar.
Empezamos nuevamente la comunicación, yo trataba de evitar el tema y actuaba como si nada había pasado. Ahora ella era quien trataba de conquistarme a mi, se volvió más romántica, más detallista y comprensiva y en el sexo hasta creo que mejoró.
Cuando le hacía el amor, no podía dejar de pensar como se lo hacía aquel hombre, me provocaba una enorme exitación que la deseaba cada vez más. Nunca me pasó por la mente regresarsela, serle infiel, yo la quería a ella.
Cada día lo aceptaba más, que a pesar de todo el amor que alguien siente, en algun momento llega una infidelidad carnal, al mismo tiempo que me cuestionaba si podía vivir con eso, de simplemente aceptarlo del todo y que formara parte de mi vida, así que tomé la iniciativa. Había pasado ya casi un mes y la confianza fue mejorando, ella me decía que no se veía más con su amante pero yo deseaba que lo hiciera, así que se lo propuse. Le dije que lo trajera a nuestra casa, que le dijera que yo andaba fuera de la ciudad y que le hiciera el amor ahí mismo -era ahora o nunca de aceptarlo- así que accedió.
Esa tarde llegó y me escondí en el segundo piso mientras los escuchaba hablar, desde las escaleras veía como se besaban y se torno cada vez más fuerte. Vi como le hacía el amor a mi mujer, nunca había sentido ese nerviosismo y hormigueo que recorría mi cuerpo de pura exitación al ver como mi esposa gritaba de placer. Fue una experiencia maravillosa el ver como disfrutaba cada centímetro de su enorme pene entrando en su vagina que hasta yo me sentía completo al saber que mi mujer disfrutaba al máximo.
Nuestro sexo mejoró, cada vez más. Haciamos cosas que antes nunca habíamos intentado, la confianza se fue por las nuves que al salir de fiesta nos deciamos mutuamente que usaramos condón si algun encuentro ocurría, y si eso pasaba, al llegar a casa nos lo contabamos con detalle que terminabamos tan calientes haciendo el amor toda la noche. Disfruto compartir a mi eposa, y más que eso, disfruto verla feliz y satisfecha. Lo acepté y aprendí a vivir con ello, ahora creo que estamos más unidos que antes y aprendemos a vivir cada día más la vida, a disfrutarla.
Por medio de este foro, quisiera saber si alguien más -hombre o mujer- disfruta abiertamente de una infidelidad carnal como yo. Si alguna mujer u hombre ha pasado por esto y aprendió a vivir de esa forma, o si tienen la fantasía de compartir a su esposa u esposo y ver el acto.
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Saludos
Hola estoy por permitir que mo esposa tenga sexo con un amigo. Ya se han besado y tocado sus partes intimas. Hace dias me enoje porque sentí celos y le dije que no lo haga pero volvió a mandarle msj y lo van hacer en un día. Me exita que ella tenga sexo con otro hombre pero a la vez me da.miedo que me deje porque el está divorciandose y tiene la.misma edad que el 34 años. Yo tengo 50 y creo que puede enamorarse. Ella me dice que.no que es sólo sexo. Que.me aconsejan?
Antes que nada saludos para tod@s, soy nuevo en este foro, más que una opinión/consejo -aunque todos serán bien recibidos- vengo a contarles mi experiencia, espero tengan tiempo para leerla y conocer más gente en este ambiente.
Mi caso es el siguiente.
Yo soy de México pero desde joven me fuí a vivir a Estados Unidos donde me casé y actualmente vivo. Tengo casado ya 15 años con una hermosa mujer gringa, rubia y de cuerpo impecable. Nuestro matrimonio siempre fue muy honesto y con buena comunicación y confianza, que prácticamente acepté la cultura americana y la forma de vida especialmente de mi mujer. Ella siempre me contó de sus relaciones amorosas antes de conocernos a lo cual yo nunca le vi algún problema y de hecho yo tambén le contaba de mis aventuras.
Nunca nos restringimos nada, a veces salimos los dos con los amigos, en ocasiones ella sale sola con sus amigas, ya saben, noche de chicas y en otras yo solo con mis amigos.
Hace meses le encontré mensajes extraños en su celular pero me lo tomé a la ligera, hasta que se hicieron en llamadas que ella ignoraba cuando estaba yo, o en veces se iba a otros lados a contestar. Yo pensaba lo peor, que me estaba poniendo el cuerno, así que un día para salir de dudas la seguí discretamente hasta un bar en la ciudad y me llevé la sorpresa de que me engañaba con un hombre afro/americano. En ese momento sentí rabia que quería entrar alli y descargar todo mi enojo pero decidí regresar a casa y esperar a que llegara para enfrentarla. No podía dormir de sólo pensar por lo que estaba pasando pero en el fondo sentía algo como exitación.
El sexo entre nosotros siempre fue bueno, siempre me aseguré de que quedara satisfecha, siempre me tomé el tiempo para escucharla y conquistarla día tras día así que me cuestionaba a mi mismo que había hecho mal.
Esa noche al llegar ella, -yo estaba un poco más relajado después de unos tragos de alcóhol- me armé de valor para cuestionarle aquello. Lo saqué todo, desde los mensajes que le había encontrado hasta que la seguí para espiarla, no le quedó más remedio que aceptarlo, que desde hace meses se veía con aquel hombre. Mientras me lo contaba empecé a sentir como la sangre se me calentaba, sentía los latidos tan fuertes de mi corazón que me retumbaba la cabeza, me daban mareos y mi cuerpo temblaba, pero no de enojo, sino de exitación, no sabía porqué pero me estaba calentando al escucharla tan detalladamente.
Le pedí explicaciones, ella me dijo que tenía una gran atracción sexual por los hombres negros, que sólo era deseo carnal y no sentimental. Que a mi me ama y es con quien quiere estar y con quien decidió compartir su vida, que yo no había hecho nada mal sino que era como una debilidad y atracción sexual pasajera pero que nunca había sido capaz de amar a alguien de raza negra. Aquel hombre había sido su amante por casi un año, él es casado, tiene hijos y que lo suyo sólo es sexo sin amor, que él no está dispuesto a dejar a su esposa y ella -mi esposa- tampoco está dispuesta de divorciarse.
Pasaron los días, casi no hablabamos. Yo trataba de asumirlo, mi enojo se fue tornando en placer. Nunca pensé en el divorcio porque a pesar de todo la sigo amando y es con ella con quien quiero estar.
Empezamos nuevamente la comunicación, yo trataba de evitar el tema y actuaba como si nada había pasado. Ahora ella era quien trataba de conquistarme a mi, se volvió más romántica, más detallista y comprensiva y en el sexo hasta creo que mejoró.
Cuando le hacía el amor, no podía dejar de pensar como se lo hacía aquel hombre, me provocaba una enorme exitación que la deseaba cada vez más. Nunca me pasó por la mente regresarsela, serle infiel, yo la quería a ella.
Cada día lo aceptaba más, que a pesar de todo el amor que alguien siente, en algun momento llega una infidelidad carnal, al mismo tiempo que me cuestionaba si podía vivir con eso, de simplemente aceptarlo del todo y que formara parte de mi vida, así que tomé la iniciativa. Había pasado ya casi un mes y la confianza fue mejorando, ella me decía que no se veía más con su amante pero yo deseaba que lo hiciera, así que se lo propuse. Le dije que lo trajera a nuestra casa, que le dijera que yo andaba fuera de la ciudad y que le hiciera el amor ahí mismo -era ahora o nunca de aceptarlo- así que accedió.
Esa tarde llegó y me escondí en el segundo piso mientras los escuchaba hablar, desde las escaleras veía como se besaban y se torno cada vez más fuerte. Vi como le hacía el amor a mi mujer, nunca había sentido ese nerviosismo y hormigueo que recorría mi cuerpo de pura exitación al ver como mi esposa gritaba de placer. Fue una experiencia maravillosa el ver como disfrutaba cada centímetro de su enorme pene entrando en su vagina que hasta yo me sentía completo al saber que mi mujer disfrutaba al máximo.
Nuestro sexo mejoró, cada vez más. Haciamos cosas que antes nunca habíamos intentado, la confianza se fue por las nuves que al salir de fiesta nos deciamos mutuamente que usaramos condón si algun encuentro ocurría, y si eso pasaba, al llegar a casa nos lo contabamos con detalle que terminabamos tan calientes haciendo el amor toda la noche. Disfruto compartir a mi eposa, y más que eso, disfruto verla feliz y satisfecha. Lo acepté y aprendí a vivir con ello, ahora creo que estamos más unidos que antes y aprendemos a vivir cada día más la vida, a disfrutarla.
Por medio de este foro, quisiera saber si alguien más -hombre o mujer- disfruta abiertamente de una infidelidad carnal como yo. Si alguna mujer u hombre ha pasado por esto y aprendió a vivir de esa forma, o si tienen la fantasía de compartir a su esposa u esposo y ver el acto.
¿Lo soportarías?
Gracias por su tiempo, y no vendría mal que por aquí contaran sus experiencias.
Saludos
