Empieza por ser sincera
Con tu esposo y decirle lo que está pasando, ya te perdonó una vez y tú no supiste ni quisiste aprovechar la oportunidad que te brindó de seguir adelante con su matrimonio. Bien dicen que quien la hace una vez, la hace dos, tres....y seguiste traicionando su confianza, y traicionando también a su pariente. Dices que tu amante ya no te corresponde como antes y estas sufriendo, indudablemente en el pecado estas llevando la penitencia. Si todavía te queda un poquito de cariño por tu esposo, deja de engañarlo y dile que sigues en los mismos pasos y que es mejor que se separen, para así darle la oportunidad a él de rehacer su vida con alguien que lo sepa apreciar, valorar y amar. Piensa en el daño que le estas provando a una persona que te ha brindado su amor, su comprensión y en su momento su perdón, es mejor que lo dejes y que sigas con tu vida, como la quieras vivir.