Desde hace un buen tiempo me siento irresistiblemente atraida por mi cuñado, al comienzo me llamó la atención su personalidad extrovertida y su inteligencia; luego comenzó a seducirmr su natural galantería,también las atenciones que siempre me prodigó, no solo por estar pendiente de acudir en mi auxilio cuando lo necesitase, sinó por su actitud de entrega a una virtud tan ráramente utilizada por la mayoría de nosotros, como el de saber escuchar. La atención que ponía a mis palabras, era absolutamente dedicada (serio, apenado,sonriente,etc. según el tema); sus comentarios, a veces consejos, eran inteligentes y bien esbozados. Los detalles (tan apreciados por nosotras las mujeres y raramente desaprovechado por la mayoría de los hombres)eran parte de su personalidad; ( me cedía el interior de la vereda, se ofrecía a cargar cualquier paquete que yo pudiese estar sosteníendo,atento a servir mi vaso, a iniciarme alguna converzación salvadora, las veces que me he visto perdida y abandonada socialmente en alguna de esas reuniones con muchas personas y temas extraños. Esta es, permanentemente, su forma natural de conducirse con todos y para remate es una persona extraordinariamente carismática, todos lo quieren y aprecian mucho las bromas que hace, sus ocurrencias, su alegría, etc, etc (Necesitaría mucho espacio para seguir hablando de su arrolladora personalidad) Yo estoy casada con su hermano desde hace ocho años, él, mi esposo, viene descuidando muchos aspectos importantes en nuestra relación de pareja, su hermano, no se desde que momento, empezó a deslumbrarme. Yo sentí que mi cuñado, desde que lo conocí hace tres años, ha simpatizado siempre conmigo sin ninguna malicia; El problema es que ahora me siento enamorada de él, siento que lo deseo, me lo imagino a él haciéndome el amor en vez de mi esposo. Lo crucial es que desde hace mas o menos un año, el también se siente tremendamente atraído pr mi, nunca me lo ha dicho, pero sus miradas, sus gestos, su inocultable complacencia de estar cerca de mí, su redoblado interés en mi persona me ha hecho sentir en muchísimas ocasiones que sólo un ¡triz! nos separa de cometer la locura de entregarnos apasionadamente a una aventura.
Ambos sabemos que nos deseamos, pero también ambos hacemos de cuenta, por la gravedad del pecado, de que no existe nada (esto último, sabemos los dos que no es verdad). Hasta ahora, sólo se ha intensificado nustra platónica relación, las miradas cruzadas son cada vez mas intensas, los contactos "casuales" con nuestras manos son frecuentes, así como yo sueño con él, estoy segura que él sueña conmigo. El vive solo, está divorciado de su esposa desde hace cinco años. ¿Que hago?, a veces siento el impulso de declararle mi amor,
¿por qué? porqué ambos estamos esperando que el primer paso lo de el otro; y para ser franca a veces me siento decidida a hacerlo, ¿que me aconsejan por favor?