Voy a hablar siempre generalizando y en el supuesto de dos personas razonablemente enamoradas (es decir, dejando a un lado relaciones ya deterioradas...)
En el caso de una infidelidad, vosotras, en la mayoría de las ocasiones, la perdonáis, mientras, para nosotros, es casi imposible.
Para un hombre, se trata de un trauma insoportable y definitivo que supone, inevitablemente, el final de la relación (es más, si sucede, muchas veces, ella acaba iniciando una nueva relación con ese tercero, no es algo esporádico).
Pero, para una mujer..., y lo he visto mil veces, es una faena gorda (está claro) pero, le resulta increíblemente fácil llegar a perdonarlo y hasta es capaz de hacerlo de forma reiterada.
¿La explicación? He visto algunos debates (que si estáis "más implicadas", sois "menos orgullosas", etc., etc.), pero... para mí está muy claro...: NO OS AFECTA IGUAL (por eso sois capaces de superarla).
Pero... ¿por qué no os afecta tanto?
Es que me preocupa este tema..., porque, llegar a esta conclusión, echa por tierra toda mi filosofía de vida hasta ahora y explica el origen de tantos disgustos.
Siempre he supuesto que vosotras veíais este tema de la misma forma que yo..., por lo que siempre me he esforzado por demostrar mi cariño, por la persona que amaba, guardando escrupuloso cuidado en no provocar celos y mucho menos en ser infiel, incluso en etapa de "cortejo" (por decirlo así , ni siquiera de relación.
Y, después de tanto fracaso, me doy cuenta de lo equivocado que estaba con esa actitud.
No sólo no os afecta tanto, sino que, incluso, en muchos casos, hasta nos aporta cierto plus de "valor", como si, en el fondo, pensarais algo parecido a... "si es que... tengo un novio tan... macho, que consigue tirarse a cualquiera que se le cruce...".
Pregunto, y lo hago perplejo en mi ingenuidad, no para crear polémica ni nada parecido... ¿tendrá algo que ver con una forma generalizada de ver las relaciones sexuales en la que el hombre es el que..., de alguna manera, posee o domina y es la mujer la que es conquistada, poseída e incluso humillada...?
Es que, eso explicaría que..., para un hombre, una infidelidad, sea como si alguien le hubiera robado, como si la hubiera conquistado y "humillado" a ella y por tanto a él mismo, de forma que es un hecho irreparable, mientras que, para una mujer..., es sólo una situación indeseable (pero nada más), ya que le gustaría que le prestara atención completa a ella..., pero sin ser algo irreparable, ya que..., su chico no ha sido poseído o robado (siempre que no haya amor por medio, sino sólo una aventura esporádica, estrictamente sexual), sino que es él el que ha puesto su "bandera" en otro territorio... (digamos que fastidia, pero no tanto) y eso incluso le da más valor.
Me gustaría conocer vuestras opiniones para ver si una vida es suficiente para descubrir de qué va todo esto tan complicado...