Dios dice en el Sagrado Corán:
A aquellas de quienes temáis que se rebelen, exhortarlas y dejadlas solas en sus lechos (sin cohabitar) o recurrid a otra medida para que recapaciten, si os obedecen no las maltratéis. Dios es Sublime, Grande. [4:34]
El Islam prohíbe golpear a las mujeres y advierte estrictamente sobre ello. El Profeta (P y B) nunca golpeó a sus esposas o sirvientes, como narró Aisha en varias ocasiones. En general, la mujer es físicamente más débil que el hombre y de menor resistencia y normalmente es incapaz de defenderse de la violencia. A pesar que golpear a la mujer está prohibido como regla general, el Islam permite aleccionar a las esposas en un sentido muy restringido y limitado y sólo como último recurso y por un motivo válido. Esto sería similar a cuando se le da una palmada a un niño para que aprenda una lección y obedezca cuando todos los otros recursos fallan y es por su propio bien.
En la aleya que citamos, Dios habla del caso de una esposa que es inmoral y no respeta los derechos de su esposo. El trato en estos casos tan sensibles debe ser en etapas como vemos en la aleya. Un medicamento o el tratamiento de una enfermedad pueden ser muy crudos a veces, pero un enfermo está dispuesto a tomar o hacer algo para curarse. El remedio para tratar a una esposa de carácter censurable e inmoral debe hacerse gradualmente en tres etapas:
Primera etapa: La etapa del consejo, la orientación y la advertencia sobre el castigo de Dios. El esposo deberá recordarle a su mujer la importancia de proteger sus derechos en el Islam. Esta es una etapa sencilla y tranquila, pero si este trato resulta efectivo, entonces debe pasar a la segunda etapa.
Segunda etapa: No dormir con su esposa, o dormir con ella en la misma cama pero dándole la espalda, sin tocarla ni hablar con ella, ni tener relaciones sexuales. Esta etapa combina la rigurosidad y la bondad al mismo tiempo, a pesar de lo difícil de esta combinación. Pero si esto no funciona, sigue la tercera y última etapa de disciplina.
Tercera y última etapa: Darle una palmada sin lastimarla ni dejarle marcas en su cuerpo, evitando dañar su rostro u otras partes sensibles. Este caso es aplicable como último recurso y debe entenderse a modo de corrección y no como represalia o para lastimarla. El Islam prohíbe el maltrato físico severo como castigo. El Profeta (P y B) dijo:
Ninguno de vosotros debe golpear a su mujer como si fuera un esclavo y luego tener relaciones con ella al final del día.
Según la opinión de los psicólogos, esta medida es efectiva en dos tipos de mujeres. El primer tipo: las mujeres que son obstinadas, demandantes y autoritarias. Es el tipo de mujer que le gusta controlar y manejar todos los asuntos de su marido estándole encima y dándole órdenes. El segundo: las mujeres sumisas o sometidas. Es el tipo de mujer que disfruta de ser golpeada pues lo considera como signo de amor e interés.
G. A. Holdfield, un psicólogo europeo, dice en su libro Psicología y Moral:
El instinto de sumisión crece a tal punto que a veces la persona llega a disfrutar que alguien lo domine y sea cruel con él. Este instinto se manifiesta normalmente en las mujeres incluso sin que ellas sean conscientes de ello. Por esta razón, la mujer soporta más el dolor que el hombre. Una esposa con este tipo de carácter se se siente más atraída por su marido cuando éste la golpea. Por otro lado, nada pondrá más triste a esta clase de mujer que un hombre suave y obediente que nunca reaccione ante el carácter desafiante de la esposa.
Según las enseñanzas islámicas, llegar a reprender con una palmada es el último recurso. El Islam no permite ni aprueba este recurso a menos que ya se hayan probado las dos etapas anteriores y no se hubiesen obtenidos resultados. Es más, no se debe golpear a una mujer para solucionar los problemas matrimoniales si ella quiere el divorcio. Las tres etapas de disciplina mencionadas en esta aleya del Corán son una medida para proteger la unión familiar. Una forma de destruir una familia es cuando la mujer es víctima del divorcio. El Islam intenta evitar el dolor, los problemas y los conflictos innecesarios.
Una estadística reciente realizada en Gran Bretaña declaró que el número de esposas que han sido brutalmente golpeadas subió de 6 400 en 1990 a 30 000 en 1992 y para 1995 ese número alcanzó a ser 65 400. Las estadísticas indican que este número se duplicará para fines de siglo. Estos datos se tomaron de las denuncias policiales sin saber cuántos casos más existen que las mujeres no denuncian.
La Sra. Annie Besant comparó la ley Islámica con la legislación occidental sobre los derechos de la mujer y llegó a la siguiente conclusión:
La ley Islámica es una de las mejores leyes conocidas en el mundo en lo que respecta a la mujer. Es la legislación más justa e imparcial. Excede a las leyes occidentales en cuanto a la propiedad, la herencia y el divorcio y actúa como guardián de los derechos de la mujer. Frases como una mujer es suficiente para un hombre y poligamia están mistificadas y aleja a la gente de la miseria real que sufre y vive la mujer occidental. Muchos hombres abandonaron a sus esposas después de obtener lo que querían sin demostrar ningún tipo de interés, preocupación o misericordia por ellas.
http://www.womeninislam.ws/es/el-maltrato-fisico.aspx