Todo esto hablalo con tu marido
aclarale que no permitirás que se entrometa su familia, que hay muchas cosas que ustedes, los dos, únicamente decidirán, si el ajuar, si quien viene o no a tu casa, si pintan o no de qué color y siempre que inviten a uno y venga con tres o cuatro de la familia, tú sólo comenta lo que creas que debes comentar con tu suegra, en este caso.
Sólo dirijete a ella, si la tia, si la prima, si el primo, si la novia del primo, si el perro, opina, tú, como si empezara a llover, me explico.
Yo así le hice, a la suegra la moderaba, había cosas que no le avisabamos, no le comentabamos y sólo él y yo nos las comíamos, había otras que sí les deciamos, por ejemplo, ya estamos viviendo ahora en tal lugar, ya estoy de encargo, el día tal es el bautizo de su nieta, cosas avisadas sin tiempo para que ella se entrometa, a veces, cuando ya habíamos ido o venido o comprado o entrado o salido, si nos preguntaban, lo comentabamos, si no, no decíamos nada.
Esa fue la manera de que funcionara mi relación con mi suegra y cuñadas, si yo oía que comentaban de tal o cual de la familia, ni buscaba la cara para que me comentaran también a mí, ni menos yo les pedía opinión, ni entraba ni me entrometía ni menos permitía que se entrometieran en mis cosas, las de mi exmarido ni menos las de mi familia. Simplementa sehttttttttttt, muda, no de cara, pero si muda, comentando las cosas más elementales, sin ahondar en confidencias ni hacerme de complicidad con NADIE.
Me parece que así pintando una raya imaginaria tú podrás defender tú terreno y como guerra avisada no mata soldado, tú dile a tu marido lo que piensas que no quieres ni que sean entrometidos ni tú ser entrometida, que cada uno en su casa y Dios en la de todos.