A mi novio tampoco lo querían
Te contaré mi experiencia, que te puede parecer un poco exagerada , pero es la pura realidad .
Mi madre también es de las que valoran a los novios por su nivel cultural y económico ,nos ha llegado a decir que lo importante es casarse con alguien de dinero, que no hace falta amor, lo principal es casarse el amor ya vendrá después, si es que viene, que eso son chorradas de las telenovelas ....
Cuando yo, con 25 años, malviviendo por mi cuenta, con mi trabajo de niñera y empleada doméstica, me eché un novio, 3 años más joven,que trabajaba como aprendiz de electricista,y con un sueldo bastante ridículo, empezó a buscarle todos los defectos del mundo sin conocerlo, sólo por lo que me oía a mí hablar de él . Por supuesto era tal el disgusto porque yo tuviese un novio pobre, que ni se me ocurría presentarlo en casa, y llevábamos ya 3 años juntos. En cambio el novio de mi hermana era perfecto, porque tenía una carrera, era ingeniero licenciado y con un sueldo increíble, así que a los dos meses de novios, ya comía y cenaba en casa y le daban un trato que ni a mí.
El caso es que cuando le dije a mis padres que me casaba, montaron en cólera , me llamaron de todo, insultaron a mi novio y dijeron que no venían a la boda . Me casé a los dos meses sin avisarles de la fecha, y no volví a aparecer por casa ni a llamarlos, pues no sólo me ofendían a mí sino también a mi novio, y todo porque no era rico (como si yo o ellos lo fuesen)
Más tarde, mi hermana preparó su boda con su ingeniero, y dos semanas antes de la boda, la dejó plantada, cuando ya tenían todo organizadísimo (iglesia, ceremonia, restaurante, vestido novia, etc) (Las vueltas que da la vida, ahí se le cayó la cara de vergüenza a mi madre).
Desde entonces, mis padres han intentado acercarse un poco más a mí y a mi marido, viendo que llevamos 6 años casados, y que nos va fenomenal y que hemos ido progresando en nuestros trabajos. Pero ahora soy yo, la que sigo sin querer acercarme más a ellos ,dado el trato y la ofensa que nos hicieron. Así que visitas, las justas, por Navidades y fiestas familiares. En cambio a casa de mis suegros voy todos los fines de semana porque desde un principio me aceptaron sin más, sin juzgarme, para que luego hablemos de suegras....
Cada uno tiene que hacer su vida, y es posible que se equivoque o que no, pero lo tenemos que aprender por nosotros mismos, y aunque sean nuestras madres, entiendo que no tienen porqué rechazar a nuestras parejas sólo por motivos económicos ..