Hola, les cuento lo que me está pasando. Soy una mujer de 38 años, casada. Me dedico a dar clases de diferentes materias en el área de humanidades en una escuela preparatoria mixta a jóvenes entre 16 y 18 años.
Hace 7 meses, empecé a recibir correos anónimos de un joven que decía estar enamorado de mí, a diario recibía por lo menos uno que contenía poesía, frases de amor, fotos de flores, etc. Yo todos los borraba en cuanto los leía y pensaba qué ganas de perder el tiempo y de estar molestando. A los 15 días de estar recibiendo estos correos, hasta se lo comenté a mi marido y me dijo debes tener cuidado, no vaya a ser un tipo psicópata o acosador, debes de verlo con la dirección de la escuela para que tomen cartas en el asunto. La verdad es que no hice nada, no me pareció tan grave la situación, solo los borraba y punto.
Pasados 30 días, ya me pareció excesiva su insistencia y su paciencia de estar mandándolos y no recibir respuesta mía. Pensé, vaya este chico por lo menos tiene la virtud de ser paciente y perseverante, por lo que decidí confrontarlo y usando otro correo distinto al de la escuela, le escribí y en breves palabras le dije: Por favor, ya deja de estar molestando, no me parece nada gracioso lo que haces .. Su respuesta concreta fue: Sabía que tarde o temprano contestarías. Tu respuesta es el inicio de nuestra relación. Te amo Su respuesta me dejó entre enojada y sorprendida, sobre todo por la seguridad que mostraba al decirme que era el inicio de nuestra relación. No sé como lo hizo pero poco a poco fue llamando mi interés a través de sus correos
Pues sin entrar en más detalles, les puedo decir que hoy en día, mantengo una cyber relación con este joven. Casi a diario nos comunicamos y el día que eso no sucede lo extraño. Nunca nos hemos visto personalmente, tampoco le he mandado fotos en dónde aparece mi cara. Nunca la he mandado fotos en dónde aparezco desnuda, pero si alguna que otra en ropa interior, Por su parte, yo de él si tengo algunas fotos en dónde aparece desnudo, pero tampoco me las ha mandado en donde se vea su cara.
Solo sé que es uno de mis alumnos y aunque casi estoy segura de quien es, nunca ha querido confirmarlo para mantener el secreto de esta relación. Él sí sabe quién soy y sin embargo yo no sé quién es él, lo que le da un toque de misterio y de morbo, y me fascina esta situación.
A lo largo de estos meses que he mantenido esta relación secreta, van dos veces que mi esposo me pregunta si ya no me han molestado y yo le he dicho que no, que ya no me mandan nada y eso lo tiene tranquilo.
No sé qué me pasa con esta relación tan especial. Creo que estoy enamorada de este joven secreto al grado de que siento que él me controla y me hace hacer cosas absurdas. Por ejemplo, bueno tenemos nuestras sesiones de chat erótico en dónde en ocasiones acabamos en la masturbación compartida, él viendo mis fotos y yo las suyas y diciéndonos cosas calientes que ni siquiera las digo cuando estoy con mi marido en la intimidad. Me calienta en extremo la manera tan sensual en que me dice las cosas y acabo por venirme. Él me ha pedido que cuando tengamos chat erótico y me masturbe pensando en él, no tenga relaciones con mi marido. Bien podría hacerlo y él no se enteraría de nada, sin embargo, le cumplo y no las tengo y el día que mi esposo lo quiere hacer, le invento un pretexto.
Todos los días por la mañana, porque él ha si me lo ha pedido, le tengo que mandar un correo en donde le platico la ropa que traigo puesta, incluida la ropa interior, y en ocasiones, cuando es posible, hasta le mando una foto.
Antes, por las tardes, aprovechando que mi esposo estaba en el trabajo, salía con mis amigas a platicar, a tomar un café, de compras, etc. Y ahora ya casi no lo hago porque tengo que esperar a que el entré a nuestro chat porque el día que no lo hago, se molesta. Si he de ir a algún lado, le tengo que dejar mensajes para avisarle. Parece mentira, pero cuando se enoja, tengo que ser yo la que le mande y mande mensajes y me contesta hasta que él quiere.
Sé que estoy mal, pero no puedo negar que este juego me gusta, se me hace tan bizarro estar en este tipo de relación tan atípica. Con él sí puedo hablar abiertamente de mis fantasías sin sentirme incomoda, me gusta que me haga ciertas preguntas y que me diga que soy Su Diosa, me encanta que llene de detalles mi correo electrónico, me encantan sus cosas de joven. La verdad es que con él me siento llena de vida.
