Leo y analizo, no sin sorpresa, personas que colocan etiquetas "humanas"en los posts de este foro. Dando por sentada y fidedigna la cuadrícula mental, la censura de lo implica tener una existencia, el recorrido de la experiencia.
En mi opinión la salubridad emocional no es tomar ideas de libros de autoayuda y exponerlas como si se tratase de una verdad absoluta y propia. La verdadera batalla es enfrentar con peor o mejor acierto esos avatares que en nuestro existir, la vida nos impone.
No existe el fracaso en... por ejemplo... el abandono de un cónyugue, no es motivo de escarnio o desdén. Es una situación muy dura que la gente de baja ralea o machista, usa como arma arrojadiza . Los errores y visicitudes están presentes para todos... TODOS. A estas alturas quien más y quien menos ha sufrido desengaños, humillaciones y desvelos. No entiendo porqué ridiculizan el dolor de una persona, su manera de expresarlo o lo que le salga de la seta contar. Todos sufrimos con objeto de aprender.
Y es por eso que no entiendo la soberbia de un sector foril al darse golpes de pecho, juzgar y condenar aquellos actos que se cometieron por hartazgo, acosos y derribos. Desconozco si fuíteis víctimas del foro y por ende, enfermas mentales que hacés gala del estigma del ogro o por el contrario sois matonas de patio de colegio, sólo por la forma de actuar porque edad ya no tenéis para eso.
Que leches os importa con quien hable Marian, lo que haga con su vida sexual, como decore su casa o si hace una caja pintada. El problema lo teneis vosotras con vuestras obsesiones, mirando cada detalle de lo que hace para distraeros.
Habéis echado a medio foro. Pero eso se acabó. Teneis más que callar que juzgar.
Empecemos el juego.
Besos rojor guerra a mis compis.