Foro / Pareja

Secretos de mujer

Última respuesta: 13 de septiembre de 2009 a las 11:18
A
arnau_6166093
11/4/09 a las 16:40

Colaboración de los lectores

Romance de una dama, es algo más que una hermosa historia de amor real, es una novela viva en la que se puede participar, desde escribir en los foros, en la variedad de los temas ya abiertos que van desde: Ser lesbiana algo natural, amistad, poesía, el comportamiento de los hijos etc. Hasta algo mas personal como es colaborar en SECRETOS DE MUJER, en el pedimos, a nuestros futuros lectores y lectoras, que nos cuentes como es su pareja ideal, o cosas interesantes sobre ese mundo complejo que en ocasiones es la pareja. Lo que nos escriban en Word, será publicada e ser posible en la primera edición de Romance de una dama.

Por eso pedimos a los lectores de los foros del país, uno de los medios de comunicación más importantes de España, y al mismo tiempo más plurales que existen, que nos expresen libremente los comentarios sobre este tema para incorpóralos a la novela. Los textos que incorporaremos a continuación, han sido explícitamente autorizados por sus autoras y autores para ser publicados en foros y todo tipo de eventos, siendo ellos los propietarios de la propiedad intelectual de los mismo, lo mismo que los publicados en la novela escrita

Muchas gracias por la colaboración, en nombre de los escritores de Romance y en el mío propio.

Recibid un cordial saludo, El mar

Ver también

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arnau_6166093
11/4/09 a las 16:43

Secretos de mujer
Secretos de mujer


Hola, soy La luna, protagonista de Romance y os voy a contar mis secretos de mujer. Digamos que un trocito de mi vida, junto con lo que me gusta o me disgusta y me seduce de un hombre forma parte de secretos de mujer.

Con veinticuatro años me casé, con un hombre con el que creí que iba a ser el amor de mi vida, pero al parecer me equivoqué. Yo como tantas otras mujeres sueñan con su príncipe azul, con el día de su boda, guapa y radiante con un vestido blanco, con un hombre tierno, dulce, cariñoso, sincero, romántico, con un gran corazón, que sepa valorar a una mujer como mujer y como persona. Pero la realidad fue muy distinta, acabe siendo un cero a la izquierda, alguien sin voz ni voto.

Al cabo de los años termine separándome, lo único bello, fruto de aquella relación y lo más lindo que tengo en mi vida, son mis dos preciosidades, que Dios me ha dado a las que quiero con locura, con todo mi corazón y que me hacen, la mujer más feliz del mundo.

Hay una segunda parte, o esa segunda oportunidad según se mire que todos merecemos en la vida. A los pocos años en mi vida, apareció ese hombre con el que yo tantas veces había soñado, ese príncipe azul, lo tiene todo, todo lo que una mujer puede desear, dulce, tierno, romántico, sensible, sincero, paciente, leal, comprensible, algo cabezota, ¿pero quien no lo es hoy en día?. En fin que es un sol, y sobre todo que quiere muchísimo a mis hijas y tiene mucha paciencia con ellas, y eso que sepáis amigas mías es de valorar, puesto que yo pienso, que a mí me pueden querer mucho pero que mis hijas están antes que yo y que si a mis hijas no las quieren, a mi no hace falta que me quieran tampoco.

Yo no tengo muchas preferencias de cómo sería mi hombre ideal, es decir me es indiferente que sea moreno, rubio, castaño o pelirrojo, que sea alto, bajo, gordo o flaco. Mientras que no sea una persona horrible lo demás me es igual, no busco un metro sexual, tan solo una persona sencilla de buen corazón, puesto que lo que importa es el interior, el exterior es secundario, el físico con el paso de los años acaba marchitándose, mientras que el interior de las personas perdura por siempre.

Mi chico o mi hombre ideal me gusta que sea simpático, agradable, dulce, tierno, encantador, detallista, romántico, leal, de buen corazón, noble, sincero, sobre todo sinceridad y confianza ya que en una pareja si existe la sinceridad, esa sinceridad y confianza mutua que es primordial, aparte del sexo, y que en toda pareja debería existir.

Aunque a simple vista esto parezca una cursilada, me encantan la rosas, y no tiene que ser porque haya habido una discusión, puesto que en la mayoría de las parejas bien sean novios, amigos, o matrimonios hay discusiones o enfados y el que diga que no discute es un mentiroso o mentirosa. Eso de que mi novio me venga con un ramo de rosas, puede ser a cualquier hora del día o de la noche, solo por el mero echo del detalle soy la mujer mas feliz del mundo.

Al contrario, no me gustan los hombres que sean el típico celoso compulsivo, dominante, agresivo, controlador y posesivo. Todo el mundo, o para matizar la mayoría de los hombres y ya no solo los hombres sino también las mujeres somos celosas pero habría que definir que clase de celos son, dicen que cuando tu pareja tiene celos es porque te quiere, es como una prueba de amor, siempre y cuando hablemos de celos buenos porque los otros deberíamos aparcarlos, o mejor dicho tirarlos al cubo de la basura.

Uno de mis defectos, vamos que es algo superior a mi, es que cuando no he dormido lo suficiente, y me despiertan pronto por las mañanas sea para lo que sea, ya que si no como quien dice te levantas con el pie izquierdo y todo lo que te digan te molesta.

Respecto a la seducción no me gusta que mi chico, por ejemplo si hemos estado casi un mes sin vernos, a la hora de vernos me lo encuentre con el calentón y solo tenga ganas de sexo, aquí te pillo aquí te mato. No, no amigas mías antes de nada se puede tener un dialogo, que tal te ha ido todo, que has hecho todos estos días etc. Y luego ya llegará lo que tenga que llegar, porque aunque no os lo creáis por lo que acabo de decir, claro que me gusta hacer el amor con mi chico y más si estado un montón de tiempo sin verlo, pero no así de esa manera.

Me gusta que sea con mucho romanticismo, con mucho cariño, que me bese dulce y apasionadamente y no esos besos tan rápidos, es decir: sentir sus labios sobre los míos, esos besos que te hacen derretirte y estar en una nube, sentir sus caricias, entregarte en cuerpo y alma, a ese amor, que es mi amor de juventud. Sentirte mujer, sentirte que estás viva, y sobre todo sentirte valorada.


LA LUNA

A
arnau_6166093
11/4/09 a las 16:45
En respuesta a arnau_6166093

Secretos de mujer
Secretos de mujer


Hola, soy La luna, protagonista de Romance y os voy a contar mis secretos de mujer. Digamos que un trocito de mi vida, junto con lo que me gusta o me disgusta y me seduce de un hombre forma parte de secretos de mujer.

Con veinticuatro años me casé, con un hombre con el que creí que iba a ser el amor de mi vida, pero al parecer me equivoqué. Yo como tantas otras mujeres sueñan con su príncipe azul, con el día de su boda, guapa y radiante con un vestido blanco, con un hombre tierno, dulce, cariñoso, sincero, romántico, con un gran corazón, que sepa valorar a una mujer como mujer y como persona. Pero la realidad fue muy distinta, acabe siendo un cero a la izquierda, alguien sin voz ni voto.

Al cabo de los años termine separándome, lo único bello, fruto de aquella relación y lo más lindo que tengo en mi vida, son mis dos preciosidades, que Dios me ha dado a las que quiero con locura, con todo mi corazón y que me hacen, la mujer más feliz del mundo.

Hay una segunda parte, o esa segunda oportunidad según se mire que todos merecemos en la vida. A los pocos años en mi vida, apareció ese hombre con el que yo tantas veces había soñado, ese príncipe azul, lo tiene todo, todo lo que una mujer puede desear, dulce, tierno, romántico, sensible, sincero, paciente, leal, comprensible, algo cabezota, ¿pero quien no lo es hoy en día?. En fin que es un sol, y sobre todo que quiere muchísimo a mis hijas y tiene mucha paciencia con ellas, y eso que sepáis amigas mías es de valorar, puesto que yo pienso, que a mí me pueden querer mucho pero que mis hijas están antes que yo y que si a mis hijas no las quieren, a mi no hace falta que me quieran tampoco.

Yo no tengo muchas preferencias de cómo sería mi hombre ideal, es decir me es indiferente que sea moreno, rubio, castaño o pelirrojo, que sea alto, bajo, gordo o flaco. Mientras que no sea una persona horrible lo demás me es igual, no busco un metro sexual, tan solo una persona sencilla de buen corazón, puesto que lo que importa es el interior, el exterior es secundario, el físico con el paso de los años acaba marchitándose, mientras que el interior de las personas perdura por siempre.

Mi chico o mi hombre ideal me gusta que sea simpático, agradable, dulce, tierno, encantador, detallista, romántico, leal, de buen corazón, noble, sincero, sobre todo sinceridad y confianza ya que en una pareja si existe la sinceridad, esa sinceridad y confianza mutua que es primordial, aparte del sexo, y que en toda pareja debería existir.

Aunque a simple vista esto parezca una cursilada, me encantan la rosas, y no tiene que ser porque haya habido una discusión, puesto que en la mayoría de las parejas bien sean novios, amigos, o matrimonios hay discusiones o enfados y el que diga que no discute es un mentiroso o mentirosa. Eso de que mi novio me venga con un ramo de rosas, puede ser a cualquier hora del día o de la noche, solo por el mero echo del detalle soy la mujer mas feliz del mundo.

Al contrario, no me gustan los hombres que sean el típico celoso compulsivo, dominante, agresivo, controlador y posesivo. Todo el mundo, o para matizar la mayoría de los hombres y ya no solo los hombres sino también las mujeres somos celosas pero habría que definir que clase de celos son, dicen que cuando tu pareja tiene celos es porque te quiere, es como una prueba de amor, siempre y cuando hablemos de celos buenos porque los otros deberíamos aparcarlos, o mejor dicho tirarlos al cubo de la basura.

Uno de mis defectos, vamos que es algo superior a mi, es que cuando no he dormido lo suficiente, y me despiertan pronto por las mañanas sea para lo que sea, ya que si no como quien dice te levantas con el pie izquierdo y todo lo que te digan te molesta.

Respecto a la seducción no me gusta que mi chico, por ejemplo si hemos estado casi un mes sin vernos, a la hora de vernos me lo encuentre con el calentón y solo tenga ganas de sexo, aquí te pillo aquí te mato. No, no amigas mías antes de nada se puede tener un dialogo, que tal te ha ido todo, que has hecho todos estos días etc. Y luego ya llegará lo que tenga que llegar, porque aunque no os lo creáis por lo que acabo de decir, claro que me gusta hacer el amor con mi chico y más si estado un montón de tiempo sin verlo, pero no así de esa manera.

Me gusta que sea con mucho romanticismo, con mucho cariño, que me bese dulce y apasionadamente y no esos besos tan rápidos, es decir: sentir sus labios sobre los míos, esos besos que te hacen derretirte y estar en una nube, sentir sus caricias, entregarte en cuerpo y alma, a ese amor, que es mi amor de juventud. Sentirte mujer, sentirte que estás viva, y sobre todo sentirte valorada.


LA LUNA

Secretos de mujer
MADRID 29 DE ENERO DE 2009.


Secretos de mujer por cristina

Buenos días, me llamo Cristina o Cris para l@s amig@s. Esto de escribir secretos de mujer para ROMANCE DE UNA DAMA para mi es como estar en el diván de un siquiatra, o en el confesionario de un cura de pueblo, vamos de los de antes que escuchaban pacientemente la confesión de una señora mayor, recordando viejos `pecados o los sueños de alguna adolescente loca.

Veréis, en primer lugar me haría mucha ilusión que esto se publicara en romance, y en algún foro de los que actualmente se habla del tema sobre todo en el País, donde mi padre trabajó durante 25 años y de los que guardo un grato recuerdo de mi adolescencia.

Bueno vamos a comenzar por algún sitio, empezaré contando cuando comencé a ser mujer, en casi toda Europa, la revolución sexual comenzó en mayo del 68, aquí como siempre en España vino como mínimo diez años mas tarde, es cuando nuestras madres o hermanas mayores empezaron a quitarse los sujetadores, a revindicar el condón, el aborto etc. En definitiva un mejor trato para la mujer.

Yo como la mayoría de las chicas de 30 a 40 años que hoy se consideran lesbianas, empecé teniendo novio en el instituto, si os dijera que lo pasé muy mal que me daba asco etc. Seria una gran mentirá una gran falacia. En ocasiones, si cierro los ojos aun recuerdo el palpitar de su sexo dentro de mí. Aun recuerdo con cariño su falta de control, y aunque estaba bien dotado, como llegaba al clímax mucho antes que yo y como la mayoría de vosotras que tenéis ahora 17 o 18 años tenia que conseguir una segunda erección para no quedarme a medias.

Yo me di cuenta que no era igual que la mayoría de mis amigas, en la pubertad sobre todo en los vestuarios, jugaba a balonmano y baloncesto, y mientras nos duchábamos o hacíamos tonterías en las duchas o al vestirnos, yo cuando me decían alguna cosa me ponía roja como un tomate. Me daba cuanta que lo que me gustaba eran los pechos y el sexo de mis amigas. Esto me ocurrió durante unos años, luego me di cuenta sobre todo al tener mis primeras relaciones con chicas, que lo que realmente quería es vivir y amar a una mujer. Pienso que la mayoría de las mujeres que hoy se consideran lesbianas han pasado por cosas parecidas, el problema es que muchas no lo reconocen y hablan pestes de los tíos sin motivos. Yo ahora tengo mi pareja, una chica a la que no cambiaria por nada del mundo ni hombre ni mujer.

El sexo lesbico: Hay un gran tabú sobre este tema, quizás creado por la falta de información que tienen los heterosexuales, o por el cine porno donde se considera a la mujer lesbiana, como alguien que tiene necesidad de sustituir el miembro del varón por algún juguetito erótico de gran tamaño. La verdad es que no es así, si tanto echáramos de menos el sexo de un hombre solamente haríamos una cosa, acostarnos con uno. La mayoría del sexo entre mujeres se basa en caricias con las manos, con los labios, con la lengua etc. Eso no quiere decir que no se usen consoladores, yo personalmente no me gustan, ya que si me gustas las mujeres y nosotras somos como somos, seria un contrasentido utilizar algo que las mujeres por naturaleza no tenemos.

Dijo Antonio Gala, que todas y todos somos un poco bisexuales y yo creo que tiene razón, que mujer en algún momento de su vida no ha sentido curiosidad por alguien de su propio sexo, o que hombre no lo ha deseado alguna vez, pero sobre todo el que pensarán de mi mis amigas o amigos nos impide tener una relación con alguien de nuestro mismo sexo.

Bueno a quien me lea ahora me siento muy bien conmigo misma, voy a cumplir 30 años, vivo con mi pareja a la que adoro y no tardaré en ser mama gracias a un hombre amiga de los las dos, pero eso es otra historia que os contaré en otra ocasión, si romance me da otra oportunidad.

BESOS, Cris

Texto enviado por Cristina, colaboradora de Romance de una dama, autorizado para su difusión pública.


A
arnau_6166093
18/4/09 a las 1:49
En respuesta a arnau_6166093

Secretos de mujer
MADRID 29 DE ENERO DE 2009.


Secretos de mujer por cristina

Buenos días, me llamo Cristina o Cris para l@s amig@s. Esto de escribir secretos de mujer para ROMANCE DE UNA DAMA para mi es como estar en el diván de un siquiatra, o en el confesionario de un cura de pueblo, vamos de los de antes que escuchaban pacientemente la confesión de una señora mayor, recordando viejos `pecados o los sueños de alguna adolescente loca.

Veréis, en primer lugar me haría mucha ilusión que esto se publicara en romance, y en algún foro de los que actualmente se habla del tema sobre todo en el País, donde mi padre trabajó durante 25 años y de los que guardo un grato recuerdo de mi adolescencia.

Bueno vamos a comenzar por algún sitio, empezaré contando cuando comencé a ser mujer, en casi toda Europa, la revolución sexual comenzó en mayo del 68, aquí como siempre en España vino como mínimo diez años mas tarde, es cuando nuestras madres o hermanas mayores empezaron a quitarse los sujetadores, a revindicar el condón, el aborto etc. En definitiva un mejor trato para la mujer.

Yo como la mayoría de las chicas de 30 a 40 años que hoy se consideran lesbianas, empecé teniendo novio en el instituto, si os dijera que lo pasé muy mal que me daba asco etc. Seria una gran mentirá una gran falacia. En ocasiones, si cierro los ojos aun recuerdo el palpitar de su sexo dentro de mí. Aun recuerdo con cariño su falta de control, y aunque estaba bien dotado, como llegaba al clímax mucho antes que yo y como la mayoría de vosotras que tenéis ahora 17 o 18 años tenia que conseguir una segunda erección para no quedarme a medias.

Yo me di cuenta que no era igual que la mayoría de mis amigas, en la pubertad sobre todo en los vestuarios, jugaba a balonmano y baloncesto, y mientras nos duchábamos o hacíamos tonterías en las duchas o al vestirnos, yo cuando me decían alguna cosa me ponía roja como un tomate. Me daba cuanta que lo que me gustaba eran los pechos y el sexo de mis amigas. Esto me ocurrió durante unos años, luego me di cuenta sobre todo al tener mis primeras relaciones con chicas, que lo que realmente quería es vivir y amar a una mujer. Pienso que la mayoría de las mujeres que hoy se consideran lesbianas han pasado por cosas parecidas, el problema es que muchas no lo reconocen y hablan pestes de los tíos sin motivos. Yo ahora tengo mi pareja, una chica a la que no cambiaria por nada del mundo ni hombre ni mujer.

El sexo lesbico: Hay un gran tabú sobre este tema, quizás creado por la falta de información que tienen los heterosexuales, o por el cine porno donde se considera a la mujer lesbiana, como alguien que tiene necesidad de sustituir el miembro del varón por algún juguetito erótico de gran tamaño. La verdad es que no es así, si tanto echáramos de menos el sexo de un hombre solamente haríamos una cosa, acostarnos con uno. La mayoría del sexo entre mujeres se basa en caricias con las manos, con los labios, con la lengua etc. Eso no quiere decir que no se usen consoladores, yo personalmente no me gustan, ya que si me gustas las mujeres y nosotras somos como somos, seria un contrasentido utilizar algo que las mujeres por naturaleza no tenemos.

Dijo Antonio Gala, que todas y todos somos un poco bisexuales y yo creo que tiene razón, que mujer en algún momento de su vida no ha sentido curiosidad por alguien de su propio sexo, o que hombre no lo ha deseado alguna vez, pero sobre todo el que pensarán de mi mis amigas o amigos nos impide tener una relación con alguien de nuestro mismo sexo.

Bueno a quien me lea ahora me siento muy bien conmigo misma, voy a cumplir 30 años, vivo con mi pareja a la que adoro y no tardaré en ser mama gracias a un hombre amiga de los las dos, pero eso es otra historia que os contaré en otra ocasión, si romance me da otra oportunidad.

BESOS, Cris

Texto enviado por Cristina, colaboradora de Romance de una dama, autorizado para su difusión pública.


Secretos de mujer
Texto autorizado por ANAIS SANCHEZ, colaboradora de Romance para el personaje de Marina.

MARINA

TEXTO PARA EL CASTING DE MARINA


AUTORA ANAIS

Marina yacía en la cama completamente desnuda, boca arriba, el cabello lo tenía totalmente revuelto y enredado, la luz que entraba por el ventanuco de su alcoba, le daba un aspecto irreal a la estancia. Los rayos del sol acariciaban dulcemente sus senos describiendo en ellos matices de mil colores, resaltaba la blancura de su cuerpo desnudo con las ropas de la cama de un color rojo intenso.
Marina suavemente se fue dando la vuelta y acariciando con sus largas manos la colcha de lana merina, buscaba en sueños, trataba de encontrar a quien no estaba, otra vuelta más, esta ver quedo encogida de lado con la mano entre su regazo. En pocos momentos una sensación extraña invadió todo su cuerpo, Lentamente abrió los ojos y llevó la mirada hacia el principio de sus muslos, dudo un momento y después en un gesto rutinario balanceó todo su cuerpo, hasta dejarlo en cruz con los brazos extendidos y las piernas ligeramente abiertas, sus ojos comenzaron a jugar con los rayos del sol que tenuemente iluminaban el aposento. Pensaba en Yafar, tenía esa sensación que solo una mujer siente cuando tiene ganas de amar a su hombre, y este no está para amarla, para poseerla, para llevarla hasta la locura.

Unos golpes en la puerta la devolvieron a la cruel realidad. Era Teresa la doncella que venia a traerle algo para almorzar. Marina le franqueó el paso, mirándole fijamente los hermosos pechos, que quedaban casi el descubierto, Teresa al sentirse contemplada, por la mirada lasciva de Marina se ruborizó, tropezó y estuvo apunto de verter la leche y el pan que llevaba en el canastillo.
Teresa: Sra. Me mira de unas maneras, que parece que me fuera a comer con los ojos
Marina: No seas tonta no hay nada malo en ello, yo he leído en algunos libros prohibidos, que los clérigos guardan celosamente. Como disfrutan dos mujeres juntas como se acarician, hasta llegar ha enloquecer de placer.
Teresa. No sé Sra. Yo creo que donde se ponga un buen varón, viril y apasionado, que se quité lo demás.
Marina. Por cierto Teresa, no ha venido algún emisario, con noticias para mí.
Teresa: No este mes no la ha invitado ningún conde de La Ribagorza ni El Urgel,
Con la de condes que hay en Castilla y Vd. Se los tiene que buscar en reinos ajenos.
Marina. Los de aquí están muy vistos y demasiado mayores para mí, yo necesito un hombre joven que me estreche entre sus brazos, hasta dejarme exhausta.
Teresa:. Pero la Sra. Aparte de buscárselos lejos luego no acude a las invitaciones.
Marina: Tu ya sabes que por mi padre que todo lo que no sea castellano no lo ve con buenos ojos
Teresa: Bueno sí la Sra. No me necesita, me retiro,
Marina: Ya te puedes ir Teresa.
Marina sé queda otra vez pensativa, si Teresa supiera que aquellas invitaciones de lejanos condes y marqueses, eran en realidad mensajes en clave de yafar, para quedar con ella, para decirle que día llegaría mas o menos. Ay su amado Yafar, solo de pensar en su nombre, su corazón se aceleraba, y su cuerpo se estremecía entero, los labios se le secaban, como si de alguna extraña enfermedad estuviera aquejada. Era un amor, una pasión mas fuerte que su voluntad.

ANAIS

A
arnau_6166093
25/4/09 a las 15:34
En respuesta a arnau_6166093

Secretos de mujer
Texto autorizado por ANAIS SANCHEZ, colaboradora de Romance para el personaje de Marina.

MARINA

TEXTO PARA EL CASTING DE MARINA


AUTORA ANAIS

Marina yacía en la cama completamente desnuda, boca arriba, el cabello lo tenía totalmente revuelto y enredado, la luz que entraba por el ventanuco de su alcoba, le daba un aspecto irreal a la estancia. Los rayos del sol acariciaban dulcemente sus senos describiendo en ellos matices de mil colores, resaltaba la blancura de su cuerpo desnudo con las ropas de la cama de un color rojo intenso.
Marina suavemente se fue dando la vuelta y acariciando con sus largas manos la colcha de lana merina, buscaba en sueños, trataba de encontrar a quien no estaba, otra vuelta más, esta ver quedo encogida de lado con la mano entre su regazo. En pocos momentos una sensación extraña invadió todo su cuerpo, Lentamente abrió los ojos y llevó la mirada hacia el principio de sus muslos, dudo un momento y después en un gesto rutinario balanceó todo su cuerpo, hasta dejarlo en cruz con los brazos extendidos y las piernas ligeramente abiertas, sus ojos comenzaron a jugar con los rayos del sol que tenuemente iluminaban el aposento. Pensaba en Yafar, tenía esa sensación que solo una mujer siente cuando tiene ganas de amar a su hombre, y este no está para amarla, para poseerla, para llevarla hasta la locura.

Unos golpes en la puerta la devolvieron a la cruel realidad. Era Teresa la doncella que venia a traerle algo para almorzar. Marina le franqueó el paso, mirándole fijamente los hermosos pechos, que quedaban casi el descubierto, Teresa al sentirse contemplada, por la mirada lasciva de Marina se ruborizó, tropezó y estuvo apunto de verter la leche y el pan que llevaba en el canastillo.
Teresa: Sra. Me mira de unas maneras, que parece que me fuera a comer con los ojos
Marina: No seas tonta no hay nada malo en ello, yo he leído en algunos libros prohibidos, que los clérigos guardan celosamente. Como disfrutan dos mujeres juntas como se acarician, hasta llegar ha enloquecer de placer.
Teresa. No sé Sra. Yo creo que donde se ponga un buen varón, viril y apasionado, que se quité lo demás.
Marina. Por cierto Teresa, no ha venido algún emisario, con noticias para mí.
Teresa: No este mes no la ha invitado ningún conde de La Ribagorza ni El Urgel,
Con la de condes que hay en Castilla y Vd. Se los tiene que buscar en reinos ajenos.
Marina. Los de aquí están muy vistos y demasiado mayores para mí, yo necesito un hombre joven que me estreche entre sus brazos, hasta dejarme exhausta.
Teresa:. Pero la Sra. Aparte de buscárselos lejos luego no acude a las invitaciones.
Marina: Tu ya sabes que por mi padre que todo lo que no sea castellano no lo ve con buenos ojos
Teresa: Bueno sí la Sra. No me necesita, me retiro,
Marina: Ya te puedes ir Teresa.
Marina sé queda otra vez pensativa, si Teresa supiera que aquellas invitaciones de lejanos condes y marqueses, eran en realidad mensajes en clave de yafar, para quedar con ella, para decirle que día llegaría mas o menos. Ay su amado Yafar, solo de pensar en su nombre, su corazón se aceleraba, y su cuerpo se estremecía entero, los labios se le secaban, como si de alguna extraña enfermedad estuviera aquejada. Era un amor, una pasión mas fuerte que su voluntad.

ANAIS

Secretos de mujer
SECRETOS DE MUJER

AUTORA, LORENA

MUJER 26 AÑOS, ARNEDO

Que cosa tan complicada y fácil a la vez, empezaremos por lo físico para acabar, con lo interior.

Me gustan los morenazos de ojos verdes y boca grande y sensual, no tienen por que ser metros sexuales ni tenérselo muy creído, sobre todo me encanta que sepan besar apasionadamente, que sepan acariciar que recorran con sus manos lenta y suavemente todo mi cuerpo, sin que un centímetro de el se quede sin sus caricias,

Ahora vamos con la seducción, lo primero que me vayan a buscar a casa, lo del ramo de rosas, depende del día, mas bien me encanta si tienen algo que perdonar, vamos que me han hecho alguna trastada por pequeña que sea, luego una buena cena, ir de marcha moderadamente, una buena zona de copas como la de Logroño de la catedral, y luego según se porte, tendrá premio esa noche o se lo tendrá que currar un poquito mas.

Una cosa que también me encanta de ellos es que sepan sorprenderme, vamos que a mi me hacen una novela y no digo la palabra, por si lo lee algún peque, pero como que me lo como a besos y muchomas, o un viaje sorpresa que no sepas hasta el ultimo momento donde te llevan el ultimo fue con un chico maravilloso, que vino con los billetes de avión el viernes para salir en unas horas para Roma, aparte de que Italia es preciosa, me impresionó mucho la forma de cómo lo hizo, el rollo de que me metió que teníamos Que ir a casa su tía, la mala lecha que se me puso y luego para acabar yendo, al aeropuerto de Madrid para coger un avión.

Creo que según pasan los años quizás aparte de las cualidades que toda mujer soñamos, sinceridad, buena persona, honesto, fiel, leal, sea la capacidad de sorprenderme o de hacerme reír, o la de una buena comunicación que sin ser un charlatán, sepa hablar de cualquier tema, y no solo de lo bueno que es en la cama, eso ya lo veremos al día siguiente amigos y amigas. Mías.

Fin.

AUTORA: LORENA

A
arnau_6166093
25/4/09 a las 15:38
En respuesta a arnau_6166093

Secretos de mujer
SECRETOS DE MUJER

AUTORA, LORENA

MUJER 26 AÑOS, ARNEDO

Que cosa tan complicada y fácil a la vez, empezaremos por lo físico para acabar, con lo interior.

Me gustan los morenazos de ojos verdes y boca grande y sensual, no tienen por que ser metros sexuales ni tenérselo muy creído, sobre todo me encanta que sepan besar apasionadamente, que sepan acariciar que recorran con sus manos lenta y suavemente todo mi cuerpo, sin que un centímetro de el se quede sin sus caricias,

Ahora vamos con la seducción, lo primero que me vayan a buscar a casa, lo del ramo de rosas, depende del día, mas bien me encanta si tienen algo que perdonar, vamos que me han hecho alguna trastada por pequeña que sea, luego una buena cena, ir de marcha moderadamente, una buena zona de copas como la de Logroño de la catedral, y luego según se porte, tendrá premio esa noche o se lo tendrá que currar un poquito mas.

Una cosa que también me encanta de ellos es que sepan sorprenderme, vamos que a mi me hacen una novela y no digo la palabra, por si lo lee algún peque, pero como que me lo como a besos y muchomas, o un viaje sorpresa que no sepas hasta el ultimo momento donde te llevan el ultimo fue con un chico maravilloso, que vino con los billetes de avión el viernes para salir en unas horas para Roma, aparte de que Italia es preciosa, me impresionó mucho la forma de cómo lo hizo, el rollo de que me metió que teníamos Que ir a casa su tía, la mala lecha que se me puso y luego para acabar yendo, al aeropuerto de Madrid para coger un avión.

Creo que según pasan los años quizás aparte de las cualidades que toda mujer soñamos, sinceridad, buena persona, honesto, fiel, leal, sea la capacidad de sorprenderme o de hacerme reír, o la de una buena comunicación que sin ser un charlatán, sepa hablar de cualquier tema, y no solo de lo bueno que es en la cama, eso ya lo veremos al día siguiente amigos y amigas. Mías.

Fin.

AUTORA: LORENA

Secretos de mujer
------------------------EL DIA QUE CONOCI A PABLO------------------------- --------


Hola, me llamo Ana soy de Valencia y trabajo de profesora de secundaria en un Instituto de Salamanca.

He oído hablar de vosotros, Romance de una dama en varios foros y en periódicos digitales, así que me decidí a pedir información en Internet sobre el tema, y la verdad es que he quedado gratamente sorprendida. No solo por lo que dice el narrador, ojala hubiese muchos hombres así, estos escasean, abundan bastante mas los que te cruzan la cara cuando les llevas la contraria, ¿verdad Sara? Que a sus 25 años en lugar de ser plenamente feliz le han cruzado la cara en varias ocasiones, cosa que a una mujer no le ha debido pasar nunca, y más por no querer hacerle algo muy especial a un hombre en la cama.

Muchas felicidades a romance, romance es una historia o historias de amor preciosas, pero sobre todo Romance somos todas y todos las los que escribimos y llenamos estas paginas con la historia de nuestras vidas, así que si me dejáis os contaré la mía.

Cuando acabé magisterio hace ahora diez años, conocí a un chico por Internet, era la época que empezaba a ponerse de moda Internet, al principio no le di mucha importancia, pero poco a poco me fue cautivando, y en unos meses me sentí presa de su amor, vamos como vulgarmente se dice acabé enchochada por él. Yo estaba de interina en un colegio de Valencia, así que no me fue muy difícil pedir Salamanca, por cierto una ciudad preciosa en donde las haya. En unos meses ya estábamos viviendo juntos y haciendo planes de futuro.

Al principio de la convivencia, yo tomaba la píldora para no quedarme embarazada, pero ante su insistencia de que le gustaría ser papá, yo dejé de tomarla. Aparte que el aunque no tenía trabajo fijo, era albañil, nunca le faltaba la faena y te daba la confianza necesaria como mujer para darle un hijo. En navidad le di la sorpresa, y le dije que íbamos a ser papas. La verdad que su reacción no fue buena, me dijo: Si ya lo sabía yo que es lo andabas buscando, pero poco a poco se fue calmando y comenzamos a pensar en el bebé.

Yo ya estaba de 24 semanas y acabábamos de saber el sexo del bebé, íbamos a tener un niño, que se llamaría como su padre David, eso fue un jueves y el sábado salió a tomar unas copas con sus amigos a celebrar que era un varón, ya que a el le hacia mucha ilusión un niño. No volví a verle en años. Al principio creí morirme, su móvil apagado, denuncié su desaparición luego cambio de compañía, dio de baja el número por lo que la policía me dijo que la desaparición había sido voluntaria.

Unos meses después di a luz un niño al que para evitar problemas llamaré J, La verdad desde entonces en los próximos cinco años jamás me arrimé a un hombre, pesé a mi edad, incluso estuve a punto de acostarme con una compañera de trabajo que es lesbiana, y aunque a mi no me gustan las mujeres, reconozco que muy pocas personas se han portado en la vida como Merche, ahora que se va ha casar me alegro profundamente, Merche si lees esto yo te quiero de otra manera que tu a mi, pero muchas gracias por ser como eres, seguro que a Raquel la haces muy feliz.

En el cumple de una amiga, hace cuatro años conocí a Pablo, su hermano, era un hombre 12 años mayor que yo solícito, atento, y todo aquello que un hombre de 42 años te puede ofrecer. A mi físicamente, no me gustaba, ya que se alejaba bastante de mis fantasías sobre un hombre ideal como David, fuerte, moreno, y profundamente Latino. Pero poco a poco me fue cautivando, seduciendo hasta que una noche que me quedé en su casa me hizo enloquecer, fui a su habitación después de una fiesta y le hice de todo lo que una mujer le puede hacer a un hombre para que nunca la olvide.

Después de un par de años decidimos casarnos, y así lo hicimos una espléndida mañana de mayo. Eras las 8 de la tarde y ya los invitados se iban marchando, estábamos contestando a unos mensajes de móvil. Lo clásico en ese día que van desde la felicitación, hasta que no lo mates en un achuchón en la noche de bodas. De pronto Pablo palideció, yo pensé que le pasaba algo grave de salud, se dejó caer en un sofá mientras me daba su móvil. Un mensaje de un número no identificado decía lo siguiente: Soy David el padre de J en breve tendréis noticias de mi abogado, para reclamar lo que me corresponde. Y así fue después de una noche de lloros donde ni siquiera hicimos el amor, en unos días llegó la carta reclamando la paternidad y la demanda para someterse a las pruebas de ADN. Yo reconocí que el era el padre de mi hijo, y aconsejada por mi abogada reclame la deuda para la manutención de mi hijo. En el juicio solo fueron derechos, con un abogado de caché, pero obligaciones ninguna. Al final la juez fue justa y le pidió 19 mil euros de atrasos y una pensión próxima a los 400 euros mensuales. Su respuesta fue clara, ni siquiera recurrió, hizo lo que hacen todos LOS COBARDES, desapareció como la primera vez.

Bueno pues esa es mi historia como la de muchas de vosotras, y que afortunadamente, tengo un hombre bueno a mi lado, que aunque no sea mi primer amor, la verdad es que nos queremos con locura.

Muchas gracias a Romance por esta oportunidad, podéis publicar la presente en la novela o en los foros o periódicos que os apetezca, espero que sea de utilidad a muchas mujeres.

Un beso, ANA

A
arnau_6166093
25/4/09 a las 17:58
En respuesta a arnau_6166093

Secretos de mujer
------------------------EL DIA QUE CONOCI A PABLO------------------------- --------


Hola, me llamo Ana soy de Valencia y trabajo de profesora de secundaria en un Instituto de Salamanca.

He oído hablar de vosotros, Romance de una dama en varios foros y en periódicos digitales, así que me decidí a pedir información en Internet sobre el tema, y la verdad es que he quedado gratamente sorprendida. No solo por lo que dice el narrador, ojala hubiese muchos hombres así, estos escasean, abundan bastante mas los que te cruzan la cara cuando les llevas la contraria, ¿verdad Sara? Que a sus 25 años en lugar de ser plenamente feliz le han cruzado la cara en varias ocasiones, cosa que a una mujer no le ha debido pasar nunca, y más por no querer hacerle algo muy especial a un hombre en la cama.

Muchas felicidades a romance, romance es una historia o historias de amor preciosas, pero sobre todo Romance somos todas y todos las los que escribimos y llenamos estas paginas con la historia de nuestras vidas, así que si me dejáis os contaré la mía.

Cuando acabé magisterio hace ahora diez años, conocí a un chico por Internet, era la época que empezaba a ponerse de moda Internet, al principio no le di mucha importancia, pero poco a poco me fue cautivando, y en unos meses me sentí presa de su amor, vamos como vulgarmente se dice acabé enchochada por él. Yo estaba de interina en un colegio de Valencia, así que no me fue muy difícil pedir Salamanca, por cierto una ciudad preciosa en donde las haya. En unos meses ya estábamos viviendo juntos y haciendo planes de futuro.

Al principio de la convivencia, yo tomaba la píldora para no quedarme embarazada, pero ante su insistencia de que le gustaría ser papá, yo dejé de tomarla. Aparte que el aunque no tenía trabajo fijo, era albañil, nunca le faltaba la faena y te daba la confianza necesaria como mujer para darle un hijo. En navidad le di la sorpresa, y le dije que íbamos a ser papas. La verdad que su reacción no fue buena, me dijo: Si ya lo sabía yo que es lo andabas buscando, pero poco a poco se fue calmando y comenzamos a pensar en el bebé.

Yo ya estaba de 24 semanas y acabábamos de saber el sexo del bebé, íbamos a tener un niño, que se llamaría como su padre David, eso fue un jueves y el sábado salió a tomar unas copas con sus amigos a celebrar que era un varón, ya que a el le hacia mucha ilusión un niño. No volví a verle en años. Al principio creí morirme, su móvil apagado, denuncié su desaparición luego cambio de compañía, dio de baja el número por lo que la policía me dijo que la desaparición había sido voluntaria.

Unos meses después di a luz un niño al que para evitar problemas llamaré J, La verdad desde entonces en los próximos cinco años jamás me arrimé a un hombre, pesé a mi edad, incluso estuve a punto de acostarme con una compañera de trabajo que es lesbiana, y aunque a mi no me gustan las mujeres, reconozco que muy pocas personas se han portado en la vida como Merche, ahora que se va ha casar me alegro profundamente, Merche si lees esto yo te quiero de otra manera que tu a mi, pero muchas gracias por ser como eres, seguro que a Raquel la haces muy feliz.

En el cumple de una amiga, hace cuatro años conocí a Pablo, su hermano, era un hombre 12 años mayor que yo solícito, atento, y todo aquello que un hombre de 42 años te puede ofrecer. A mi físicamente, no me gustaba, ya que se alejaba bastante de mis fantasías sobre un hombre ideal como David, fuerte, moreno, y profundamente Latino. Pero poco a poco me fue cautivando, seduciendo hasta que una noche que me quedé en su casa me hizo enloquecer, fui a su habitación después de una fiesta y le hice de todo lo que una mujer le puede hacer a un hombre para que nunca la olvide.

Después de un par de años decidimos casarnos, y así lo hicimos una espléndida mañana de mayo. Eras las 8 de la tarde y ya los invitados se iban marchando, estábamos contestando a unos mensajes de móvil. Lo clásico en ese día que van desde la felicitación, hasta que no lo mates en un achuchón en la noche de bodas. De pronto Pablo palideció, yo pensé que le pasaba algo grave de salud, se dejó caer en un sofá mientras me daba su móvil. Un mensaje de un número no identificado decía lo siguiente: Soy David el padre de J en breve tendréis noticias de mi abogado, para reclamar lo que me corresponde. Y así fue después de una noche de lloros donde ni siquiera hicimos el amor, en unos días llegó la carta reclamando la paternidad y la demanda para someterse a las pruebas de ADN. Yo reconocí que el era el padre de mi hijo, y aconsejada por mi abogada reclame la deuda para la manutención de mi hijo. En el juicio solo fueron derechos, con un abogado de caché, pero obligaciones ninguna. Al final la juez fue justa y le pidió 19 mil euros de atrasos y una pensión próxima a los 400 euros mensuales. Su respuesta fue clara, ni siquiera recurrió, hizo lo que hacen todos LOS COBARDES, desapareció como la primera vez.

Bueno pues esa es mi historia como la de muchas de vosotras, y que afortunadamente, tengo un hombre bueno a mi lado, que aunque no sea mi primer amor, la verdad es que nos queremos con locura.

Muchas gracias a Romance por esta oportunidad, podéis publicar la presente en la novela o en los foros o periódicos que os apetezca, espero que sea de utilidad a muchas mujeres.

Un beso, ANA

Secretos de mujer
SECRETOS DE MUJER

Por Anais Sánchez


Hola me presentaré, me llamo Anais, tengo 28 años, vivo cerca de la calle Alcalá, vamos que soy Madrileña o Gata como preferíais. Bueno ante todo como soy una chica bisexual, en las próximas páginas, voy a tratar de definir lo que me gusta de los dos sexos. Hay muchas chicas bisex, que tiene muchas dudas, que están echas un lío, de sí les gusta un chico para pareja o una chica. Yo prefiero para vivir un chico por lo menos así ha sido de momento, aunque no descarto nada en el futuro.

En primen lugar sin querer ofender a nadie, creo que el cuerpo de una mujer es lo más perfecto que hay. Yo realmente para darme placer no necesito a nadie, bastaría cualquier objeto cotidiano que tenemos en casa, o solo con abrir el frigorífico, seguro que encuentro algo natural con lo que disfrutar de mi cuerpo. Sin pasar por alto las nuevas teologías, o uno de esos juguetitos, mas o menos sofisticado. Darme una buena ducha o un buen baño y dejar volar mi imaginación. Pero cuanto terminemos, después de alcanzar el clímax, nos pasa una cosa, que nos sentiremos profundamente solas. Por eso necesitamos ese calor humano esa corriente de sensaciones, que solo nos puede proporcionar, un hombre o una mujer.

LA MUJER POR ANAIS

Para mí la mujer es la fruta prohibida, aunque hoy en día se pude besar o amarse con toda normalidad, sigue teniendo algo de enigmático, misterioso para mí entender. En teoría no tendría que ser así. Ya que es igual que mi cuerpo, pero la verdad es que me excito machismo solo de pensar en ello. Quizás sea porque en los últimos dos años, solamente me he besado, con las chicas, no he llegado a nada más. Por eso sea tal vez por lo que deseo tanto hacerlo con una mujer.

Físicamente no tengo demasiadas preferencias, me gustan tímidas, y si solo son lesbianas, que no sean el tipo de mujer agresiva, que vemos en ocasiones, para eso con los tíos sobra, ¿no creéis amigas mías?. La agresividad no sirve para nada, desde mi punto de vista, y menos para disfrutar del buen sexo.
Yo las prefiero como yo con una cierta experiencia, pero sin pasarse, y la verdad es que también me ponen mogollón, las que les pica la curiosidad y por circunstancias, nunca se han atrevido hacerlo. A ellas decirles que lo prueben que no se arrepentirán sobre todo si busquen como compañera a una mujer mas o menos igual que ellas, vamos con poco o ninguna experiencia. Que porqué? Por una sencilla razón si lo hacen con alguien que lo hace casi todos los días, para ella será algo cotidiano, y solo serás una de tantas.

Por lo demás ya metidas en la cama creo que más o menos me gusta como con los chicos, salvando las diferencias físicas claro está.

EL HOMBRE POR ANAIS

El hombre es mucho más sencillo que nosotras, por lo menos en lo que a la respuesta sexual me refiero, por eso somos nosotras las que los hemos mas o menos que controlar, vamos que en la cama son como niños, eso sí, si miden 185 son morenos y tiene el pelo rizado como D. Bisval, vamos que te puedes morir de placer solo de pensar el resto.

Aunque la primera impresión siempre nos entra por los ojos, luego hay que fijarnos en lo que esconde el envoltorio. Tanto de ellos como de ellas, vamos los sentimientos, los detalles, la ternura de su corazón, y en ocasiones vale la pena renunciar al metro sexual, o una chica perfecta, por despertarte abrazada a un buen tío o una buena tía, alguien en quien confiar hasta tu vida si fuera necesario.

Para terminar hablaré un poquito de la seducción. Si es un hombre me gusta que me seduzca, que me desee con locura, que me llegue al éxtasis, sobre todo me apasiona que lo haga mientras cenamos, ver como sus ojos como se van encendiendo mientras sobaremos un buen Ribera del Duero o un Rioja, esas miradas, eso pensamientos mutuos, cuando mantenemos la copa de vino entre los labios. Contemplado el rojo y apasionado licor, pensamos en todo menos el vino.

Después la forma que tenga de ayudarme a quitar la ropa, de ir descubriendo mi cuerpo sin prisa por mucho deseo que tenga, la forma de acariciarme, con sus manos y sus labios. Ahí es donde me demostrara lo buen amante que es y no durante el coito, por muy bien dotado que pueda estar.

Entre nosotras es un poco diferente, sobre todo si no somos muy expertas, las miradas furtivas, que pasas de la complicidad que tienen las chicas heteo, para convertirse en algo más, esas caricias con los labios casi sin querer atreverte. En este caso me gusta a mí llevar la iniciativa. Sobre todo me entusiasman las caricias, los besos tan diferentes a los de los hombres. Para las que nunca halláis besado a una mujer, ellos besas con prisas, nosotras no. En el sexo pasa igual el chico quiere llegar al orgasmo enseguida, las chicas preferimos disfrutar de toda nuestra sensualidad, al máximo antes de alcanzar el clímax. Es algo muy especial, nosotras no somos egoístas, Si una llega antes, la otra no la va a dejar a medias va a seguir acariciándola hasta que alcance él cielo.

Espero que los comentarios que he hecho no produzcan ningún tipo de polémica, ya que solo es mi opinión personal.
O mis secretos de mujer.

ANAIS

A
arnau_6166093
26/4/09 a las 16:51
En respuesta a arnau_6166093

Secretos de mujer
SECRETOS DE MUJER

Por Anais Sánchez


Hola me presentaré, me llamo Anais, tengo 28 años, vivo cerca de la calle Alcalá, vamos que soy Madrileña o Gata como preferíais. Bueno ante todo como soy una chica bisexual, en las próximas páginas, voy a tratar de definir lo que me gusta de los dos sexos. Hay muchas chicas bisex, que tiene muchas dudas, que están echas un lío, de sí les gusta un chico para pareja o una chica. Yo prefiero para vivir un chico por lo menos así ha sido de momento, aunque no descarto nada en el futuro.

En primen lugar sin querer ofender a nadie, creo que el cuerpo de una mujer es lo más perfecto que hay. Yo realmente para darme placer no necesito a nadie, bastaría cualquier objeto cotidiano que tenemos en casa, o solo con abrir el frigorífico, seguro que encuentro algo natural con lo que disfrutar de mi cuerpo. Sin pasar por alto las nuevas teologías, o uno de esos juguetitos, mas o menos sofisticado. Darme una buena ducha o un buen baño y dejar volar mi imaginación. Pero cuanto terminemos, después de alcanzar el clímax, nos pasa una cosa, que nos sentiremos profundamente solas. Por eso necesitamos ese calor humano esa corriente de sensaciones, que solo nos puede proporcionar, un hombre o una mujer.

LA MUJER POR ANAIS

Para mí la mujer es la fruta prohibida, aunque hoy en día se pude besar o amarse con toda normalidad, sigue teniendo algo de enigmático, misterioso para mí entender. En teoría no tendría que ser así. Ya que es igual que mi cuerpo, pero la verdad es que me excito machismo solo de pensar en ello. Quizás sea porque en los últimos dos años, solamente me he besado, con las chicas, no he llegado a nada más. Por eso sea tal vez por lo que deseo tanto hacerlo con una mujer.

Físicamente no tengo demasiadas preferencias, me gustan tímidas, y si solo son lesbianas, que no sean el tipo de mujer agresiva, que vemos en ocasiones, para eso con los tíos sobra, ¿no creéis amigas mías?. La agresividad no sirve para nada, desde mi punto de vista, y menos para disfrutar del buen sexo.
Yo las prefiero como yo con una cierta experiencia, pero sin pasarse, y la verdad es que también me ponen mogollón, las que les pica la curiosidad y por circunstancias, nunca se han atrevido hacerlo. A ellas decirles que lo prueben que no se arrepentirán sobre todo si busquen como compañera a una mujer mas o menos igual que ellas, vamos con poco o ninguna experiencia. Que porqué? Por una sencilla razón si lo hacen con alguien que lo hace casi todos los días, para ella será algo cotidiano, y solo serás una de tantas.

Por lo demás ya metidas en la cama creo que más o menos me gusta como con los chicos, salvando las diferencias físicas claro está.

EL HOMBRE POR ANAIS

El hombre es mucho más sencillo que nosotras, por lo menos en lo que a la respuesta sexual me refiero, por eso somos nosotras las que los hemos mas o menos que controlar, vamos que en la cama son como niños, eso sí, si miden 185 son morenos y tiene el pelo rizado como D. Bisval, vamos que te puedes morir de placer solo de pensar el resto.

Aunque la primera impresión siempre nos entra por los ojos, luego hay que fijarnos en lo que esconde el envoltorio. Tanto de ellos como de ellas, vamos los sentimientos, los detalles, la ternura de su corazón, y en ocasiones vale la pena renunciar al metro sexual, o una chica perfecta, por despertarte abrazada a un buen tío o una buena tía, alguien en quien confiar hasta tu vida si fuera necesario.

Para terminar hablaré un poquito de la seducción. Si es un hombre me gusta que me seduzca, que me desee con locura, que me llegue al éxtasis, sobre todo me apasiona que lo haga mientras cenamos, ver como sus ojos como se van encendiendo mientras sobaremos un buen Ribera del Duero o un Rioja, esas miradas, eso pensamientos mutuos, cuando mantenemos la copa de vino entre los labios. Contemplado el rojo y apasionado licor, pensamos en todo menos el vino.

Después la forma que tenga de ayudarme a quitar la ropa, de ir descubriendo mi cuerpo sin prisa por mucho deseo que tenga, la forma de acariciarme, con sus manos y sus labios. Ahí es donde me demostrara lo buen amante que es y no durante el coito, por muy bien dotado que pueda estar.

Entre nosotras es un poco diferente, sobre todo si no somos muy expertas, las miradas furtivas, que pasas de la complicidad que tienen las chicas heteo, para convertirse en algo más, esas caricias con los labios casi sin querer atreverte. En este caso me gusta a mí llevar la iniciativa. Sobre todo me entusiasman las caricias, los besos tan diferentes a los de los hombres. Para las que nunca halláis besado a una mujer, ellos besas con prisas, nosotras no. En el sexo pasa igual el chico quiere llegar al orgasmo enseguida, las chicas preferimos disfrutar de toda nuestra sensualidad, al máximo antes de alcanzar el clímax. Es algo muy especial, nosotras no somos egoístas, Si una llega antes, la otra no la va a dejar a medias va a seguir acariciándola hasta que alcance él cielo.

Espero que los comentarios que he hecho no produzcan ningún tipo de polémica, ya que solo es mi opinión personal.
O mis secretos de mujer.

ANAIS

Secretos
Hablar de mis secretos, de eso que según dicen las mujeres somos todos iguales o por lo menos todos pensamos en lo mismo, bueno pues me voy a tirar a la piscina, espero que el agua no esté muy fría, y que si la han vaciado por lo menos no sea demasiado profunda.

Vamos con el primer trámite, ¿como me gustan a mí las mujeres?
Me gustan las morenazas de grandes ojos negros, con pelo largo y que les llegue hasta media espalda por lo menos, no me gustan las chicas delgaditas, más bien las prefiero con algo de sobrepeso, eso sí con buenas curvas, senos proporcionados y un buen culo o trasero para los más puritanos. Bueno y una vez echo este acto de machismo, voy hablar de mi pareja ideal.

De jovencito con 14 o 15 años debía de ser un bicho raro, soñaba con los besos de las chicas, esos que siendo niño me habían dado y que con el transcurso de los años comencé a darles importancia.

Pasado ese pequeño trámite de mi primera vez, que afortunadamente por mi trabajo entonces simultaneaba mis estudios de BUP con el de comercial, en una multinacional. Fue con una mujer mayor que yo, lo hicimos en su casa y guardo un grato recuerdo de aquella ocasión pese a los años trascurridos, y los 17 años que me llevaba. Pero por lo menos no tuve que recurrir a la prostitución que hasta entonces era lo habitual, eso o esperarte hasta cumplir los 19 o 20 para tener carné de conducir y hacerlo en uno de aquellos viejos cacharros que luego utilicé en mas de una de una ocasión, escuchando la famosa canción de Los Inhúmanos, mientras te destrozabas la rodilla o el codo tratando de sacar sitio de donde no lo había. Pero como dice el poeta Juventud divino tesoro

Inmerso en esa revolución sexual de principio de los ochenta, y con mi mayoría de edad recién estrenada, en la universidad no me era difícil encontrar alguien con quien compartir una tarde o noche de fiesta incluida por supuesto el sexo, empezaban a quedar atrás aquellas farmacias en las que pedías una caja de preservativos y mas bien parecía que irrumpieras en el establecimiento tapado con un pasamontañas y armado hasta los dientes. En la mayoría, sobre todo donde el farmacéutico o la farmacéutica eran personas jóvenes, defensoras del uso del preservativo para evitar embarazos no deseados, te los facilitaban con toda normalidad como si pidieras cualquier analgésico, etc.

Mi concepto sobre el sexo y la mujer:

Desde muy joven creo que siempre fuí por delante de mi época, pensamiento que he mantenido a lo largo de mis 44 años de vida, mientras que para mis amigos las chicas con las que se acostaban habitualmente las veían como un pasatiempo, y no para algo serio. Yo empecé a valorar a la mujer por sus cualidades, y no por los chicos con los que se habían acostado, ya que si yo llevaba una vida tan desenfadada, el mismo derecho tenían ellas ha acostarse con quien quisieran, sin que eso fuera una especie de mancha en su vida, lo mismo que si coincidía con una mujer que a los 20 ya era madre soltera, eso que para otros era un gran muro, para mi representaba mas bien virtudes, ya que no era fácil para una chica de esa edad trabajar, cuidar del bebé y además llevar una vida social como el resto de las mujeres de su edad. En definitiva, valoraba sus sentimientos, la ternura de su corazón o su forma de enfrentarse a la vida por encima de lo que hiciera con su ... ya que el sexo como tal es algo natural, y ha esa edad y con las trasformaciones que vivía España de una forma tan vertiginosa, más todavía.

Las mujeres que han compartido mi vida:

Por mi vida como por la de casi todo el mundo, han pasado varias personas, quizás la primera relación seria es la que piensas que es el amor de tu vida, esa a la que prometiste en algún sitio más o menos famoso amor eterno, y que por circunstancias del destino no siempre cumplimos. Con ella conviví diez largos años, estropeé mi juventud y solo los primeros tiempos de la convivencia fueron buenos. Ya que amarse con locura es una cosa y compartir el día a día otra muy distinta. Ahora cuando lo recuerdo en ocasiones, es una especie de dormidera o de estado de hibernación, en la que has sido un mero espectador, viendo pasar la vida a tu alrededor, pero sin participar en ella. Por fin uno se decide a dar ese paso trascendental y amargo a la vez, que es dejar a la persona que ha compartido parte de tú vida durante los últimos años. No es nada fácil pero es una especie de ley de la naturaleza en sentido figurado, matar o morir.

Después viene ese periodo de reflexión que no todo el mundo hace, que es decidir que es lo que quieres hacer con tu vida, en algunos casos se convierte en una especie de obsesión para buscar pareja por todos los medios posibles, Hoy en día sobre todo a través de Internet. Y ya se sabe cuanto más anhelas o deseas algo menos llega.

Sin buscarlo tendido en la playa de la vida, se cruzó en mi camino ese prototipo de mujer que todo hombre desea. Y que para hacerlo mas fácil, vivía muy cerquita de mi casa. Fue una relación intensa y apasionada, pero tierna y dulce a la vez, ese fuego y esa dulzura que te puede dar una mujer de 35 años madre de dos hijos, y con todo el deseo de vivir la vida como si cada momento fuera el ultimo de nuestra existencia. Solo duró unos meses por motivos de trabajo, pero de sus labios nunca salió un solo reproche, lloró cuando tubo que llorar por sus recuerdos, por sus hijos, o por su madre y abuela recientemente fallecidas. Pero jamás lo hizo por retenerme a su lado, por lo menos en mi presencia, dicen que debajo de las cenizas siempre queda brasas, ascuas o lumbres y es una gran verdad.

Otra vez el silencio y la soledad de mi alcoba, el atardecer a la orilla del mar, o las olas que vienen y van mientras contemplas ese infinito en el que el mar y el cielo funden y entrelazan sus formas y sus cuerpos, mientras unos metros más allá una pareja joven se comen a besos, o un matrimonio de jubilados pasean dulcemente cojidos de la mano, recordando el pasado o pidiéndole al destino que no sea muy cruel y no les haga vivir demasiado tiempo separados, cuando uno de ellos deje de estar entre nosotros.

Un día de finales del verano del 2003 conocí a una persona muy especial, fue en un viaje a Madrid, de esos que uno hace por casualidad, quizás por cambiar de aires o simplemente por curiosidad, o el morbo de conocer a alguien que solo conoces por sms o de hablar por teléfono. Os contaría más cosas de Isa o la luna, escritora y protagonista de esta historia, pero prefiero que os lo cuente ella, con sus palabras sencillas y profundas de mujer que en ocasiones no sabe expresar de forma escrita esos sentimientos. Esos sentimientos intensos y fluidos, un poco desordenados a veces, que manan como un manantial de lo más profundo de su corazón.

Creo que me enamoré de sus lágrimas aquella noche de verano, mientras paseábamos dando vueltas por Madrid, o de ese penúltimo cubata al que me invitó, pese a los pocos recursos económicos con los que contaba. Nada tiene que ver con las dos mujeres anteriores, por lo menos con la segunda. Sus conceptos sobre las cosas importantes de la vida son diferentes y muy bellos. Pero en ocasiones, se encuentra con las limitaciones de la mayoría de las mujeres que rondan los cuarenta. Sus hijos no es que sea un reproche hacia ellos, es algo muy común en los niños y adolescentes de ahora, y por supuesto lógico y disculpable, ya que al fin y al cabo al principio no dejas de ser un intruso que vas ha compartir la vida con su madre y con ellos o ellas mismas.

Esa mujer de ojos marrones, ese amor de juventud como los dos definimos tan clara y rotundamente, formó parte de los 59 meses siguientes de mi vida, pero eso ya lo iréis conociendo a lo largo de esta historia.

El mar.

A
arnau_6166093
23/5/09 a las 20:16
En respuesta a arnau_6166093

Secretos
Hablar de mis secretos, de eso que según dicen las mujeres somos todos iguales o por lo menos todos pensamos en lo mismo, bueno pues me voy a tirar a la piscina, espero que el agua no esté muy fría, y que si la han vaciado por lo menos no sea demasiado profunda.

Vamos con el primer trámite, ¿como me gustan a mí las mujeres?
Me gustan las morenazas de grandes ojos negros, con pelo largo y que les llegue hasta media espalda por lo menos, no me gustan las chicas delgaditas, más bien las prefiero con algo de sobrepeso, eso sí con buenas curvas, senos proporcionados y un buen culo o trasero para los más puritanos. Bueno y una vez echo este acto de machismo, voy hablar de mi pareja ideal.

De jovencito con 14 o 15 años debía de ser un bicho raro, soñaba con los besos de las chicas, esos que siendo niño me habían dado y que con el transcurso de los años comencé a darles importancia.

Pasado ese pequeño trámite de mi primera vez, que afortunadamente por mi trabajo entonces simultaneaba mis estudios de BUP con el de comercial, en una multinacional. Fue con una mujer mayor que yo, lo hicimos en su casa y guardo un grato recuerdo de aquella ocasión pese a los años trascurridos, y los 17 años que me llevaba. Pero por lo menos no tuve que recurrir a la prostitución que hasta entonces era lo habitual, eso o esperarte hasta cumplir los 19 o 20 para tener carné de conducir y hacerlo en uno de aquellos viejos cacharros que luego utilicé en mas de una de una ocasión, escuchando la famosa canción de Los Inhúmanos, mientras te destrozabas la rodilla o el codo tratando de sacar sitio de donde no lo había. Pero como dice el poeta Juventud divino tesoro

Inmerso en esa revolución sexual de principio de los ochenta, y con mi mayoría de edad recién estrenada, en la universidad no me era difícil encontrar alguien con quien compartir una tarde o noche de fiesta incluida por supuesto el sexo, empezaban a quedar atrás aquellas farmacias en las que pedías una caja de preservativos y mas bien parecía que irrumpieras en el establecimiento tapado con un pasamontañas y armado hasta los dientes. En la mayoría, sobre todo donde el farmacéutico o la farmacéutica eran personas jóvenes, defensoras del uso del preservativo para evitar embarazos no deseados, te los facilitaban con toda normalidad como si pidieras cualquier analgésico, etc.

Mi concepto sobre el sexo y la mujer:

Desde muy joven creo que siempre fuí por delante de mi época, pensamiento que he mantenido a lo largo de mis 44 años de vida, mientras que para mis amigos las chicas con las que se acostaban habitualmente las veían como un pasatiempo, y no para algo serio. Yo empecé a valorar a la mujer por sus cualidades, y no por los chicos con los que se habían acostado, ya que si yo llevaba una vida tan desenfadada, el mismo derecho tenían ellas ha acostarse con quien quisieran, sin que eso fuera una especie de mancha en su vida, lo mismo que si coincidía con una mujer que a los 20 ya era madre soltera, eso que para otros era un gran muro, para mi representaba mas bien virtudes, ya que no era fácil para una chica de esa edad trabajar, cuidar del bebé y además llevar una vida social como el resto de las mujeres de su edad. En definitiva, valoraba sus sentimientos, la ternura de su corazón o su forma de enfrentarse a la vida por encima de lo que hiciera con su ... ya que el sexo como tal es algo natural, y ha esa edad y con las trasformaciones que vivía España de una forma tan vertiginosa, más todavía.

Las mujeres que han compartido mi vida:

Por mi vida como por la de casi todo el mundo, han pasado varias personas, quizás la primera relación seria es la que piensas que es el amor de tu vida, esa a la que prometiste en algún sitio más o menos famoso amor eterno, y que por circunstancias del destino no siempre cumplimos. Con ella conviví diez largos años, estropeé mi juventud y solo los primeros tiempos de la convivencia fueron buenos. Ya que amarse con locura es una cosa y compartir el día a día otra muy distinta. Ahora cuando lo recuerdo en ocasiones, es una especie de dormidera o de estado de hibernación, en la que has sido un mero espectador, viendo pasar la vida a tu alrededor, pero sin participar en ella. Por fin uno se decide a dar ese paso trascendental y amargo a la vez, que es dejar a la persona que ha compartido parte de tú vida durante los últimos años. No es nada fácil pero es una especie de ley de la naturaleza en sentido figurado, matar o morir.

Después viene ese periodo de reflexión que no todo el mundo hace, que es decidir que es lo que quieres hacer con tu vida, en algunos casos se convierte en una especie de obsesión para buscar pareja por todos los medios posibles, Hoy en día sobre todo a través de Internet. Y ya se sabe cuanto más anhelas o deseas algo menos llega.

Sin buscarlo tendido en la playa de la vida, se cruzó en mi camino ese prototipo de mujer que todo hombre desea. Y que para hacerlo mas fácil, vivía muy cerquita de mi casa. Fue una relación intensa y apasionada, pero tierna y dulce a la vez, ese fuego y esa dulzura que te puede dar una mujer de 35 años madre de dos hijos, y con todo el deseo de vivir la vida como si cada momento fuera el ultimo de nuestra existencia. Solo duró unos meses por motivos de trabajo, pero de sus labios nunca salió un solo reproche, lloró cuando tubo que llorar por sus recuerdos, por sus hijos, o por su madre y abuela recientemente fallecidas. Pero jamás lo hizo por retenerme a su lado, por lo menos en mi presencia, dicen que debajo de las cenizas siempre queda brasas, ascuas o lumbres y es una gran verdad.

Otra vez el silencio y la soledad de mi alcoba, el atardecer a la orilla del mar, o las olas que vienen y van mientras contemplas ese infinito en el que el mar y el cielo funden y entrelazan sus formas y sus cuerpos, mientras unos metros más allá una pareja joven se comen a besos, o un matrimonio de jubilados pasean dulcemente cojidos de la mano, recordando el pasado o pidiéndole al destino que no sea muy cruel y no les haga vivir demasiado tiempo separados, cuando uno de ellos deje de estar entre nosotros.

Un día de finales del verano del 2003 conocí a una persona muy especial, fue en un viaje a Madrid, de esos que uno hace por casualidad, quizás por cambiar de aires o simplemente por curiosidad, o el morbo de conocer a alguien que solo conoces por sms o de hablar por teléfono. Os contaría más cosas de Isa o la luna, escritora y protagonista de esta historia, pero prefiero que os lo cuente ella, con sus palabras sencillas y profundas de mujer que en ocasiones no sabe expresar de forma escrita esos sentimientos. Esos sentimientos intensos y fluidos, un poco desordenados a veces, que manan como un manantial de lo más profundo de su corazón.

Creo que me enamoré de sus lágrimas aquella noche de verano, mientras paseábamos dando vueltas por Madrid, o de ese penúltimo cubata al que me invitó, pese a los pocos recursos económicos con los que contaba. Nada tiene que ver con las dos mujeres anteriores, por lo menos con la segunda. Sus conceptos sobre las cosas importantes de la vida son diferentes y muy bellos. Pero en ocasiones, se encuentra con las limitaciones de la mayoría de las mujeres que rondan los cuarenta. Sus hijos no es que sea un reproche hacia ellos, es algo muy común en los niños y adolescentes de ahora, y por supuesto lógico y disculpable, ya que al fin y al cabo al principio no dejas de ser un intruso que vas ha compartir la vida con su madre y con ellos o ellas mismas.

Esa mujer de ojos marrones, ese amor de juventud como los dos definimos tan clara y rotundamente, formó parte de los 59 meses siguientes de mi vida, pero eso ya lo iréis conociendo a lo largo de esta historia.

El mar.

Secrtos de mujer
Romance de una dama:

Vivencias por compartir.


Texto autorizado por el autor, para su difusión


Quisiera ante todo agradecer al destino, la casualidad o como deseemos llamarle, (en este caso Anaís), así como a la luna y el mar, la oportunidad que he tenido al conocer Romance de una dama.
Me presentaré, mi nombre es José, (muy americano, ya veis), aunque desde siempre me llaman Pepe, tengo 41 años y soy de Alicante, una de las ciudades con la luz más bonita que la claridad del sol puede ofrecer, al menos para mi. Estoy divorciado hace bastantes años y no tengo niños, esas dulces criaturas que te hacen la vida imposible e impensable a veces. ¿El motivo?, no cuadró en mis relaciones la oportunidad idónea para avanzar en ello, pero eso forma de mi historia, que en retazos poco a poco y si se me permite iré desgajando.

......Puede ser que a través de los años vayamos adquiriendo experiencia, algo de cordura y sentido común, (o algo parecido a ello), pero desde luego en mi opinión para lo que nunca estamos preparados es para volver a afrontar relaciones que se presentan siempre en formas muy diversas, pese a aquel famoso esto no me vuelve a pasar. Los escudos estaban muy bien en la época medieval, cuando cualquier caballero debía protegerse en sus litigios con adversarios, pero.. en estas tesituras de las relaciones amorosas no creo sirvan para mucho, en todo caso condicionan el comportamiento y estoy seguro que podemos perdernos quizá una gran historia de amor o al menos una hermosa amistad con una persona que merezca la pena.
Creo firmemente que los auto-condicionantes personales por vivencias pasadas no son los mejores compañeros de este viaje de la vida, pues no tenemos el alma y el pensamiento ordenados y en estado receptivo para poder asimilar, captar y recibir cualquier experiencia venidera, profesional, personal, familiar o amorosa. Pienso que muchas veces el fallo está en no saber LIMPIARNOS interiormente calibrando realmente cuales fueron las consecuencias, que destruyeron que pudimos recomponer, (porque siempre podemos recomponer) y como fueron las secuelas dejadas, las cuales podemos curar por mucho que nos cueste. Nuestra fuerza y voluntad interior son los mejores obreros con los que contamos para la reconstrucción personal, dejando listo el edificio para acometer una nueva andadura.

En mi caso y comenzando por el principio, me enamoré joven, (vaya novedad) y los 21 años estaba compartiendo mi primera experiencia en relaciones serias con ella. Quizá lo más atrayente para mi resultase la diferencia de caracteres, ambientes y formas de ver la vida en esos momentos, (era algo que creo nos atraía más aún al uno con el otro).


Ella formaba parte de una familia con recursos que provenían del duro esfuerzo y del trabajo agotador que proporciona la agricultura y la ganadería. Familia de carácter austero y en exceso sacrificado bajo mi punto de vista. Yo provengo del ambiente de una familia muy normal, de trabajadores, que desde joven tuve que sacrificar placeres para poder seguir estudiando y teniendo algún recurso más que las limitaciones normales de las realidades de los ingresos de mi padre en esos momentos. En esa época, para mi universitaria y laboral al tiempo intentaba dedicar todos mis esfuerzos al estudio y al trabajo, es decir la realidad diaria se basaba en apuntes, biblioteca, ¡claro!, alguna clase también, fines de semana de trabajo y dos entre semana y por supuesto la relación con ella. Desde el principio no caí muy bien en aquel ambiente principalmente por dos motivos: 1 Yo de tierras no entendía ni de las macetas y 2 y no menos importante, no era terrateniente ni ganadero, ¿cómo confiar en alguien así?, aunque con el tiempo hasta las verdes caen, por lo que todo se iba encauzando. A pesar de las diferencias de pensamientos en multitud de temas y de su rechazo a abandonar el terruño proseguimos y claro con el tiempo hubo que formalizarlo, PREVIO PASO POR LA VICARÍA, en fin hasta en eso accedí, con lo que a mis 25 recién cumplidos nos casamos. Todo se desarrollaba de buena manera con sus historias adyacentes pero en todo punto normales, hasta que hubo un primer pinchazo emocional e interior que me afectó sólo a mí. Recuerdo perfectamente que justo a la semana de comenzar esa aventura del matrimonio me sobrevino sin previo aviso una especie de desazón, desánimo, sensación de culpa y ansiedad emocionales, que no era capaz de controlar, ¡NO PODÍA CREERLO!, mi único pensamiento interior era: huye, vete, aléjate, esta no es la vida que quieres, impresionante, al menos para mí, pensaba o al menos lo intentaba que quizá fuesen nervios normales de esa experiencia de compartir la vida con alguien por primera vez. Lamentablemente debo decir que esa sensación nunca me abandonó y durante los cuatro años que duró mi matrimonio fue mi compañera diaria de viaje. Intenté por todos los medios obviarla, olvidarla, estrangularla, pero no podía, era mucho más fuerte que yo. Hasta que al final, intentona de tener un niño incluida con aborto espontáneo de por medio, no tuve más remedio que hacer frente a la evidencia y ser franco y sincero. NO podía más y desde luego ella no merecía compartir su vida con alguien que no estaba a su altura en sus expectativas emocionales. Por lo que ahora y desde aquí le quiero dedicar este primer retazo de mi historia, parte que le pertenece por haberla vivido y sufrido en primera persona junto conmigo. GRACIAS DE CORAZÓN ELENA DE TROYA, por haber compartido aquel tiempo conmigo, a sabiendas incluso de lo que acontecía. Deseo tengas una vida maravillosa y disfrutes tanto de tus dos hijos, como realmente te mereces. Adiós.

Esta es la primera parte de mi vivencia, deseo de corazón haber podido expresar con claridad y sencillez la experiencia pasada, así como poder seguir con este romances con mis damas, si lo consideráis legible, sin hacer daño a la vista ni al pensamiento.


Hasta muy pronto, deseo.

Pepe.

A
arnau_6166093
23/5/09 a las 20:18
En respuesta a arnau_6166093

Secrtos de mujer
Romance de una dama:

Vivencias por compartir.


Texto autorizado por el autor, para su difusión


Quisiera ante todo agradecer al destino, la casualidad o como deseemos llamarle, (en este caso Anaís), así como a la luna y el mar, la oportunidad que he tenido al conocer Romance de una dama.
Me presentaré, mi nombre es José, (muy americano, ya veis), aunque desde siempre me llaman Pepe, tengo 41 años y soy de Alicante, una de las ciudades con la luz más bonita que la claridad del sol puede ofrecer, al menos para mi. Estoy divorciado hace bastantes años y no tengo niños, esas dulces criaturas que te hacen la vida imposible e impensable a veces. ¿El motivo?, no cuadró en mis relaciones la oportunidad idónea para avanzar en ello, pero eso forma de mi historia, que en retazos poco a poco y si se me permite iré desgajando.

......Puede ser que a través de los años vayamos adquiriendo experiencia, algo de cordura y sentido común, (o algo parecido a ello), pero desde luego en mi opinión para lo que nunca estamos preparados es para volver a afrontar relaciones que se presentan siempre en formas muy diversas, pese a aquel famoso esto no me vuelve a pasar. Los escudos estaban muy bien en la época medieval, cuando cualquier caballero debía protegerse en sus litigios con adversarios, pero.. en estas tesituras de las relaciones amorosas no creo sirvan para mucho, en todo caso condicionan el comportamiento y estoy seguro que podemos perdernos quizá una gran historia de amor o al menos una hermosa amistad con una persona que merezca la pena.
Creo firmemente que los auto-condicionantes personales por vivencias pasadas no son los mejores compañeros de este viaje de la vida, pues no tenemos el alma y el pensamiento ordenados y en estado receptivo para poder asimilar, captar y recibir cualquier experiencia venidera, profesional, personal, familiar o amorosa. Pienso que muchas veces el fallo está en no saber LIMPIARNOS interiormente calibrando realmente cuales fueron las consecuencias, que destruyeron que pudimos recomponer, (porque siempre podemos recomponer) y como fueron las secuelas dejadas, las cuales podemos curar por mucho que nos cueste. Nuestra fuerza y voluntad interior son los mejores obreros con los que contamos para la reconstrucción personal, dejando listo el edificio para acometer una nueva andadura.

En mi caso y comenzando por el principio, me enamoré joven, (vaya novedad) y los 21 años estaba compartiendo mi primera experiencia en relaciones serias con ella. Quizá lo más atrayente para mi resultase la diferencia de caracteres, ambientes y formas de ver la vida en esos momentos, (era algo que creo nos atraía más aún al uno con el otro).


Ella formaba parte de una familia con recursos que provenían del duro esfuerzo y del trabajo agotador que proporciona la agricultura y la ganadería. Familia de carácter austero y en exceso sacrificado bajo mi punto de vista. Yo provengo del ambiente de una familia muy normal, de trabajadores, que desde joven tuve que sacrificar placeres para poder seguir estudiando y teniendo algún recurso más que las limitaciones normales de las realidades de los ingresos de mi padre en esos momentos. En esa época, para mi universitaria y laboral al tiempo intentaba dedicar todos mis esfuerzos al estudio y al trabajo, es decir la realidad diaria se basaba en apuntes, biblioteca, ¡claro!, alguna clase también, fines de semana de trabajo y dos entre semana y por supuesto la relación con ella. Desde el principio no caí muy bien en aquel ambiente principalmente por dos motivos: 1 Yo de tierras no entendía ni de las macetas y 2 y no menos importante, no era terrateniente ni ganadero, ¿cómo confiar en alguien así?, aunque con el tiempo hasta las verdes caen, por lo que todo se iba encauzando. A pesar de las diferencias de pensamientos en multitud de temas y de su rechazo a abandonar el terruño proseguimos y claro con el tiempo hubo que formalizarlo, PREVIO PASO POR LA VICARÍA, en fin hasta en eso accedí, con lo que a mis 25 recién cumplidos nos casamos. Todo se desarrollaba de buena manera con sus historias adyacentes pero en todo punto normales, hasta que hubo un primer pinchazo emocional e interior que me afectó sólo a mí. Recuerdo perfectamente que justo a la semana de comenzar esa aventura del matrimonio me sobrevino sin previo aviso una especie de desazón, desánimo, sensación de culpa y ansiedad emocionales, que no era capaz de controlar, ¡NO PODÍA CREERLO!, mi único pensamiento interior era: huye, vete, aléjate, esta no es la vida que quieres, impresionante, al menos para mí, pensaba o al menos lo intentaba que quizá fuesen nervios normales de esa experiencia de compartir la vida con alguien por primera vez. Lamentablemente debo decir que esa sensación nunca me abandonó y durante los cuatro años que duró mi matrimonio fue mi compañera diaria de viaje. Intenté por todos los medios obviarla, olvidarla, estrangularla, pero no podía, era mucho más fuerte que yo. Hasta que al final, intentona de tener un niño incluida con aborto espontáneo de por medio, no tuve más remedio que hacer frente a la evidencia y ser franco y sincero. NO podía más y desde luego ella no merecía compartir su vida con alguien que no estaba a su altura en sus expectativas emocionales. Por lo que ahora y desde aquí le quiero dedicar este primer retazo de mi historia, parte que le pertenece por haberla vivido y sufrido en primera persona junto conmigo. GRACIAS DE CORAZÓN ELENA DE TROYA, por haber compartido aquel tiempo conmigo, a sabiendas incluso de lo que acontecía. Deseo tengas una vida maravillosa y disfrutes tanto de tus dos hijos, como realmente te mereces. Adiós.

Esta es la primera parte de mi vivencia, deseo de corazón haber podido expresar con claridad y sencillez la experiencia pasada, así como poder seguir con este romances con mis damas, si lo consideráis legible, sin hacer daño a la vista ni al pensamiento.


Hasta muy pronto, deseo.

Pepe.

Romance de una dama
2 PARTE conseguido ser sincero conmigo mismo, de igual forma tenía que serlo con ella. No concebía ni por un

EL AMOR, ES COMO LA LUNA..., CUANDO NO CRECE, SIMPLEMENTE MENGUA. Y LA MAYORÍA DE LAS VECES POR MUCHO QUE MIREMOS, NO SOMOS CAPACES DE VERLO.

Comenzaba a sentirme culpable por haber abandonado a esa persona, a mi entonces esposa. A pesar de haber sido totalmente franco y sincero y haber podido reunir todo el valor suficiente para afrontar una serie de conversaciones y explicaciones, en las cuales hubo mucho dolor, lágrimas, angustia, rabia y tristeza. Pero desde luego ante todo tenía claro que si había en algún momento un abandono cobarde y vil, no existía cabida en mi mente de una huída furtiva en mitad de la noche de mi amargura y mucho menos el cargar con el lastre de saber positivamente que había sido un cobarde si no hubiese actuado como lo hice, con el valor de afrontar cara a cara la situación. Me hubiese despreciado a mi mismo por ello.

Pero la sensación de tristeza me inundaba como si de la crecida del Nilo se tratase. ¿Porqué?, era yo el que había tomado esa decisión. Obviamente en esos momentos no tenía la lucidez emocional necesaria como para comprender que estaba pasando por una etapa normal, al fin y al cabo siempre he sentido un gran cariño por ella. Aquella sensación y la lógica necesidad de sentirme en un ambiente acogedor me llevaron de nuevo a casa de mis padres. En este punto he de darles las gracias desde lo profundo de mi corazón, fueron eso que justamente necesitaba; acogedores, discretos hasta la saciedad, cariñosos como nunca y críticos en su justa medida, que se podía resumir en: No compartimos tu decisión, pues libremente elegiste tú, pero entendemos que una vida entregada a la desidia es mucho peor. Eso me demostró que a pesar de las diferencias generacionales y de pensamiento, ante todo siempre apoyarían mis acciones efectuadas con un mínimo de cordura al menos.

Como quiera que fuere, poco a poco, fui cambiando en mi tristeza, procuraba al menos mantener correspondencia con ella, pues si seguía teniendo la necesidad de saber que a su vez ella también retomaba la luz en su vida, (aunque siempre pensaba que en el fondo necesitaba sentirme menos culpable), este es un punto que me ha costado varios años en mi vida, el aprender a tomar decisiones pensadas, sin necesidad de sentirme culpable por ello.

Poco a poco iba haciendo acopio de tranquilidad emocional y los días se iban transformando en etapas de tiempo cada vez menos tristes. Un buen día recibí en el despacho la visita de una persona solicitando permiso para efectuar una reunión con el fin de poder comercializar su servicio de telefonía móvil, que por aquellos entonces comenzaba a aflorar. Después de varios días volvió tal y como habíamos acordado para su exposición. Al acabar, compartimos un café como cortesía profesional y de repente sin explicación alguna me quedé totalmente en blanco en mitad de nuestra conversación, que hasta ese momento y sin darme apenas cuenta estábamos compartiendo sobre nuestras cercanas rupturas matrimoniales. Tal fue mi estado in albis, que ella me preguntó si me encontraba bien. Bien si me encontraba, bien perdido en aquellos ojos verdes esmeralda, aquel cabello rubio cayendo en ondas perfectamente acopladas a la forma de su hermosa cara, en aquellos labios perfectamente dibujados en su rostro y a los que el carmín rosa pálido le conferían un halo casi mágico de perfección de forma, que difícilmente ningún pintor hubiese podido captar dicha belleza. Sentí mi corazón acelerado, mejor dicho sentía el corazón hasta ese momento en pausa. Seguramente quedé como un idiota ante tal grado de falta de atención involuntaria a nuestra conversación, debido al embelesamiento producido por su encanto irradiado.

Como quiera que fuese, tal vez por el motivo profesional nos tuvimos que ver varias veces más y seguramente por todo lo que con mi lenguaje corporal, ansía interna y casi necesidad, conseguí hacer acopio de valor e invitarla a salir, al tiempo que pensaba que eso sería difícil puesto que una mujer así no creía capaz de fijarse en mi... y de repente la escuché decir que si a una cita. No podía creerlo, me había dicho que si, esa mujer me había dicho que si. Fue algo realmente maravilloso, el recuperar esa sensación de nervio, desazón, impaciencia y ansiedad. Claramente volvía a ver la luna en la oscuridad de la noche, cuando adivinamos su silueta en el firmamento anunciando su próximo esplendor, figura hermosa que convierte la negrura en hermoso azulado estelar y reflejo de plata pura cuando observamos el mar.

Deseo haber entretenido al menos un poco, así como deseo poder volver a seguir adelante con estos capítulos de los acontecimientos vividos en primera persona en mi corazón.

Hasta muy pronto.



A
arnau_6166093
21/6/09 a las 16:15
En respuesta a arnau_6166093

Romance de una dama
2 PARTE conseguido ser sincero conmigo mismo, de igual forma tenía que serlo con ella. No concebía ni por un

EL AMOR, ES COMO LA LUNA..., CUANDO NO CRECE, SIMPLEMENTE MENGUA. Y LA MAYORÍA DE LAS VECES POR MUCHO QUE MIREMOS, NO SOMOS CAPACES DE VERLO.

Comenzaba a sentirme culpable por haber abandonado a esa persona, a mi entonces esposa. A pesar de haber sido totalmente franco y sincero y haber podido reunir todo el valor suficiente para afrontar una serie de conversaciones y explicaciones, en las cuales hubo mucho dolor, lágrimas, angustia, rabia y tristeza. Pero desde luego ante todo tenía claro que si había en algún momento un abandono cobarde y vil, no existía cabida en mi mente de una huída furtiva en mitad de la noche de mi amargura y mucho menos el cargar con el lastre de saber positivamente que había sido un cobarde si no hubiese actuado como lo hice, con el valor de afrontar cara a cara la situación. Me hubiese despreciado a mi mismo por ello.

Pero la sensación de tristeza me inundaba como si de la crecida del Nilo se tratase. ¿Porqué?, era yo el que había tomado esa decisión. Obviamente en esos momentos no tenía la lucidez emocional necesaria como para comprender que estaba pasando por una etapa normal, al fin y al cabo siempre he sentido un gran cariño por ella. Aquella sensación y la lógica necesidad de sentirme en un ambiente acogedor me llevaron de nuevo a casa de mis padres. En este punto he de darles las gracias desde lo profundo de mi corazón, fueron eso que justamente necesitaba; acogedores, discretos hasta la saciedad, cariñosos como nunca y críticos en su justa medida, que se podía resumir en: No compartimos tu decisión, pues libremente elegiste tú, pero entendemos que una vida entregada a la desidia es mucho peor. Eso me demostró que a pesar de las diferencias generacionales y de pensamiento, ante todo siempre apoyarían mis acciones efectuadas con un mínimo de cordura al menos.

Como quiera que fuere, poco a poco, fui cambiando en mi tristeza, procuraba al menos mantener correspondencia con ella, pues si seguía teniendo la necesidad de saber que a su vez ella también retomaba la luz en su vida, (aunque siempre pensaba que en el fondo necesitaba sentirme menos culpable), este es un punto que me ha costado varios años en mi vida, el aprender a tomar decisiones pensadas, sin necesidad de sentirme culpable por ello.

Poco a poco iba haciendo acopio de tranquilidad emocional y los días se iban transformando en etapas de tiempo cada vez menos tristes. Un buen día recibí en el despacho la visita de una persona solicitando permiso para efectuar una reunión con el fin de poder comercializar su servicio de telefonía móvil, que por aquellos entonces comenzaba a aflorar. Después de varios días volvió tal y como habíamos acordado para su exposición. Al acabar, compartimos un café como cortesía profesional y de repente sin explicación alguna me quedé totalmente en blanco en mitad de nuestra conversación, que hasta ese momento y sin darme apenas cuenta estábamos compartiendo sobre nuestras cercanas rupturas matrimoniales. Tal fue mi estado in albis, que ella me preguntó si me encontraba bien. Bien si me encontraba, bien perdido en aquellos ojos verdes esmeralda, aquel cabello rubio cayendo en ondas perfectamente acopladas a la forma de su hermosa cara, en aquellos labios perfectamente dibujados en su rostro y a los que el carmín rosa pálido le conferían un halo casi mágico de perfección de forma, que difícilmente ningún pintor hubiese podido captar dicha belleza. Sentí mi corazón acelerado, mejor dicho sentía el corazón hasta ese momento en pausa. Seguramente quedé como un idiota ante tal grado de falta de atención involuntaria a nuestra conversación, debido al embelesamiento producido por su encanto irradiado.

Como quiera que fuese, tal vez por el motivo profesional nos tuvimos que ver varias veces más y seguramente por todo lo que con mi lenguaje corporal, ansía interna y casi necesidad, conseguí hacer acopio de valor e invitarla a salir, al tiempo que pensaba que eso sería difícil puesto que una mujer así no creía capaz de fijarse en mi... y de repente la escuché decir que si a una cita. No podía creerlo, me había dicho que si, esa mujer me había dicho que si. Fue algo realmente maravilloso, el recuperar esa sensación de nervio, desazón, impaciencia y ansiedad. Claramente volvía a ver la luna en la oscuridad de la noche, cuando adivinamos su silueta en el firmamento anunciando su próximo esplendor, figura hermosa que convierte la negrura en hermoso azulado estelar y reflejo de plata pura cuando observamos el mar.

Deseo haber entretenido al menos un poco, así como deseo poder volver a seguir adelante con estos capítulos de los acontecimientos vividos en primera persona en mi corazón.

Hasta muy pronto.



El sueño de marina
EL SUEÑO DE MARINA

Por Anaís Sánchez


Marina acababa de despertarse y entreabrió los ojos a la luz del día, pronto una sensación extraña invadió todo su cuerpo y se estremeció. Lentamente fijó sus ojos en el techo, de él colgaban como péndulos infinidad de telas de araña de diferentes formas y tamaños, mientras en el ambiente se respiraba un olor nauseabundo a polvo y humedad que lo impregnaba todo y tapaba su nariz.

Sacudió su cabeza tratando de despertar, ya que últimamente desde que Yafar no estaba a su lado, tenía extraños sueños que no llegaba a comprender.

Con agilidad casi de un salto, cosa poco habitual en una mujer de su edad se incorporó, al hacerlo se noto extraña no sabía muy bien lo que le sucedía. Con pasos firmes se dirigió al ventanuco situado en una esquina de la pared, para abrirlo y así llenar de luz todos sus aposentos. La primera sensación que tuvo al levantarse es que llevaba los brazos y los hombros al descubierto, aunque eso no era de extrañar, ya que en verano dormía muchas veces desnuda, pero esta vez llevaba ropa puesta.

El sol del medio día le dio en la cara dejando entre veer una belleza madura, ya serían las 12 hora de la mañana, hora de levantarse y almorzar. Giró sobre sus pasos, al tiempo que su mirada se dirigía hacia el espejo situado enfrente, al verse en él se horrorizó y un grito de terror salió de su garganta.

Después de unos segundos empezó a pensar tratando de serenarse. ¿Que le habría pasado a su larga y ondulada melena rubia?, su pelo ahora era corto y de color caoba, pero sobre todo ¿con qué extraños atuendos se cubría? Una especie de blusa sin mangas que dejaba sus brazos, hombros y cuello al descubierto. Pero lo que más le llamaba la atención era aquel extraño artefacto que se ajustaba a sus senos: Eran como dos serones pequeños de color negro sujetos a su cuello y espalada por unos lazos finos, con un gesto casi inconsciente se quitó la blusa y trató de arrancar de su piel aquello que le apretaba el pecho, no con pocas dificultades al fin lo consiguió. Luego siguió bajando su mirada, y se dio cuenta que llevaba puesto una especie de tubo que le cubría desde los pies hasta la cintura, al principio era uno solo que se abría en dos tubos un poco mas abajo ajustándose a sus muslos, y le llegaba hasta los tobillos. De joven había bajado en más de una ocasión a las mazmorras del castillo, contemplando aquellos aparatos de tortura, que en nada se parecían aquello, ni siquiera los empleados con las mujeres, tal vez sería algún cinturón de castidad, que en ocasiones le decía su padre en broma que le iba ha poner cuándo la veía tonteando con los chicos.

Se fue apoyar en una vieja arca que sostenía una palangana para asearse por las mañanas ¡Que asco! Todo lleno de oxido y ni una sola gota de agua. Marina volvió a pensar que era muy raro todo aquello, con lo limpia que era Teresa, aunque últimamente andaba un poco despistada desde que ella un día usando un viejo truco, le robó un beso en los labios, aunque solo duró unos segundos, noto en los de Teresa temblor y miedo a la vez. Días después le dijo que no le había gustado pero Marina no la creyó, de todas formas aquello no era escusa para tenerlo todo de esa manera, como si hieran lustros que no se limpiara nada.

Con pasos torpes y temblorosos la joven se acercó a la ventana para mirar al exterior. Nuevamente sus ojos tardaron en adaptarse a lo que veía fuera, el patio de armas lleno de extrañas mesas y sillas. Y las personas que allí se sentaban vestían de una forma rara aunque parecida a la suya. Trato de fijar sus ojos en las mujeres a ver lo que llevaban puesto, pues la verdad es que no diferían mucho de aquellos atuendos con los que se había despertado aquella mañana. Que se habrían hecho de las capas, los vestidos, los hábitos etc. pero sobre todo lo que más le llamaba la atención eran aquellas plataformas con las que caminaban muchas mujeres. ¿Como podrían andar con aquello sin caerse? Como quería saber lo que estaba pasando se acerco al espejo, se puso un calzado que encontró en el arcón y se miró de nuevo en él, se vio extraña pero muy guapa, tiro de aquello que le ataba la cintura y entonces descubrió que debajo de aquella cosa rara había una prenda diminuta y casi inapreciable, vaciló un momento sin saber que hacer, pero la curiosidad por ver quien eran y que hacían todas aquellas personas en el patio de Armas fue superior a descubrir lo que llevaba puesto, ya lo miraría después. Se ahueco el cabello por por enésima vez, mientras pensaba que estaba extraña y esplendida a la vez, y con paso firme bajó del torreón, para ver quien le podía contar lo que allí estaba sucediendo.

FIN


Anaís Sánchez, Para Romance de una dama

A
arnau_6166093
21/6/09 a las 16:18
En respuesta a arnau_6166093

El sueño de marina
EL SUEÑO DE MARINA

Por Anaís Sánchez


Marina acababa de despertarse y entreabrió los ojos a la luz del día, pronto una sensación extraña invadió todo su cuerpo y se estremeció. Lentamente fijó sus ojos en el techo, de él colgaban como péndulos infinidad de telas de araña de diferentes formas y tamaños, mientras en el ambiente se respiraba un olor nauseabundo a polvo y humedad que lo impregnaba todo y tapaba su nariz.

Sacudió su cabeza tratando de despertar, ya que últimamente desde que Yafar no estaba a su lado, tenía extraños sueños que no llegaba a comprender.

Con agilidad casi de un salto, cosa poco habitual en una mujer de su edad se incorporó, al hacerlo se noto extraña no sabía muy bien lo que le sucedía. Con pasos firmes se dirigió al ventanuco situado en una esquina de la pared, para abrirlo y así llenar de luz todos sus aposentos. La primera sensación que tuvo al levantarse es que llevaba los brazos y los hombros al descubierto, aunque eso no era de extrañar, ya que en verano dormía muchas veces desnuda, pero esta vez llevaba ropa puesta.

El sol del medio día le dio en la cara dejando entre veer una belleza madura, ya serían las 12 hora de la mañana, hora de levantarse y almorzar. Giró sobre sus pasos, al tiempo que su mirada se dirigía hacia el espejo situado enfrente, al verse en él se horrorizó y un grito de terror salió de su garganta.

Después de unos segundos empezó a pensar tratando de serenarse. ¿Que le habría pasado a su larga y ondulada melena rubia?, su pelo ahora era corto y de color caoba, pero sobre todo ¿con qué extraños atuendos se cubría? Una especie de blusa sin mangas que dejaba sus brazos, hombros y cuello al descubierto. Pero lo que más le llamaba la atención era aquel extraño artefacto que se ajustaba a sus senos: Eran como dos serones pequeños de color negro sujetos a su cuello y espalada por unos lazos finos, con un gesto casi inconsciente se quitó la blusa y trató de arrancar de su piel aquello que le apretaba el pecho, no con pocas dificultades al fin lo consiguió. Luego siguió bajando su mirada, y se dio cuenta que llevaba puesto una especie de tubo que le cubría desde los pies hasta la cintura, al principio era uno solo que se abría en dos tubos un poco mas abajo ajustándose a sus muslos, y le llegaba hasta los tobillos. De joven había bajado en más de una ocasión a las mazmorras del castillo, contemplando aquellos aparatos de tortura, que en nada se parecían aquello, ni siquiera los empleados con las mujeres, tal vez sería algún cinturón de castidad, que en ocasiones le decía su padre en broma que le iba ha poner cuándo la veía tonteando con los chicos.

Se fue apoyar en una vieja arca que sostenía una palangana para asearse por las mañanas ¡Que asco! Todo lleno de oxido y ni una sola gota de agua. Marina volvió a pensar que era muy raro todo aquello, con lo limpia que era Teresa, aunque últimamente andaba un poco despistada desde que ella un día usando un viejo truco, le robó un beso en los labios, aunque solo duró unos segundos, noto en los de Teresa temblor y miedo a la vez. Días después le dijo que no le había gustado pero Marina no la creyó, de todas formas aquello no era escusa para tenerlo todo de esa manera, como si hieran lustros que no se limpiara nada.

Con pasos torpes y temblorosos la joven se acercó a la ventana para mirar al exterior. Nuevamente sus ojos tardaron en adaptarse a lo que veía fuera, el patio de armas lleno de extrañas mesas y sillas. Y las personas que allí se sentaban vestían de una forma rara aunque parecida a la suya. Trato de fijar sus ojos en las mujeres a ver lo que llevaban puesto, pues la verdad es que no diferían mucho de aquellos atuendos con los que se había despertado aquella mañana. Que se habrían hecho de las capas, los vestidos, los hábitos etc. pero sobre todo lo que más le llamaba la atención eran aquellas plataformas con las que caminaban muchas mujeres. ¿Como podrían andar con aquello sin caerse? Como quería saber lo que estaba pasando se acerco al espejo, se puso un calzado que encontró en el arcón y se miró de nuevo en él, se vio extraña pero muy guapa, tiro de aquello que le ataba la cintura y entonces descubrió que debajo de aquella cosa rara había una prenda diminuta y casi inapreciable, vaciló un momento sin saber que hacer, pero la curiosidad por ver quien eran y que hacían todas aquellas personas en el patio de Armas fue superior a descubrir lo que llevaba puesto, ya lo miraría después. Se ahueco el cabello por por enésima vez, mientras pensaba que estaba extraña y esplendida a la vez, y con paso firme bajó del torreón, para ver quien le podía contar lo que allí estaba sucediendo.

FIN


Anaís Sánchez, Para Romance de una dama

Secretos de mujer
SECRETOS DE MUJER
(POR KATI)
Bueno, nunca he escrito mi vida a lo mas que he llegado es a contársela algún que otro siquiatra sin demasiado éxito.

Voy ha comenzar por el principio, soy Soriana de nacimiento me llamo Catalina o Kati para mis amigos, nací ahora hace 34 años donde el río nace (Duero), mi vida trascurrió con normalidad como la de cualquier niña hasta el verano del 90, yo tenia entonces 15 años y no sabia muy bien lo que hacia, justo me venia saber para lo servia un condón y poco más. Nada más ver a DAVID o deivi para sus amigos me enamoré de el, era un chico 6 años mayor que yo, que venia de Madrid con su buen coche y además estaba buenísimo, supongo que para él solo fui un entretenimiento o una de tantas en su colección ya que yo era virgen, no le costo casi nada conseguirse al tercer encuentro hicimos el amor y adiós muy buenas. Yo lo busqué como una desesperada, hasta que una noche después del baile conseguí otra vez acostarme con él, luego el chico muy serio supongo que dándose cuanta que yo estaba loca perdida por sus huesos, me dijo lo clásico: mira esto solo es un buen polvo nada, más la semana que viene me voy a Madrid, empieza la Universidad etc.

Ahí en un principio termino el romance, o empezó la historia de amor, lo llamé un par de veces y no me resulto desagradable su conversación, así que un día aprovechando que mi tía vive en Azuqueca de henares fui a verlo a la salida de la universidad. El se quedó muy sorprendido al verme, nos besamos mientras comimos pero él no quiso hace nada mas conmigo, pese a que mi tía que casi es de mi edad que tiene ahora 43, me había dejado las llaves de su piso y de la universidad, a Azuqueca hay 10 minutos en el cercanías.

Pasó el crudo invierno soriano y llego el verano y volvió David, yo la verdad es que nada mas saber que iba ha venir me puse más guapa y sexy que nunca, ropa más propia de mujeres de 20 años, sobre todo las faldas y medias ya que por la noche allí hace frió, vamos que era de las tías mas wenorras del pueblo y de de las más provocadoras sobre todo.

Nada mas llegar el verano comenzamos hacer el amor como locos como si estuviéramos poseídos o algo así, yo contra más veces lo hacia más ganas tenía de sentir a David dentro de mi. Fueron dos meses maravillosos con un final pese a mi edad muy bonito, me regaló un anillo de compromiso y hasta prometí sacar los estudios para ir a la universidad de Alcalá ya que a él le gustaría que fuera algo en la vida.

A mis padres la verdad es que eso que abandonase el pueblo aún siendo él también de buena familia no les caía demasiado bien, pero al verme tan ilusionada y que llevaba también los estudios últimamente les animó, ya que yo siempre fui muy mala estudiante.

Al mes de marcharse me di cuenta que no me venía la regla y comencé ha preocuparme ya que nunca antes había tenido retrasos importantes de más de 10 días, eso unido a mí palidez que por la época del año principios de octubre no era normal, me hizo comprar el predictor. Por supuesto estaba embarazada, ¿como podía ser sí siempre usábamos preservativo? Enseguida llame a mi tía Carmen, con la que tenía más confianza que con mi madre, al ser mucho mas joven que ella y se lo conté. Mi tía me dijo que era normal que cuando se hace tantas veces, como no tomes la píldora casi siempre pasa algo: uno que se rompe, una falta de erección etc.

Ella misma se encargó de decírselo a mí madre y esta como era de esperar reacciono muy mal, peor que mi padre pese a ser mujer y yo haber nacido de penalti. Las palabras de mi madre: eso en un rato se lo arreglo yo, ni te vas ha enterar. Sus palabras me hicieron temer lo peor, que me despertaría en la habitación de alguna clínica privada, pero sin mi niño ya en las entrañas, así que hice la maleta y una hermana de una amiga, me llevó hasta Sigüenza y allí cogí el tren hasta Azuqueca.

Mi madre y mi tía discutieron y mi tía me llevó a urgencias para que confirmaran mi embarazo, haciéndome fingir unos falsos dolores, una vez confirmado clínicamente volvió a llamar a mi madre, y le dijo que no hacia falta que llamase a la Guardia civil, pero que si mataba al niño se las vería con ella en el juzgado. Mi madre le dijo que desde ese momento, ella y yo es como si estuviéremos muertas. Diciendo en el pueblo a parientes y amigos que me había ido a estudiar cerca de mi novio, para salvar el buen nombre de la familia.

David se portó muy bien conmigo y como padre cuando nació Beli,
dejó sus estudios de medicina en el tercer año y nos fuimos a vivir con mi tía, hasta que nos metimos en un adosado que estaban haciendo cerca de Meco. Ya que Carmen era y es una mujer muy atractiva y aunque nunca pasó nada, mas que de las clásicas bromas, de aquí estoy yo de suplente etc. Pues como dice el refrán el casado casa quiere, Ya que el comenzó a trabajar en Coslada, pero allí son mucho mas caras las viviendas de este tipo.

David fue un padre ejemplar y un marido extraordinario, al poco de cumplir yo los 18 nos casamos ya que mis padres nunca consintieron antes, y mi madre todavía no me habla yo creo que ello fue una de las causas del suicidio de mi padre, el no querer ni siquiera dejarle ver a su nieta. Ni siquiera en el entierro de mi padre nos dirigió la palabra ni a David ni a mi, ni hizo nada por ver a su nieta, ni al nacer mi segunda hija Leticia quiso verla tampoco.
Todo parecía un cuento de hadas, hasta que estando embarazada de tres meses a David lo echaron del trabajo, yo tuve que pasar de media jornada a jornada completa, tratando de disimular lo máximo posible mi embarazo para evitar males mayores. El se puso a buscar trabajo por Internet y es cuando comenzaron los problemas, sin más se fue despegando de mi, y aquellas personas que había conocido en la red comenzaron a ser importantes para el, en un mes o así le dieron un buen empleo en unos grandes almacenes, pero lo echaron por estar casi todo el día chateando con sus nuevos amigos, le avisaron una vez y como no hizo caso lo mandaron a casa.
Yo me encontraba fatal con seis meses de embarazo, y más con el calor que hace en el centro de España en julio. Una madrugada al volver del trabajo un rato antes ya que la maquina de fichar no iba, me lo encontré practicando ciber-sexo con una mujer que estaría rallando los cuarenta, y ahí se desencadenó la tragedia.
-----CONTINUARÁ---

A
arnau_6166093
21/6/09 a las 16:22
En respuesta a arnau_6166093

El sueño de marina
EL SUEÑO DE MARINA

Por Anaís Sánchez


Marina acababa de despertarse y entreabrió los ojos a la luz del día, pronto una sensación extraña invadió todo su cuerpo y se estremeció. Lentamente fijó sus ojos en el techo, de él colgaban como péndulos infinidad de telas de araña de diferentes formas y tamaños, mientras en el ambiente se respiraba un olor nauseabundo a polvo y humedad que lo impregnaba todo y tapaba su nariz.

Sacudió su cabeza tratando de despertar, ya que últimamente desde que Yafar no estaba a su lado, tenía extraños sueños que no llegaba a comprender.

Con agilidad casi de un salto, cosa poco habitual en una mujer de su edad se incorporó, al hacerlo se noto extraña no sabía muy bien lo que le sucedía. Con pasos firmes se dirigió al ventanuco situado en una esquina de la pared, para abrirlo y así llenar de luz todos sus aposentos. La primera sensación que tuvo al levantarse es que llevaba los brazos y los hombros al descubierto, aunque eso no era de extrañar, ya que en verano dormía muchas veces desnuda, pero esta vez llevaba ropa puesta.

El sol del medio día le dio en la cara dejando entre veer una belleza madura, ya serían las 12 hora de la mañana, hora de levantarse y almorzar. Giró sobre sus pasos, al tiempo que su mirada se dirigía hacia el espejo situado enfrente, al verse en él se horrorizó y un grito de terror salió de su garganta.

Después de unos segundos empezó a pensar tratando de serenarse. ¿Que le habría pasado a su larga y ondulada melena rubia?, su pelo ahora era corto y de color caoba, pero sobre todo ¿con qué extraños atuendos se cubría? Una especie de blusa sin mangas que dejaba sus brazos, hombros y cuello al descubierto. Pero lo que más le llamaba la atención era aquel extraño artefacto que se ajustaba a sus senos: Eran como dos serones pequeños de color negro sujetos a su cuello y espalada por unos lazos finos, con un gesto casi inconsciente se quitó la blusa y trató de arrancar de su piel aquello que le apretaba el pecho, no con pocas dificultades al fin lo consiguió. Luego siguió bajando su mirada, y se dio cuenta que llevaba puesto una especie de tubo que le cubría desde los pies hasta la cintura, al principio era uno solo que se abría en dos tubos un poco mas abajo ajustándose a sus muslos, y le llegaba hasta los tobillos. De joven había bajado en más de una ocasión a las mazmorras del castillo, contemplando aquellos aparatos de tortura, que en nada se parecían aquello, ni siquiera los empleados con las mujeres, tal vez sería algún cinturón de castidad, que en ocasiones le decía su padre en broma que le iba ha poner cuándo la veía tonteando con los chicos.

Se fue apoyar en una vieja arca que sostenía una palangana para asearse por las mañanas ¡Que asco! Todo lleno de oxido y ni una sola gota de agua. Marina volvió a pensar que era muy raro todo aquello, con lo limpia que era Teresa, aunque últimamente andaba un poco despistada desde que ella un día usando un viejo truco, le robó un beso en los labios, aunque solo duró unos segundos, noto en los de Teresa temblor y miedo a la vez. Días después le dijo que no le había gustado pero Marina no la creyó, de todas formas aquello no era escusa para tenerlo todo de esa manera, como si hieran lustros que no se limpiara nada.

Con pasos torpes y temblorosos la joven se acercó a la ventana para mirar al exterior. Nuevamente sus ojos tardaron en adaptarse a lo que veía fuera, el patio de armas lleno de extrañas mesas y sillas. Y las personas que allí se sentaban vestían de una forma rara aunque parecida a la suya. Trato de fijar sus ojos en las mujeres a ver lo que llevaban puesto, pues la verdad es que no diferían mucho de aquellos atuendos con los que se había despertado aquella mañana. Que se habrían hecho de las capas, los vestidos, los hábitos etc. pero sobre todo lo que más le llamaba la atención eran aquellas plataformas con las que caminaban muchas mujeres. ¿Como podrían andar con aquello sin caerse? Como quería saber lo que estaba pasando se acerco al espejo, se puso un calzado que encontró en el arcón y se miró de nuevo en él, se vio extraña pero muy guapa, tiro de aquello que le ataba la cintura y entonces descubrió que debajo de aquella cosa rara había una prenda diminuta y casi inapreciable, vaciló un momento sin saber que hacer, pero la curiosidad por ver quien eran y que hacían todas aquellas personas en el patio de Armas fue superior a descubrir lo que llevaba puesto, ya lo miraría después. Se ahueco el cabello por por enésima vez, mientras pensaba que estaba extraña y esplendida a la vez, y con paso firme bajó del torreón, para ver quien le podía contar lo que allí estaba sucediendo.

FIN


Anaís Sánchez, Para Romance de una dama

El sueño de marina
El sueño de Marina

(El patio de armas)


Marina descendió del torreón con gran rapidez, en un par de ocasiones tropezó y estuvo apunto de caerse y bajar rodando por la vieja y desvencijada escalinata. Desde niña había subido y bajado por ella cientos, miles de veces a la carrera. Pero ahora algo en ella que no le era familiar, como casi todo lo que en aquella mañana le estaba sucediendo.

Por fin en apenas un instante de tiempo que se le hizo una eternidad llegó al final de la escalera, y se dispuso a salir a la calle sorteando de una manera intuitiva un montón de herramientas e utensilios hasta entonces desconocidos para ella. Por fin la tan ansiada libertad, y un hermoso día se abrió paso delante de sus ojos.

Corrió por el patio del Castillo como si de una niña se tratara, en lugar de una dama de su clase, sorteando a la gente de una manera intuitiva casi sin darse cuenta. Exhausta por la carrera en medio de aquel bullicio, sus ojos trataban de descubrir entre aquella muchedumbre que reían y se divertían algún noble o vasallo conocido. Pero por más que miraba en torno suyo, nadie de los presentes le resultaba familiar.

De repente sus ojos se dirigieron hacia una mesa situada en un rincón, allí había una niña de unos diez años más o menos, que la observaba con curiosidad e interés. Mientras que el resto de las personas unas siete u ocho charlaban animadamente. Marina sonrió y con paso firme y decidido se dirigió hacia la jovencita, al tiempo que la saludaba en un Castellano antiguo, algo casi e ininteligible para SILVIA.

Marina: Hola cielo ¿que tal estas?, ¿te ha gustado mi castillo?
Silvia en lugar de contestarle interrogó a su abuelo al tiempo que le tiraba de la americana para llamar su atención.
Silvia: abuelo esta Sra. es la dueña del castillo.

Francisco dirigió su mirada hacia aquella extraña mujer, que por la forma de hablar formaría parte del espectáculo de animación que en el Parador se estaba preparando con motivo de su aniversario. Al fijar su mirada en los ojos de marina se estremeció. No sabía muy bien porque, era algo remoto algo del pasado lo que le inquietaba.
Francisco se levantó al tiempo que saludaba a mujer haciendo una reverencia a modo de saludo.

Francisco: es un placer conocer a una dama tan distinguida y culta como vos, no hay nadie en toda Castilla que no haya oído hablar alguna vez de su belleza.

Marina observó aquel hombre de unos sesenta años maduro, fornido y curtido por el sol, que aún conservaba en los rasgos y en las facciones de su piel una belleza extraordinaria pese a la edad. Pero el tono de su voz no le gustó, le sonó a mofa, a sarcasmo Por lo que rápidamente y en un perfecto latín contestó.

Marina: Muchas gracias por su palabras Sr..... Es para mi un honor compartir mi casa con Vds.

Paco se quedó de piedra, nadie en la universidad ni cuando se sacó la cátedra para dar clases hablaba latín de una manara tan fluida y perfecta como aquella mujer. Para hablarlo así tenía que practicar todos los días y el latín era una lengua muerta que hacia mas de quinientos años que ya no se utilizaba. Parpadeó un instante al tiempo que clavaba sus ojos en la recién llegada. Al hacerlo de nuevo se lleno de zozobra. Los ojos de Marina eran iguales a los de su nieta Silvia como si de madre e hija se trataran tratando de serenarse balbuceo unas palabras en latín.

Francisco: Discúlpeme, Me llamo Francisco De Quesada y Motejar para servir a DIOS Y Vd. Mi familia y yo estamos encantados de visitar su casa.

Marina sonrió alagada por las palabras de aquel hombre, sabia reconocer a un caballero vistiese como vistiese, y aquel lo era, en aquella época convulsa, donde abundaban los rufianes y los falsos caballeros, que de eso solo tenían la capa y la espada, pero con unos valores totalmente corrompidos.

Marina para quitar un poco de hierro al asunto y llevar la conversación hacia temas más informales, le interrogó.

Marina: si le hago una pregunta ¿se reirá Vd. de mi?, en que año ¿estamos viviendo?

Paco dudó un momento, tantas veces habían cambiado el
Calendario, al final respondió.

Francisco: en el 2003 Srta...

Marina: Marina ese es mi nombre, ¿Ya se fueron los árabes de castilla?

Paco en tono socarrón contestó:

Francisco: Sí, ahora vienen otra vez pero esta vez a trabajar, no para invadirnos.

Marina no entendió muy bien la respuesta al tiempo que desvió la mirada hacia Silvia. Al mirar sus ojos creyó verse en el espejo o en el río cuando era niña, eran idénticos a los suyos y el cabello dorado casi hasta la cintura, era igual que el de ella de pequeña, hasta el viento que soplaba suavemente formaba en el los mismos enredones que ella cuando era de su misma edad. De una manera intuitiva sin saber porqué le pregunto a la niña con la dulzura de una madre, y dirigiéndose a ella en lengua romance

Marina: Donde está ¿Tu mamá tesoro?
Al oírla los ojos de la niña se llenaron de lágrimas pero no sollozó.

Su abuelo con voz solemne interrumpió:

Francisco: Murió el año pasado en un accidente de trafico en Córdoba, al lado de Medina-azahara.

Al oír este nombre Marina se estremeció. Yafar en más de una ocasión le había propuesto de fugarse juntos y formar una familia cerca del Guadalquivir en Medina-Azahara. Y tener aquellos hijos que ella con tanto anhelo deseaba tener con el hombre que tanto amaba.

Marina respondió: Lo siento, al tiempo que sus ojos se humedecían y casi se llenaban de lagrimas. Paco se dio cuenta de lo que le estaba pasando a la mujer, pero no dijo nada.

Marina se despidió, con ha sido un placer y se alejo a paso ligero para que no la vieran llorar.

Cuando Marina se fue Silva se abrazo a su abuelo, al tiempo que sollozaba desconsoladamente, mientras se preguntaba así misma porqué se parecía tanto a Marina.

Uno de los hombres que hasta entonces charlaba y reía animadamente bebiendo cerveza con un grupo de amigos, se acercó a la niña y con voz dulce y melodiosa le dijo a su hija:
Que te pasa Silvi, ¿Porqué lloras?
La niña no contesto, en su lugar lo hizo su abuelo, con una locución seca y metálica:

Francisco: No pasa nada, para ti nunca pasa nada, desde que murió mi hija nunca pasa nada.

Y cogiendo a su nieta del brazo se alejó camino del bar para comprarla a la niña un helado.

(Continuará)

Anaís Sánchez, para Romance de una dama

A
arnau_6166093
13/9/09 a las 11:14

Secretos de mujer
hola me llamo Shara y tengo 20a soy Cordobesa, la amistad, no se, no se, en mi barrio desde el cole siempre he tenido muy buenas amigas, vamos ese grupito inseparable de 4 o 5 xikas, a los 15a estando en 3 de Eso me cole por un xico, la verdad es que siempre hemos estado muy unidos, con mis amigas poco a poco fueron saliendo con xicos, y el año pasado solo quedaba una amiga y yo, que nos acompañaba a mi novio a casi todos los sitios, el invierno pasado pille la gripe y se me complico, total que estube ingresada 4 dias en el hostital estando alli todo los dias venia mi novio y mi amiga a verme hasta el domingo no vino ninguno de los dos, el lunes me dieron el alta y el ver ami novio el fin de semana siguiente lo note muy raro, al final me confesó la verdad el sabado pasado se lo habia montado con mi mejor amiga, rompimos de inmediato, llame a mi mejor amiga y lo unico que se le ocorrio decir es que estaba borracha y muy c..... y que no supo como paso, que la perdonara. Mi novio y yo al final nos perdonamos, yo se que el tubo parte de culpa, pero mi amiga no obró bien y mas siendo ella mayor que nosotros pues acaba de cumplir los 23; Pese que al año que viene si no pasa nada nos pondremos a vivir juntos y creo que esta mala experiancia a reforzado nuestro amor, pienso que el conportamineto de esta amiga me ha dejado la desconfianza en mi cuerpo no se si para siempre, pero en muchos años creo que me costará hacer amistad y confiar en la gente como lo hacia antes.
Vosotras que soy mayores que yo, que opinais de esto? sobre todo tu Maritere,con lo dificil, que es tu profesión, bueno gracias por el tema, me ha encantado, un besito: SHARA

A
arnau_6166093
13/9/09 a las 11:18
En respuesta a arnau_6166093

Secretos de mujer
SECRETOS DE MUJER
(POR KATI)
Bueno, nunca he escrito mi vida a lo mas que he llegado es a contársela algún que otro siquiatra sin demasiado éxito.

Voy ha comenzar por el principio, soy Soriana de nacimiento me llamo Catalina o Kati para mis amigos, nací ahora hace 34 años donde el río nace (Duero), mi vida trascurrió con normalidad como la de cualquier niña hasta el verano del 90, yo tenia entonces 15 años y no sabia muy bien lo que hacia, justo me venia saber para lo servia un condón y poco más. Nada más ver a DAVID o deivi para sus amigos me enamoré de el, era un chico 6 años mayor que yo, que venia de Madrid con su buen coche y además estaba buenísimo, supongo que para él solo fui un entretenimiento o una de tantas en su colección ya que yo era virgen, no le costo casi nada conseguirse al tercer encuentro hicimos el amor y adiós muy buenas. Yo lo busqué como una desesperada, hasta que una noche después del baile conseguí otra vez acostarme con él, luego el chico muy serio supongo que dándose cuanta que yo estaba loca perdida por sus huesos, me dijo lo clásico: mira esto solo es un buen polvo nada, más la semana que viene me voy a Madrid, empieza la Universidad etc.

Ahí en un principio termino el romance, o empezó la historia de amor, lo llamé un par de veces y no me resulto desagradable su conversación, así que un día aprovechando que mi tía vive en Azuqueca de henares fui a verlo a la salida de la universidad. El se quedó muy sorprendido al verme, nos besamos mientras comimos pero él no quiso hace nada mas conmigo, pese a que mi tía que casi es de mi edad que tiene ahora 43, me había dejado las llaves de su piso y de la universidad, a Azuqueca hay 10 minutos en el cercanías.

Pasó el crudo invierno soriano y llego el verano y volvió David, yo la verdad es que nada mas saber que iba ha venir me puse más guapa y sexy que nunca, ropa más propia de mujeres de 20 años, sobre todo las faldas y medias ya que por la noche allí hace frió, vamos que era de las tías mas wenorras del pueblo y de de las más provocadoras sobre todo.

Nada mas llegar el verano comenzamos hacer el amor como locos como si estuviéramos poseídos o algo así, yo contra más veces lo hacia más ganas tenía de sentir a David dentro de mi. Fueron dos meses maravillosos con un final pese a mi edad muy bonito, me regaló un anillo de compromiso y hasta prometí sacar los estudios para ir a la universidad de Alcalá ya que a él le gustaría que fuera algo en la vida.

A mis padres la verdad es que eso que abandonase el pueblo aún siendo él también de buena familia no les caía demasiado bien, pero al verme tan ilusionada y que llevaba también los estudios últimamente les animó, ya que yo siempre fui muy mala estudiante.

Al mes de marcharse me di cuenta que no me venía la regla y comencé ha preocuparme ya que nunca antes había tenido retrasos importantes de más de 10 días, eso unido a mí palidez que por la época del año principios de octubre no era normal, me hizo comprar el predictor. Por supuesto estaba embarazada, ¿como podía ser sí siempre usábamos preservativo? Enseguida llame a mi tía Carmen, con la que tenía más confianza que con mi madre, al ser mucho mas joven que ella y se lo conté. Mi tía me dijo que era normal que cuando se hace tantas veces, como no tomes la píldora casi siempre pasa algo: uno que se rompe, una falta de erección etc.

Ella misma se encargó de decírselo a mí madre y esta como era de esperar reacciono muy mal, peor que mi padre pese a ser mujer y yo haber nacido de penalti. Las palabras de mi madre: eso en un rato se lo arreglo yo, ni te vas ha enterar. Sus palabras me hicieron temer lo peor, que me despertaría en la habitación de alguna clínica privada, pero sin mi niño ya en las entrañas, así que hice la maleta y una hermana de una amiga, me llevó hasta Sigüenza y allí cogí el tren hasta Azuqueca.

Mi madre y mi tía discutieron y mi tía me llevó a urgencias para que confirmaran mi embarazo, haciéndome fingir unos falsos dolores, una vez confirmado clínicamente volvió a llamar a mi madre, y le dijo que no hacia falta que llamase a la Guardia civil, pero que si mataba al niño se las vería con ella en el juzgado. Mi madre le dijo que desde ese momento, ella y yo es como si estuviéremos muertas. Diciendo en el pueblo a parientes y amigos que me había ido a estudiar cerca de mi novio, para salvar el buen nombre de la familia.

David se portó muy bien conmigo y como padre cuando nació Beli,
dejó sus estudios de medicina en el tercer año y nos fuimos a vivir con mi tía, hasta que nos metimos en un adosado que estaban haciendo cerca de Meco. Ya que Carmen era y es una mujer muy atractiva y aunque nunca pasó nada, mas que de las clásicas bromas, de aquí estoy yo de suplente etc. Pues como dice el refrán el casado casa quiere, Ya que el comenzó a trabajar en Coslada, pero allí son mucho mas caras las viviendas de este tipo.

David fue un padre ejemplar y un marido extraordinario, al poco de cumplir yo los 18 nos casamos ya que mis padres nunca consintieron antes, y mi madre todavía no me habla yo creo que ello fue una de las causas del suicidio de mi padre, el no querer ni siquiera dejarle ver a su nieta. Ni siquiera en el entierro de mi padre nos dirigió la palabra ni a David ni a mi, ni hizo nada por ver a su nieta, ni al nacer mi segunda hija Leticia quiso verla tampoco.
Todo parecía un cuento de hadas, hasta que estando embarazada de tres meses a David lo echaron del trabajo, yo tuve que pasar de media jornada a jornada completa, tratando de disimular lo máximo posible mi embarazo para evitar males mayores. El se puso a buscar trabajo por Internet y es cuando comenzaron los problemas, sin más se fue despegando de mi, y aquellas personas que había conocido en la red comenzaron a ser importantes para el, en un mes o así le dieron un buen empleo en unos grandes almacenes, pero lo echaron por estar casi todo el día chateando con sus nuevos amigos, le avisaron una vez y como no hizo caso lo mandaron a casa.
Yo me encontraba fatal con seis meses de embarazo, y más con el calor que hace en el centro de España en julio. Una madrugada al volver del trabajo un rato antes ya que la maquina de fichar no iba, me lo encontré practicando ciber-sexo con una mujer que estaría rallando los cuarenta, y ahí se desencadenó la tragedia.
-----CONTINUARÁ---

Secretos de mujer
El sueño de marina

(Enamorarse como una jovencita)

Marina salió del patio del castillo con paso ligero como si tratase de huir de algo, igual que había hecho desde que se despertó aquella mañana. Iba tan deprisa, que ha poco mas es atropellada por alguno de aquellos extraños carruajes sin caballos, que al parecer deberían ser cosa del diablo, pues se encontraban por todos los lados. El joven conductor la increpo: ¡¡Mira por donde vas guapa!! Que eres muy joven para morir. Marina al oír que alguien le gritaba, volvió la cabeza dispuesta a responder aireadamente, pero al ver que se trataba de un chico mancebo y guapo, que le sonría al tiempo que le dejaba pasar. Se mordió la lengua mientras que se tocaba el pelo, tratando de buscar aquella melena rubia que desde aquella mañana ya no tenía.

Continuó bajando por el callejón que hasta la noche anterior estaba lleno de tabernas y pajares, de estos últimos no había ni rastro y las tabernas se veían muy cambiadas. Tampoco estaba la posada de Gaspar, con su impresionante portón. Solo perduraba una vieja inscripción labrada en madera en la taberna de Julián. Marina sin dudarlo cruzó el umbral de la puerta, y se detuvo a mirar en su interior.

Un joven de unos 25 años la miraba embobado, como si nunca antes hubiera visto una mujer. Era Raimundo, un buen chico conocido en toda Sigüenza por lo buena persona que era y también por aquella falta de maldad, que en más de una ocasión se había ganado alguna broma pesada de algún vecino malicioso. Las chicas pese a su buena planta no lo tomaban en serio, además Raimundo tenía un defecto, tartamudeaba al hablar, sobre todo cuando estaba delante de una mujer.

Raimundo con hilo de voz la interrogo: ¿Qué desea tomar la srta.?

Marina no contestó, lo contemplaba embobada envuelta por sus ojos negros, unos ojos negros grandes y hermosos, pero que no tenían el hechizo de los de Yafar. Marina lo miró de arriba abajo durante unos segundos y después se dejo seducir por aquellos ojos tan bellos como faltos de maldad. Sin darse cuenta su deseo y excitación iban en aumento, al tiempo que su belleza se hacia mayor. Eran sensaciones de su cuerpo que no podía controlar, como si de una jovencita se tratase más que de una mujer de su edad.

Roberto, el dueño del restaurante salió de la cocina dando gritos, ¡¡como está el asado de cordero de la 3 (mesa)!!, Macho que este es uno de los mejores restaurantes de Sigüenza, y no lo digo yo lo dice todo el mundo, ¡¡que no te enteras chaval!!. Roberto al verlos tan ensimismados como si de dos enamorados se tratase, cogió la bandeja y con su mejor sonrisa se dirigió a la mesa tres, allí una pareja de mediana edad le esperaban hambrientos, él se disculpó con un: Lo siento y acto seguido se volvió para la cocina.

Marina sabia como mujer que era, que la única que podía parar aquello era ella, la única que podía evitar besarlo y caer rendida entre sus brazos. Así desoyendo el deseo de su cuerpo, que le pedía otra cosa, se dio media vuelta y se despidió con un adiós, que en los oídos del chico sonó a gloria vendita al tiempo que salio precipitadamente del local.

Raimundo reaccionó y trató de buscar la bandeja con el asado, por supuesto no la halló, en ese momento el jefe salía de la cocina diciendo: Tío ni que hubieras visto a un fantasma.

Raimundo preguntó procurando no engancharse: ¿y la bandeja del cordero?

Roberto: del cordero no quedan más que los huesos, anda ves a ver que quieren de postre, ¿Por cierto esa chica es amiga tuya?

Raimundo contestó después de pensárselo un poco como siempre hacia: Pues no lo sé, no, no la he visto en mi vida, pero ahora que lo dice jefe creo que sí, que es mi amiga.

Marina subió al torreón y se quitó como pudo aquella ropa tan cómoda y que también le quedaba, luego se tumbó en la cama con los brazos y las piernas abiertas, pensando en lo bien que le iría un buen baño, en una de aquellas tinajas, que los mercaderes Árabes trajeron de Valencia, la ayudaría a relajarse y quitarse de su mente todos aquellos pensamientos turbadores que había tenido mientras miraba a Raimundo. Pero Teresa no estaba, ni el resto de la servidumbre, así que lo mejor que podía hacer era dormir, ya que empezaba a tener hambre y allí no había nada que comer, seguramente al despertar todo habría pasado, todo volvería a la normalidad. ¿Pero realmente Marina quería despertar de aquel sueño?

Continuará (Texto provisional)

Anaís Sánchez, para Romance de una dama

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