Mi nombre es Conchita,todavia soy joven y reconozco que estoy buena;pero a veces evoco por las tardes
el intercambio de experiencias cuando aun era alumna de un conocido internado.Nadie imagina lo caliente que andabamos las muchachas bajo el oscuro uniforme de lino ni tampoco la cantidad de secretos que se pueden albergar en los pasillos.
Yo compartía mi cuarto con Manuela,una guapa
muchacha de bonita figura y un par de tetas tan grandes como dos soles,las cuales se dejaba tocar a
escondidas cuando veía a su novio,pero la pobre siempre volvía con un complejo de culpa que a mi me
provocaba risa,porque Manuela a pesar de ser tan linda
y tan delgadita como una munequita,era bien mojigata y aburrida.
A mí,lo que me rayaba era andar en la habitación de
Beatrice,a quien amorosamente yo la trato de Bea;una muchacha italiana con la misma edad que yo pero con mucha mas experiencia y una conducta tan terrible
que estaba a punto de ser expulsada.Bea estaba bien
en Matematicas y Trigonometria y habia fines de semana en los cuales permanecia en el internado,sin ir a ningun lado;fué uno de esos dias en los cuales
comenzó todo,mientras estudiabamos y bebiamos café.
-Sabes que,ya me cansé de tanto estudio.Para qué?
de todas maneras voy a aprobar el curso.
-Estas segura?-le pregunté riendo mientras ella
buscaba no se que en las gavetas del armario.
-Si,lo sé.A veces ligo con el profesor.Me confesó
orgullosa mientras se desabotonaba la camisa un poco apretada mostrandome desinhibida sus senos carnosos
que escapaban del sujetador.
-Con el profesor Javier?-Grité sorprendida pero sin
apartar la vista de sus pechos,no se porque me llamaban la atención y deseaba tocarlos.
Se notaban tan suaves al tacto como la piel de un durazno y bajo el sol que entraba por la ventana,tenian un bonito color.
-No te creo.
-Creemelo,tiene una ... tan grande como ésto.me
dijo,entregandome en las manos,un consolador
de latex,guardado hasta ese momento en secreto
-Esta noche lo veré y despues de que te vayas me voy
a preparar un poco con ésto.
Beatrice reía como una nena traviesa al ver mi cara de asombro y todavia con esa ... en la mano,yo que aun era virgen,me la imaginaba follando con ese maduro profesor.De repente,fué ella quien me arrebató
el consolador y empezó a acariciarse con él sus senos
mientras mojaba con su lengua delgada sus labios refinados sin importarle estar frente a mí.Era mi
mejor amiga y no teniamos secretos,asi que sin
reparos se lo pedí.
-Quisiera ver un poco.Puedo?
Ella no me contestó pero el calor me invadió y como tantas veces sentí mis bragas humedecerse un poco
mientras la observaba ya tendida en la cama,acariciandose con una mano las tetas y con la otra llevandose el juguete entre las piernas.Su faldita y las bragas habian caido al pie de la cama,
ahora ella estaba solo cubierta por su larga camisa
y debajo mostraba sin pudor su vagina humedecida,rodeada de delgados pelos.
Antes de meterselo,se lo llevó despacio a la boca
para humedecerlo y luego suavemente lo bajó hasta
la vagina rozando con él sus labios frescos,tan rosados.Mis bragas estaban mojadas y mis pezones
por vez primera se me habian erectado,de solo verla
deseé yo tambien gozar de esa manera,entonces lanzé
mi blusa al suelo quedando yo tambien con mis senos
sueltos.Beatrice reía,gemía,volvia a gemir y no
dejaba de observarme,mientras la veía mojarse;y
correrse hasta tener un ligero orgasmo,el verme acariciame a mi misma le excitaba aún más
pero para mi asombro no se introdujo el juguetito en su delicada vagina.
-Es solo para excitarme.Me comentó abandonando la cama para tomarme del talle y besuquear gozosa mis
tetas duras.
-Deseaba verte como lo hacias con el consolador ahí dentro.le dije mientras acariciaba con carinho mis vulva sobre mis braguitas
-No,Conchita,a Javier le gusta sentirme algo cerradita.Vayamos a comer algo,que necesito estar bien para ésta noche.
-Dejame ducharme que estoy bien mojada.
Me despidé con un beso tierno,como siempre,mientras ella me daba otros tomando en su mano cada una de mis tetas y ya a solas guardaba su juguetito no sin antes
darle tambien un besito.