A ver...
Si tanto les gusta meterla por detrás déjense que se las metan a ustedes también, para que sepan qué se siente, no han escuchado eso de que hay que ponerse "en los zapatos del otro"? :p
Personalmente a mi me encanta el sexo anal, pero porque tuve la suerte de que quien me desvirgó ese agujero tenía experiencia y sabía lo que hacía y que yo no tenía reparo en hacerlo o mejor dicho los que tenían no eran más grandes que mis ganas de gozar.
Así que enseñanza número uno, mi joven padawan, si no sabes hacerlo lo más probable es que ninguno de los dos lo disfruten, que la lastimes y que le agarre más aversión al sexo anal y puede que nunca más quiera intentarlo ni contigo ni con nadie, y claro más pierde ella que tú. Bueno esa última frase es sólo mi opinión personal.
Segundo y más importante en este caso en particular, tu novia no desea hacerlo, los motivos que tenga no los sé, y no importan, tú como novio debes respetar eso por más ganas que tengas. Debes aprender, chico, que "quiero, quiero, quiero" es cantaleta de niños pequeños no de un hombre. Uno puede querer muchas cosas, las puede expresar, claro, estamos en nuestro derecho, pero una cosa es querer y otra es realizarlas, las cosas no siempre son como queremos y hay que tener tolerancia a la frustración, quienes no la tienen "algo" en la de arriba no les funciona bien.
Tercero, lo que he dicho en los puntos anteriores no significa que te vayas a quedar sin saber lo que es el sexo anal siempre. Me atrevería a aconsejarte que lo practiques cuando tengas una pareja con algo de experiencia, pero entiendo que tengas prisa y que además quieras a tu novia, y tengas ganas de hacerlo con ella, así que lo único que te puedo recomendar es que tengas paciencia, vayan probando otras cosas, cada vez más atrevidas, luego probando con un dedito jugando alrededor y así, pero no se lo metas, déjale con las ganas de querer sentirlo.
Cuarto, en paralelo a lo que he dicho al final del punto tres, pues háblalo con ella, pero bonito, los hombres suelen ser o muy rudos o demasiado "melosos" tanto que hacen demasiado obvio lo que quieren y pues realmente eso muchas veces no nos gusta, especialmente si es para pedir o decir algo que no queremos hacer/saber/decir.
En pocas palabras, sé persuasivo, sé astuto, "prepárala" para que llegue el momento que ella misma quiera hacerlo, cuando llegue el momento justo lo sabrás, será como el primer beso, las palabras sobrarán y -en este caso- los cuerpos harán el resto. Eso sí, mientras lee todo lo que puedas sobre sexo anal, hay lubricantes especiales para eso, etc. Prepárate, no sólo hay que saber qué hacer, sino también saber disfrutarlo. Una mujer es como el buen vino, (no sólo por aquella gran verdad de que nos ponemos mejor con los años) sino que si el catador no sabe sobre vinos no sabrá distinguir entre un vino de buena cosecha y el vinagre de cocina.
Éxitos!