Despues de una tarde de tiendas decidi bajar andando hasta la estacion de Atocha para coger el cercanias e irme a casa. Iba distraida viendo esparates, ensimismada por la calle Atocha cuando me quede extrañada al ver un local que no llamaba la atencion salvo por su gran entrada. Me pare en la acera cuando un hombre maduro se acerco a mi. Tenia gafas, no era ni alto ni musculoso y encima era casi calvo, vamos que de atractivo no tenia nada pero no se por que lo escuche:
-es un sex-shop, grande, tambien trabajan señoritas.
Y cogiendome de la mano me dijo:
-entre conmigo, no tengas miedo, no te va a pasar nada si tienes curiosidad por verlo
-no, no hace falta le dije yo.
Pero este señor sin soltarme la mano y casi llevandome obligada me introdujo en la entrada del local
-por favor, no te preocupes, yo te enseño el local y luego te vas
- por favor, no
- solo sera un instante ¿has entrado alguna vez en algun local tan grande como este?
Y si soltarme de la mano, y yo que no queria dar el numerito, aguante el sofoco.
Me fue enseñando el local, que si peliculas de alquiler, que si un bar donde una chica bailaba, unas cabinas individuales. Yo estaba mosqueada, queria irme cuanto antes, estaba nerviosa. Se dio cuenta el desconocido.
- tranquilizate que nada te va a pasar, solo vas a conocer el local. Estas conmigo.
Subimos a una planta donde me enseño articulos eroticos para hombres y para nosotras. Me los enseño con detenimiento y dentro de mi nerviosismo los vi con cierta curiosidad.
Volvimos a bajar y me llevo a la zona de las cabinas, una zona semioscura. Me enseño las fotografias de las chicas que trabajaban alli. algunas de ellas muy guapas. Tambien vi pasar a dos de ellas con short cortos y sensuales.
Nos sonrieron cuando nos vieron. Le pregunte:
-¿son prostitutas?
-No, no lo son
- Pero pone que con 50 euros puedes estar con ellas a solas
-Si pero eso no te da ciertos derechos. Mira, te voy a enseñar, solo un momento, como funcionan las cabinas. Metete en esta misma, no te preocupes por favor, no voy a cerrar la puerta.
Me introduje en esa cabina estrecha nerviosa,. El estaba detras de mi.
-Aqui echas la moneda, depende del tiempo que quieras ver la pelicula que tu elijas.
Y echo una moneda de dos euros.
-Ahora se elige lo que se desea ver.
Me quede mirando el monitor un segundo y cuando le volvi la mirada a donde estaba el, en la entrada, me quede atonita. No podia creer lo que veia.
Cerro la puerta tras de si y con la estrechez de la cabina casi nos tocabamos.
Tenia su pene fuera de la bragueta. Se bajo el pantalon y un pene erecto, duro, venoso sobresalia.
-Este es real, no es de pelicula. Cogemelo, es solo para ti, vamos, lo deseas.
Me cogio de la mano y le cogi el pene.
-Vamos es tuyo, sientate y haz lo que quieras con el me dijo.
Yo no acertaba en ese momento a decir nada. El lo hacia todo.
Me sento y acerco su pene a mi boca.Cogemelo y chupamelo.
Y empece torpemente a hacerle la felacion.
Le lami su pene erecto, duro, como el queria.
-Lamelo, de abajo a arriba, vamos
-ahora metelo dentro, asi, vamos. Chupalo como un chupa-chujps. Sigue que lo haces bien
Ocupada como estaba solo fui capaz de decirle:
-por favor, no te corras dentro de mi boca, me da asco
-no te preocupes. cogeme el pene, meneamelo mientras me lo haces
No se cuanto tiempo estuve, cinco, diez minutos, no se. Se que empezo a gemir y entonces su mano se introdujo dentro de mi camiseta para tocarme los pechos.
Me cogio de la cabeza por detras pidiendome mas intensidad. Sus manos me pellizcaban mis pezones, sabia como hacerlo pues notaba que se me iban poniendo duros por momentos.
En un momento dado cogio papel y retirando su pene vertio todo su semen sobre el al mismo tiempo que emitia un gemido como doloroso pero era de placer.
Terminandose de limpiarse me dijo que me levantase y nada mas levantarme, en la estrechez de la cabina, me sujeto por la cintura poniendome de espalda suya.
-Ahora me toca a mi un poco
- por favor, basta, creia que con lo anterior se habria acabado.
-solo un poco mas, ahora te tengo que dar placer yo.
Fue torpe para desabrocharme el pantalon de color gris, vaquero, ajustado que llevaba, y sin llegar a aflojarlo del todo su mano se introdujo en mi sexo, dando yo un respingo a la vez que me doblaba hacia adelante como protegiendome.
- lo tienes un poco humedo, mi niña, te lo voy a comer ahora a ti. Dejate cariño, sabes que esto es lo mas placentero para vosotras.
-si, pero con algun amigo llegue a decirle mientras su mando se introducia mas en mi sexo.
-yo soy tu amigo, ya lo veras.
Entonces saco su mano dentro de mi y con energia me bajo el pantalon, de golpe, dejando mi tanga negra descolocada.
-ahora sientate de nuevo.
Me sente y me cogio la camiseta tirando para arriba. Subi los brazos.¡¡¡ Estaba casi ya desnuda con un desconocido!!!
Se puso de rodillas, me separo las piernas con delicadeza.
-ahora me toca a mi. Relajate y goza.
Empezo a besarme las piernas, el interior del muslo, cada vez mas arriba mientras que su mano me iba quitando la tanga.
Estaba nerviosa pero excitada.
Empezo a lamerme despacio, mis labios mayores; luego los menores, con delicadeza, con lentitud. Pense en esos momentos, que a pesar de su apariencia, ¿cuantas veces nos lo habria hecho?
Empece a gemir cuando note su lengua dentro de mi vagina. Sus manos estaban en todos los sitios. Tan pronto me agarraban mis senos, me pellizcaban los pezones como introducia su dedo en mi ano. Mi gozo empezaba a ser total.
Empezo a comermelo con intensidad, ya centrado en mi clitoris, yo con mis piernas abiertas y dobladas, por la poca capacidad de la cabina. Ya no paraba de gemir, lo tenia muy humedo, estaba ya cerca y el lo sabia, y asi gimiendo como una loca de placer, me introdujo un dedo por mi ano y otro por mi vagina, presionando al mismo tiempo que note que sus dientes me cogian suavemente el clitoris y con su punta de la lengua lo manipulaba.
Ya no pude controlarme mas. Emiti un chillido breve, intenso, mientras se apoderaba de mi el orgasmo mas fuerte que he tenido hasta ahora, soltando mis flujos en su cara.
Luego me vino otro orgasmo mientras temblaba del goce y el seguia lamiendome la vagina y sus manos me manoseaban mis senos.
Cansada, cogi el papel para limpiarme.
El tambien se estaba limpiando la cara. Su pene estaba otra vez erecto. Temi que me penetrase.
-por favor, basta ya.
-ta tengo erecta para ti, dejame un poco, me correre en seguida
-estoy cansada, de verdad
-no me dejes asi bonita
-por ahora ha estado bien, no lo estropees.
-te dejo, vale, te respeto, has sido buena chica, con la condicion que me des tu n de telefono para quedar otro dia y terminar lo de hoy. Ademas no tengo preservativo y podia dejarte embarazada cosa que no deseo.
No me quedo otro remedio que darle el telefono.
-ahora vistete despacio, sensual y asi aprovecho para masturbarme, no me voy a ir a casa asi.
Y eso hizo, volviendo a echar mucha semilla a los papeles de la cabina.
Espere a que se limpiase y se vistiese para salir juntos a la calle pues me daba verguenza y corte que me vieran, y asi nos despedimos hasta el encuentro siguiente.