En respuesta a harish_5321622
T comprendo
Soy un hombre casado y se muy bien que Tu historia se repite todos los días. Decia alguien que escribió mucho sobre las pasiones y la naturalez humana, que el amor es un poema eternamente personal. Estoy de acuerdo. No debes sentirte culpable por estar viva, por haber descubierto de nuevo la única pasión que puede conmovernos: el amor. Solamente tú puedes vivir esta historia y tienes por delante una experiencia vital que te da vida en la misma medida que te la quita. Por eso para alguien convencionalmente casado, (la mayoria) tener un amor prohibido es una cabronada, deliciosa pero ... El amor hay que vivirlo libremente y dejar que, como todo en la vida, se agote por si solo porque es ley de vida: todo se acaba. Creo que si tu relación con ese hombre fuera convencional, es decir: chica libre conoce chico libre, se enamoran, se casan, tienen hijos etec etc, con el tiempo podrías encontrar en los ojos de otro hombre la pasión que te haga vivir de nuevo. Tu historia es la de millones de hombres y mujeres de cualquier raza, creencia o condición. Por eso me estraña y me indigna al mismo tiempo, que haya tanta mojigateria, tanta hipocresia y fariseismo en este tema. He leido muy atentamente algunas opiniones que tu historia a suscitado y no deja de sorprenderme algunas de ellas, esas que recriminan tu conducta, por cierto, la mayoria de las propias mujeres. Mi consejo es: haz lo que tu corazón te pida, es tuyo y disfruta de él.
Un beso
Moraleja
Si eres su marido, no le des tantas atenciones que los cuernos te los pone igual.
Por otro lado, digo yo, si lo anormal es querer ser fiel y rechazar oportunidades de amores mejores por estar con la persona que más te aprecia, creo que lo mínimo y más recomendable para la gente que vive el amor libre es que te digan lo que ocurre para que te apartes de su camino, y esa persona pueda desarrollar ese amor libre que tanto le gusta.
Yo por otra parte, dentro de esa anormalidad que supone ser fiel y querer que te sean fiel, me intentaré buscar una mujer mejor, o resignarme a que todas son asi y abandonar para siempre toda esperanza.