Hola mi nombre es Carolina, tengo 25 años de edad, soy una chica de piel morena clara, pelo largo lacio y negro, negrísimo, desde chica siempre he tenido muy buena pierna, eso es algo que siempre les ha atraído a los chavos de mi (y también a las chavas, como ya me he dado cuenta) vivo sola, acabo de rentar un departamento pequeño pero muy acogedor, y quiero contarles mi historia.
Todo comienza un domingo por la tarde, fui a visitar a mi madre a su casa; mi carro estaba descompuesto, así que decidí irme caminando, además de que siempre me ha gustado caminar, para mantener mis piernas firmes.
De regreso a mi casa y metida en mis pensamientos me di cuenta que una chica que venía hacia mí me miraba fijamente; a simple vista noté que era una mujer que no conocía, pero conforme se fue acercando me di cuenta que tenía cierto parecido con una amiga de la infancia. Se acercó a mí sonriendo y me saludó:
-¡Hola Caro! ¿Cómo estás? ¿Si te acuerdas de mi verdad?
-Si mi memoria no me falla eres Angélica.
- Así es!!! ¿qué te has hecho? Hacía años que no te veía.
-Si, tienes razón, casi no te reconozco, estás muy cambiada- y vaya que estaba cambiada, no quedaba nada de la niña con la que llegué a jugar a las muñecas, se veía guapísima, muy sexy, alta, morena, tenía un busto enorme y tan precioso, que podía ver perfectamente gracias al escote que traía su blusa, no pude evitar mirarlo disimuladamente, pero no creo haber logrado mi cometido.
Después de una pequeña plática de unos minutos, intercambiamos los números de nuestros celulares y quedamos en algún día ponernos de acuerdo para salir por un café o a comer, y aprovechar para platicar largo y tendido.
Llegó el lunes, y comenzó mi rutina de todas las semanas, trabajo, comer, limpiar, caminar, bañarme, leer un rato, entre otras cosas. Trabajo en una empresa como contadora, y a pesar de que me gusta mi trabajo, siento que mi vida a veces es muy monótona.
Lo que me sorprendió fue que de pronto, me encontré pensando en mi amiga Angélica durante todo el día, y cada que me acordaba de ella no podía evitar recordar esos senos redondos y grandes.
Al final del día no pude evitarlo más, me excitó mucho el recuerdo del pecho de Angélica y decidí masturbarme mientras me bañaba; ya lo había hecho algunas veces desde que terminé con el último novio que tuve, pues a veces necesitaba descargar mi energía sexual. Era la primera vez que lo hacía pensando en una mujer, pues yo me consideraba heterosexual, pero descubrí que fue la mejor masturbación que he tenido, terminé muy mojada y cansada.
El viernes recibí una llamada a mi celular, era Angélica, me hablaba para invitarme a cenar a su casa al día siguiente, acepté encantada, pero sentí un poco de pena al recordar los deseos que me inspiraban sus senos.
Llegué a casa de Angélica, me puse un poco nerviosa, aunque no sabía muy bien el porqué. Me abrió la puerta de su casa y no pude evitar que mis ojos voltearan a ver casi automáticamente sus pechos, que se asomaban a través del escote de su vestido. Nos saludamos y empezamos a platicar y cenar. Nos servimos unos tragos y nos sentamos en su sala a conversar. En medio de la plática ella me preguntó si tenía novio:
-No, no tengo, la verdad estoy un poco decepcionada de los hombres mi último novio me engañó con otra, de hecho la embarazó estando conmigo todavía.
- Si, los hombres pueden ser muy mal agradecidos, por eso a mi no me gustan.
- ¿Cómo es que no te gustan Angélica?- yo sentía que ya se me estaban subiendo las copas.
- No, descubrí que me gustan las mujeres, de hecho no soy de las chavas que pretenden ser heterosexuales cuando no lo son, no me avergüenzo para nada de mi sexualidad, para mi es algo muy natural hablar de estas cosas, espero no estarte incomodando, si quieres podemos platicar de otra cosa.
Y no me estaba incomodando, pero si me excitaba mucho escuchar lo que me estaba diciendo.
-No me incomoda, no te preocupes.
Seguimos platicando de otras cosas y como ya era tarde, me despedí de Angélica. M e acompañó a la puerta para despedirme.
-Espero te haya gustado la cena Carolina, la hice especialmente para ti.
-Muchas gracias Angélica, todo estuvo muy sabroso.
En eso nos despedimos con un beso en la mejilla, y pude percibir el hermoso aroma de la piel de Angélica. Cuando yo ya me disponía retirarme, Angélica me jaló y me dio un beso apasionado en la boca, al que respondía algo torpe, por la sorpresa de la reacción de ella.
-Estás segura que te quieres ir Caro, no preferirías quedarte a dormir aquí conmigo.
La miré de arriba abajo fijando mi vista especialmente en su pecho descaradamente.
-Claro que me quedo a dormir contigo preciosa- y me acerqué a ella para besarla nuevamente.
Nuestras lenguas se retorcían dentro de nuestras bocas, nunca me había sentido tan caliente con un beso. Mis manos comenzaron a recorrer su cuerpo y las manos de ella el mío, oía los gemidos de ella fuertes y agitados, yo era más callada, pero aún así ya empezaba a gemir también.
-Quiero tocar tu pecho Angélica.
-¿Y porqué no lo haces? Es todo tuyo.
- Si quiero, pero nunca había estado así con una mujer.
- Entonces, deja que yo tome la iniciativa hermosa.
Y Angélica comenzó a tocar mis senos por afuera de mi camisa; me sentía más excitada que nunca, después metió la mano por debajo, tocando mis senos sobre el brasier; comenzó a desabrochar los botones de mi camisa lentamente, y después le ayudé a desabrochar mi brasier. Se acercó a besar suavemente mi pecho, desde el cuello hasta el pezón, y ahí fue cuando me volví loca de placer. Sentía que no podía más empecé a gritar como nunca lo había hecho:
-Ahhhhhhhhhhhh!!!!! Mmmmmmmmmm!!!! Qué rico me besas Angélica! eres la mejor, me encanta como mamas mi pecho, nadie lo había hecho como tú
Estaba muy mojada de mi conchita, no aguanté más y comencé a tocarle su pecho; era mucho mejor que tocar un pene, mucho mejor, no pensaba en otra cosa. Me di cuenta que no traía brasier, así que le desabroché su vestido, y cuando cayó al suelo, también pude darme cuenta que no traía tanga, contemplé por un momento su cuerpo desnudo.
-Eres una diosa Angélica!!! Ven que te quiero besar tu pecho.
Y así lo hice, comencé a mamar ese busto que me había estado calentado toda esa semana.
-No dejaba de pensar en tu pecho Angélica, no sabes lo feliz que me hace esto, estoy muy caliente, como nunca.
-Ahhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!! No dejes de chupar Caro, no pares!!!!! Es muy rico!!! Chúpame los pezones preciosa!!!! Ahhhhhhhhhh!!!!!!!!! Ahhhhh!!!!!!!!!!!!!! Máaaaaasssssssss Ahhhh!!!!!!!!!!!
Escucharla pedir más me excitaba demasiado. Comencé a sobarle sus labios de la vagina suavemente mientras seguía besando su pecho.
-Eres la mejor Caro!!!!! Ah!!!!!!!!!! Sííííííííííííííí!!!!!!!!!!!!!! !!!!!! Más fuerte!!!!!!!!!! Más rápido!!!!!!!!
Y así lo hice. Comencé a dedear su clítoris rápidamente.
-más más más más más!!!!!!!!! Ay Caro!!!!!!!!! Me pones tan cachonda!!!!!!!!! Tan caliente!!!!!! Ahhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!! !! Sigue, así, así así.
-Te gusta preciosa?
-Mmmmmmmm!!!!!!! Estoy loca de gusto hermosa, más más más más más!!!!!!!! Me corrooooooooo, me corrooooooo, no pares ahhhhhhhhhhhhhhh.
Así Caro tuvo su orgasmo, yo me sentía muy caliente al verla ahí con su respiración agitada.
-Ahora te toca a ti mi hermosa Caro.
Angélica me quitó mi falda y mi tanga, metió la cabeza entre mis piernas y comenzó a lamer mis labios vaginales despacio, muy despacio, yo gemía como loca:
-Qué rico preciosa!!!!!!!!!! Ahhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!! ! No pares, no pares!!!!!!!!!!!!! Ahhhh!!!!!!!! Ahora más rápido, mueve la lengua más rápido, por favooooooor!!!!!!!! Ahhhhhhhhhh!!!!!! Síiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!! Así, así, así, así, así, más más preciosa, más más, Ahhhh!!!!!!! Ohhhhh Siiiiiiiiii!!!!!
Angélica movía la lengua excelentemente, se notaba su experiencia lésbica, sabía con maestría como satisfacer a una mujer con su lengua.
-Tócame los pezones también preciosa Ahhhhh!!!!!!!! Siiiiiii!!!!
Y así lo hizo, Angélica me mamaba mi conchita y a la vez pellizcaba mis pezones.
-Oh!!!!!!!!!!!!! Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii Eres una diosa! Eres una diosa! sígueme comiendo la concha, Ah!!!!!!! Más, más, más, ya voy a terminar preciosa ohhhhhhh siiiiiii, ya voy ya voooooooooooyyyyyyyyyy, siiiiiiiiiiiii qué ricooooooooooo
Y así llegué al orgasmo. Después de eso nos besamos en la boca, Angélica traía el olor de mis fluidos en su boca, fue un beso riquísimo. Así sin ropa nos quedamos dormidas y muy satisfechas con la experiencia, sobre todo yo, porque eso simbolizó el comienzo de mi sexualidad plena
OJALÁ LES HAYA GUSTADO MI PRIMER RELATO, Y CON PRIMER RELATO ME REFIERO A QUE HABRÁ MÁS, AGRADECERÍA QUE ME ESCRIBIERAN PARA VER QUE LES PARECIÓ, COMENTARIOS, CRÍTICAS, TODO SE VALE CON AFÁN DE MEJORARLOS, SALUDOS A TODOS, QUE TENGAN UN EXCELENTE DÍA!!!!!
VIOLETA
