Hola a todos... Es dificil para mí escribir esta nota, pero más lo fue reconocer que fui víctima de abuso verbal, psicológico y físico por parte de mi ex-novio. Deseo compartir mi historia para que otras mujeres no caigan en este juego tan despreciable y estemos siempre atentas a las primeras señales de maltrato.
Lo conocí cuando tenía 28 años y el 34, al comienzo se mostró como un hombre encantador, muy caballero, detallista y respetuoso. Mis padres y amigos lo aceptaron rápidamente. Después de 3 meses comenzó a cambiar nuestra primera discusión fue por compartirle una inseguridad que tenía yo frente a la relación y sin más ni más me terminaba o amenazaba con hacerlo, así era cada vez que yo decía algo que no me agradaba o no estaba de acuerdo se enojaba y volteaba las cosas para hacerme sentir responsable o culpable. Hacía comentarios en contra de las mujeres los cuales yo refutaba y me molestaban y después salía con la excusa que eran broma y que él era feminista a morir.
No admitía que dejara de cumplirle una cita, ya fuera por compromisos familiares o ejemplo si estaba indispuesta con gripa o dolor de cabeza. Además se molestaba si salía con mis amig@s, a cine, a un cumpleaños o a un concierto. Siempre teníamos que vernos cuando el dijera o quisiera, nunca quiso llevarme a su casa o que conociera algún familiar, y los amigos que pude conocer fueron muy pocos y los frecuentaba muy rara vez. Nuestros compromisos se limitaban con mi familia o solamente los dos. Cuando le pedía que me llamara no lo hacía o simplemente que me acompañara a hacer alguna diligencia me dejaba plantada o tenía que esperarlo hasta 2 o 3 horas y trás del hecho se enojaba o sacaba cualquier excusa.
Mi primera relación sexual fue con él, de lo que me arrepiento, y no fue nada especial se portó muy tosco, no fue cariñoso o delicado, además siempre le importaba era lo que él quería sentir, yo me veía como un cero a la izquierda, incómoda, usada. Nuestros encuentros sexuales eran muy esporádicos y era extraño que me dijera en varias ocasiones que quería "violarme" comentario que me dejaba congelada y luego al ver mi reacción él se sonreía como si nada. En dos oportunidades fue muy brusco hasta me hizo daño físico, me lastimaba por más que le dijera, no tenía cuidado. Me daba miedo estar ya sola con él después de esos incidentes, a lo que se disculpaba diciendo que no era su intención lastimarme que eran cuestiones del momento y que eso a veces pasaba. Yo empezaba a desconfíar cada vez más.
Eran más frecuentes sus escenas de celos por cualquier llamada, mensaje o si hablaba con alguien en determinada reunión. Caía de sorpresa a mi casa, al trabajo, descubrí que revisaba mi celular o mi computador, en fín. Ya era tortuoso y asfixiante y comenzaron las peleas cada semana, se volvió todo en juego para él, me terminaba por bobadas y tenía yo que buscarlo para que hablaramos. Tenía conflictos con mi familia por él y hasta dejé mi trabajo por mi bajo estado de ánimo. En esas discusiones me humillaba diciendo que su trabajo era lo máximo, era grosero e hiriente, igual trataba de defenderme pero nunca pude imponerme. Quise dejarlo varias veces pero siempre se disculpaba diciendo que iba a cambiar y que me amaba lo cual yo creía (por boba).
Luego descubrí que tenía a otra persona. Y decidí no volverlo a ver más. Esta tortuosa relación duró un año, lo cual me ha dejado con muchos problemas de autestima, me convertí en una mujer insegura, temerosa, nerviosa, depresiva, sin ganas de vivir, con problemas de salud y pesando solo 41 kilos. Estoy intentando rehacer mi vida y terminar mis estudios, dar un giro de 180 pero no ha sido fácil, son cicatrices que quedan para siempre. A veces me culpo por haber sido tan ingénua pero creo que nadie tiene derecho a utilizarte, manipularte y ganarse tu confianza para luego agredirte a su antojo.