Que una creencia sea compartida por la mayoría de la población no garantiza que sea cierta. No obstante, en Occidente, en parte por influencia de cierto tipo de cine y de literatura, quien más quien menos da por bueno alguno de los mitos románticos que a continuación vamos a describir (no sin antes advertir ¡¡¡atención!!! que existe la posibilidad de herir sensibilidades):
El mito de la media naranja: escogemos a la pareja que de algún modo teníamos predestinada, lo cual garantiza realizar la mejor elección posible.
El mito de la exclusividad: el amor romántico-pasional sólo puede sentirse por una persona al mismo tiempo.
El mito de la convivencia o del matrimonio: el amor romántico debe conducir a una unión estable de la pareja.
El mito de la omnipotencia: el amor lo puede todo, la unión amorosa otorga una fuerza especial que permite superar todos los obstáculos imaginables.
El mito de la pasión eterna: el amor pasional de los primeros meses puede (y debe) perdurar tras miles de días (y noches) de convivencia.
El mito de la fidelidad: todos los deseos pasionales (románticos y eróticos) deben satisfacerse con una única persona.
El mito del libre albedrío: nuestros sentimientos amorosos son tan íntimos que no están influidos de forma decisiva por factores sociales, culturales o biológicos ajenos a nuestra voluntad y a nuestra consciencia.
El mito de la equivalencia: los conceptos de amor y enamoramiento son equivalentes, de modo que si un@ deja de estar apasionadamente prendad@ de su pareja es que ya no la ama.
El mito del emparejamiento: estar en pareja es algo natural y universal, por lo que en todas las épocas y culturas el ser humano ha tendido a vivir en uniones de dos personas.
El mito de los celos: los celos son un indicador de amor verdadero.
Dicho lo cual, invitados estáis a vivir intensamente el amor en brazos de alguna hermosa naranja, rica, jugosa y bien entera (y no privada de ni un solo gajo, y menos aún de una mitad). Eso sí, con la mente despejada y los pies firmemente asentados en la tierra, sin dejaros arrastrar por creencias erróneas, tratando de evitar sufrimientos innecesarios. ¡Amad sanamente y cuanto podáis, que la vida pasa y nosotr@s con ella!
(Para saber más: Carlos Yela García, El amor desde la psicología social, Ediciones Pirámide; Antonio Galindo, Las mentiras del sexo, Kairós)
J.
40ecos.blogspot.com