Hola como están, hace mucho decidí contar una experiencia que me sucedió una mañana rumbo al trabajo en un transporte muy conocido aquí en Lima. El viaje duro 1 hora como todos los días que tenía que ir a trabajar. Resulta que mi trabajo quedaba en Huachipa(los que conocen Lima saben que es un distrito alejado de la ciudad). Eran las 7:00 am y me subo a la combi, esta estaba casi a medio llenar pero pude ver que los asientos de atrás estaban vacíos, y como me gustair siempre del lado de la ventana pues entre y me senté. No pasaron muchos paraderos cuando de pronto, al lado mio se sentó una chica de más o menos mi edad. Vestía un sastre con una blusa y pantalón drill oscuro, cabello laceo, bien maquillada y aretes. Nunca me he fijado en el aspecto físico de una mujer, pero para mi gusto, ella era muy atractiva físicamente.
Como el asiento era algo estrecho tuve que sentarme algo de lado y ella también, todo estaba tranquilo y simulaba ser un viaje como todos los cotidianos para llegar a trabajar, pero a primera impresión no me habia dado cuenta que ella tenia algo suyo demasiado cerca de mi: Por la forma en la que íbamos sentados de lado hacia que su codo rosara directamente con mi entrepierna. Aquel lugar que nos da la virilidad a los chicos. La fricción para ese entonces era leve, pero a medida que el auto se movía cada vez más podía sentir el codo en mi miembro el cual respondía al estímulo. En ese momento quise pensar que ella no se había dado cuenta y a la vez moverme a un lado para evitar dicho frote, pero no podía, ya que estaba muy arrinconado a la ventana y todo intento era imposible.
Hubo un momento en que por culpa de la fricción, mi pene alcanzó su máxima expresión, les juro que me gustaba demasiado pero a la vez me causaba mucha vergüenza, pero a pesar de ello, ella en ningún momento quitó el codo de aquel lugar, trate de buscar sus ojos con mi mirada pero ella solo miraba al asiento del costado, como si vigilando que la señora que iba sentada ahí no se percatarse de lo que estaba sucediendo.
Estuvimos quizás unos largos 20 minutos en esa posición, ella ahí con el codo en todo mi miembro y mirando a todos lados menos a mi, y yo soñando no sólo tener esa parte de su cuerpo sino todo lo demás. Mi corazón latía a mil, empezó a sudar y temblaba de a poquitos. Cuando derrepente a mitad de camino bajó la señora del costado y ella me lanzó una repentina mirada, esbozo una media y tímida sonrisa con su carita y separó un poco el codo.
- Perdon! - Me dijo suave solo para escucharlo solo nosotros dos.
- No te preocupes - le dije con voz temblorosa a lo que ella volvió a sonreír, como si supiera lo que me había hecho.
Ya no tenía su codo presionandome ahi, pero yo aun temblaba como si muriese de frío, estaba a mil pero tenia que relajarme, sabía que en media hora debía de llegar al trabajo y en ese estado no podía trabajar. Tanto pensaba en eso que no me había dado cuenta de que me había excitado tanto que la humedad propia de ese momento había traspasado mi ropa interior y llegado a mi pantalón drill blanco que llevaba puesto. Dejando una marca en donde mi glande se unía a la tela del pantalon, como cuando cae una gota de agua y se pierde entre los hilos. Pero quien se dio cuenta primero fue ella, que, llamo mi atención impresionada y nerviosa, mirando hacia abajo y tapándose levemente la boca con la mano derecha, con su rostro sumamente sorprendido.
Lo único que atiné en ese momento fue llevarme una mano encima de la entrepierna para que no vea lo que me había sucedido. Ella se puso aun más nerviosa, miraba a todos lados pero por alguna razón no cambiaba de asiento. Luego se atrevió a dirigirme la palabra otra vez.
- Fue por mi verdad?- metió la mano a la cartera y sacó un pedazo de papel higiénico.
- Limpiate con eso- Me dijo.
Nervioso y en silencio recibí el papel y empecé a pasarlo por encima del pantalón, pero ella hizo un gesto negativo y me volvió a dirigir la palabra.
- Así no. - Me dijo con voz entrecortada. - Tienes que... Sacarlo... Para que lo puedas limpiar...
Mi rostro palidecio por completo, nunca pensé que me haya sugerido semejante cosa. Pero era lo único que podía hacer, si no lo limpiaba seguiría peor.
- Lo haré pero no mires.- Le dije.
- Ok- Respondió temblorosa mirando hacia adelante y dejando caer el mechón de su cabello del lado izquierdo.
Como pude bajé el cierre de mi pantalón hice a un lado el bóxer y pude liberar mi miembro, este aun seguía erecto y demasiado lubricado, se notaba aquel líquido transparente goteando de a poquitos fuera de mi. Ella trataba de no mirar, pero a pesar de que tenía vergüenza eso me causaba una excitation enorme y hacia que mi pene no dejara de lubricar, es entonces que decido sacarlo todo afuera para, según yo poderlo limpiar mejor. Es entonces cuando ella, supongo que víctima de la curiosidad, recoge su cabello y voltea despacio, lo cual me excitó muchísimo más. Se quedó mirando cerca de un minuto, mordió levemente su labio inferior y yo no atinaba a hacer nada solo mirar su curioso rostro. Derrepennte, ella volvió a acercar su codo mirándo mi pene fijamente, lo acerco y lo tocó con el, toda mi lubricacion se quedó en la manga del sastre que llevaba, pero pude sentir que su objetivo no era ese, cuando de pronto puede ver y sentir la parte posterior de su mano en toda mi virilidad, para después ya sin ninguna vergüenza coger mi pene y encerrarlo y presionarlo fuerte dentro de su mano izquierda.
Porsupuesto ella vio mi cara de placer combinada con temor, y ella nerviosa lentamente empezó a mover su mano de arriba a abajo. Yo disfrutaba el momento, sudaba como si hubiera 40 grados, levemente di un jadeo, ella dijo "callate", a la vez que aceleraba su ritmo de a pocos. Para ese entonces el transporte ya estaba casi vacío y solo había gente delante. Se detuvo un momento para pagar por el pasaje, pague por los dos estirando la mano desde mi asiento y ella continuó con su acción. Quise ser más atrevido y acerque mi mano derecha a su pantalón y a duras penas conseguí llegar a su clitoris. Ella estaba mojada también, tanto o más que yo, así que aproveche y también la masturbé, pude sentir como se retorcía disimulada del placer, decidí acercar sus labios a los míos para basarnos mientras nos tocábamos mutuamente. Es entonces cuando llegó el momento más increíble, yo ya no podía aguantar más, ella dio un temblor que remeció todo su cuerpo, y yo sentí que me venia y ella pudo advertirlo, así que increíblemente se acomodó, y agachó su cabeza metiendo mi pene dentro de sus labios. Juro que no pude aguantar al sentir su lengua juguetear con mi glande y me vine ahí. Ella no se quitó. Recibió toda mi eyaculacion en dentro de su boca. Cuando termine me retiro mi mano de su clitoris, cogio un pedazo de papel higiénico, echo el semen en el papel y se limpio la mano y el borde de su boca que había quedado mojado de mí. Yo solo la miraba mientras guardaba mi miembro dentro del pantalón. Luego de un instante de silencio me dijo: ¿trabajas por aqui? Salgo a las 7:00pm, me esperas en el paradero de los gavilanes, dame tu número!
Le di mi número y quedamos para la salida, yo salia a las 6 de la oficina así que no había problema, podía esperarla. Se acercó mi paradero, así que tuve que bajar. Le di un beso y baje, rumbo al trabajo. Esa noche nos volvimos a ver y pudimos conocernos mucho más.