Yo tenía 14 años, y la hermana menor de mi madre tenía 19, rubia y delgada; nos llevábamos muy bien, y a mi ella me excitaba y cuando me masturbaba, solía imaginar cosas con ella. Cuando me masturbaba, trababa la puerta para que nadie entre a mi cuarto, pero una noche me olvidé de trabar, porque mis padres se habían ido, y en la casa solo quedaba mi tía, y no pensé que podría entrar.
Pero de pronto entró, y sin golpear, y me encontró en la cama, desnudo, masturbándome y yo me sobresalté y me tapé, pero ella se quedó mirándome sonriente, y me preguntó, "¿que hacías?"; yo le dije que nada, pero insistió, "vamos, vi que estabas haciendo algo".
Se sentó en la cama y me dijo, "no tienes que sentir vergüenza porque yo te vea haciendo eso, yo tambien lo hago"; hizo un silencio y despues me dijo en tono de complicidad, "mira, tu sigue haciéndolo y yo te dejo que me veas desnuda, para excitarte mas", y yo no podía creer lo que me decía, pero le dije que si con la cabeza.
Trabó la puerta, por las dudas, se acercó a la cama, y lentamente se sacó el sueter y la camiseta, yo me quedé mirándola impresionado, luego empezó a desabrocharse el jean, y se lo quitó, ya estaba en ropa interior, y cuando la vi así me destapé y continué masturbándome ya sin vergüenza; se terminó de desnudar y se sentó con las piernas cruzadas frente a mi, mientras yo miraba su cuerpo fascinado y no paraba de tocarme; ella me sonreía.
Entonces me dijo, "mira, yo lo hago así", separó las piernas y se empezó a tocar la vagina y a mi me excitaba cada vez mas, y creo que ella tambien estaba excitándose igual. Me dijo "¿quieres ayudarme?", extendiéndome la mano, y yo le di la mano y ella la llevó a su sexo y se empezó a tocar, se metió mis dedos adentro y me señaló como tocarla, yo seguí haciéndolo y ella acercó su mano a mi pene, y suavemente quitó mi mano y continuó masturbándome ella; por unos instantes nos masturbamos mutuamente, ella cerraba los ojos y gemía despacio, y de pronto me dijo, "espera, ¿quieres que termine con la boca?", y yo nuevamente dije que si con la cabeza, entonces dijo, "prepárate", tomó mi pene, suavemente tiró la piel para atrás, y bajó despacio la cabeza, acercándose a el, hasta que sentí el contacto de su lengua, como lamía el glande y se metía el pene en la boca; yo me relajé y me heché un poco hacia atrás y sentí como mi pene se contraía inundando su boca. Se limpió la boca y me dijo, "podemos hacer esto cuando quieras, pero ya sabes que nadie se puede enterar, si?".
Durante los siguientes días, cuando nadie mas veía, me dejaba mirarla cuando se cambiaba de ropa, y una tarde, mientras mis padres trabajaban, ella me estaba ayudando con las tareas de la escuela, y me dijo que cuando terminara me lo iba a hacer, entonces cuando le mostré que había terminado, entonces me bajó el cierre del pantalón, sacó mi verga, que estaba muy erecta, se arrodilló frente a mi, y la empezó a mamar, y otra vez eyaculé en su boca, parecía gustarle mucho que yo lo haga.
Un día me dijo que estaba solo el departamento de una amiga suya, y que luego de la escuela podíamos pasar por ahí, para estar mas tranquilos.
Fuimos, entramos al cuarto, y yo me quité la ropa y me acosté. Ella tenía puesto un vestido negro, corto, con breteles, y sin quitárselo, se bajó la ropa interior y se subió encima de mi, agarrando mi pene y metiéndoselo suavemente en la vagina, y cuando estuvo adentro, comenzó a cabalgar sobre mi, y me dijo, "pueder eyacular tranquilo, tomo píldoras".
Sin dejar de moverse, se quitó el vestido por encima, y siguió cabalgando desnuda y yo le agarré los senos y ella gemía, ya sin temor de ser escuchada, y tuvo un orgasmo y casi al mismo tiempo yo me vine adentro de ella.
Quedamos los dos extenuados, ella me abrazó, sentí su cuerpo tibio, y me empezó a besar suavemente por todo el cuerpo. Luego propuso bañarnos juntos, lo hicimos, nos secamos, y ella se rasuró la entrepierna delante de mi y cuando ya la tenía lisa me pidió que le bese la vagina, entonces me acerqué y apoyé mis labios sobre ella y le empecé a dar besos. "Con la lengua", me pidió, y yo la empecé a lamer y ella a arquearse y a gemir, y me guiaba diciéndome adonde quería que le chupe. Ella me agarró la cabeza, yo le metí la lengua y tuvo un orgasmo.
Durante un largo tiempo, cuando teníamos la posibilidad, aprovechábamos para tener sexo, y actualmente mucho menos, pero cada tanto volvemos a hacerlo.