Foro / Pareja

Historias sobre el morbo (2b)

Última respuesta: 8 de diciembre de 2006 a las 19:37
M
markos_6046046
5/12/06 a las 9:19

(...continuación)

me agaché abriendo sus piernas y descubriendo todo su clitoris receptivo para mi. El agua que resbalaba desde su boca a traves de su pecho y que inevitablemente acababa en su ... goteaba hasta el suelo dejando un pequeño charco el cual no tuve reparos en pisar, húmedo, caliente, excitado, asi encontre ese sexo al tocar en él mi lengua...
Aquel impacto de tejidos le hizo soltar un gemido atronador, y preocupado por el escándalo que puedieran formar los gemidos concentré mi atención en morder suavemente aquellos labios que rodeaban aquel precioso ... Mi lengua fue subiendo hasta su ombligo para bajar una y otra vez hasta donde el placer llega a su clímax mas profundo. Élla cogia con sus dos manos mi cabeza y obligándome me conducía una y otra vez por el camino que ella deseaba, su ombligo... sus ingles... sus piernas... su clítoris... y embadurnado éste por completo de mi saliba no dudó en conducir otra vez mi cabeza esta vez hasta sus pechos los cuales mordisqueé hasta saciarme.
Mi boca volvió a juntarse con la suya hasta mancharme de su carmín. No me importaba, ahora mi ... iba a explotar de la excitación. Mientras la besaba, ella aprovechaba y la cogia masturbandome lentamente. El espacio de aquel habitaculo no daba para posturas espectaculares, no obstante ayudaba a mantener los cuerpos unidos, tanto en ese espacio como en la excitación.
Finalmente y después de volverme loco llevó mi ... hasta su ... La restrégó varias veces contra su clitoris con el fin de masturbarse y mojar de ese agua también mi sexo.
Y como la seda, entró lentamente engulliendome por completo hasta tocar mi pecho con el suyo.
Sus manos, irremediablemente fueron hacia atras en un movimiento casi natural apoyandose en el lavamanos. Su cabeza fruto de la tremenda excitación se inclinaba hacia atras haciendole mirar al techo del habitaculo, mientras, yo apretaba con fuerza sus pechos voluptuosos y daba movimiento al acto. Una vez tras otra, mi ... totalmente erecta entraba y salia de su cuerpo. El éxtasis era total y segundos más tarde no se cortó en reprimir la pasión soltando nuevamente un gemido aullador. No me importaba ahora, iba a correrme yo también...
Saqué mi ... de su ... rapidamente con el objetivo de buscar algún lugar donde soltar mi semen. En fracciones de segundo ella se bajó del lavamanos y agachandose hábilmente juntó con sus manos sus tetas susurrandome: "Aquí... vamos... hazlo aquí..."
Y como una orden, empecé a descargar todos mis líquidos en sus tetas hasta dejarla completamente manchada de ese espeso y caliente néctar, mientras ella aprovechó para masajear mis huevos con suavidad. Sus pezones morenos... estaban recubiertos por completo de mi, todavia excitado y embriagado de placer.
Yo salí primero de aquel habitáculo. Volví a mi asiento y comprobé con una sonrisa en la cara que una señora que no había visto antes me miraba con estupor y sorpresa. ¿Habría escuchado todo aquel jaleo?, seguro que si.
Minutos más tarde y sin apartar la vista del lavabo esperando impaciente la salida de aquella reina, nos adentramos en el único túnel que había en aquel recorrido hasta llegar a mi destino. Se hizo la oscuridad completa durante diez segundos. Una vez pasado volví a volcar mi mirada hacia aquella puerta que seguía cerrada... era una sensación de curiosidad, placer, morbo y satisfacción la que me obligaba a esperar su salida de aquel habitaculo.
Pasaron los minutos y nada ocurria. Mi parada era la próxima y aquella situación seguia igual, lo que me hizo levantarme a comprovar si todo marchaba bien. Empezaba a preocuparme por ella.
Aquella señora que seguia mirandome con perplejidad también se había levantado para acomodarse y bajarse en breve.
Llevé mi mano a la manilla de la puerta comprobando la indicación de "LIBRE" rodeada de un indicador verde, estaba fría, como de no haberse tocado en un tiempo. Sorprendentemente la puerta se abrió y me dejó ver lo que allí había. Un pequeño charco de agua en el suelo corría sin rumbo al compás del movimiento del tren. Pequeños arañazos en el lavamanos de plástico duro resaltaban junto a unas manchas de carmín femenino. Pero nada más, nadie habitaba ahora aquel habitaculo.
Imposible, pensé. Mi vista no se había apartado ni un solo momento de aquella puerta!, ¿como podia ser posible?.
Durante unos instantes mi mente se quedó en blanco repasando uno por uno los movimientos de aquella mujer, el trayecto... hasta dar con la oscuridad del túnel.
Diez segundos habían separado a aquella mujer de mi, de mi placer y mi extasis. Diez segundos habrían quizá hecho volver a dirigirme a ella y contarle lo maravillosa que era y lo increible que me había sentido yo.
En los días sucesivos intenté repetir aquel horario que me había echo toparme con aquel demonio con carita de ángel, pero todo fue en vano. Nunca más supe de aquella mujer, nunca más tuve la suerte de cruzar mi mirada con ella. Durante los meses que siguieron tuve que conformarme con el recuerdo de aquel instante, con su aroma y su manera de morder su labio, con sus gemidos... tan solo con su recuerdo.

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I
izabel_8805960
5/12/06 a las 13:57

Enhorabuena dayson
Por tus relatos , me han enganchado asi que por favor continua
En este ultimo me he reconocido por ser una de mis fantasías.
Gracias

O
oliva_7840131
8/12/06 a las 19:37

Bien hecho dayson
Gracias por la segunda parte. Me exitó tanto como la primera. Es que describes el morbo tan sutilmente que me pone a mil.
Un abrazo guapo

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