Fiesta de inaguración (relato)

Hacía sólo una semana que había entrado a vivir en aquel piso cuando te conocí. Tu novia compartía piso de estudiantes conmigo y otras dos chicas más. Su habitación estaba al lado de la mía y nos llevábamos muy bien. Las cuatro teníamos 19 años, hacíamos primero de carrera y sólo pensábamos en salir de fiesta y conocer gente.
Como iba diciendo, Ana aquel día dijo que iba a traer a su novio y nos preguntó si nos importaba Claro que no tonta! le dijimos. Cuando entraste estabas un poco cortado, tímidamente me distes dos besos. Cuando te vi pensé vaya suerte tiene Ana, que peazo de novio! Alto, moreno, con el pelo todo engominado, que vestía de muerte y con un cuerpo de envidiar! Cenamos los cinco y ya te fuiste soltando más. Nos caísteis muy bien a las tres: gracioso, atento con tu novia, simpático con nosotras
Así pasaron los días hasta que un día tu y yo nos empezamos hacer miradas de complicidad. Cuando Ana estaba en la cocina me acariciabas con tu pie por debajo de la mesa Dios! Me moría por estar contigo pero no podía hacer nada! Compartía piso con tu novia! Quise cambiar radicalmente mi relación contigo, sin bromear tanto y sin tantos rozamientos pero Ana se dio cuenta y me preguntó si me caía mal su novio. Cómo me iba a caer mal??? Si sólo pensaba en tirármelo!!!! Aquella situación acababa conmigo, tu que seguías coqueteando conmigo, yo queriendo disimular y tu novia por medio
Quieres jugar???Ahora verás pensé Cada vez que me acariciabas por debajo de la mesa ya no disimulaba ni me apartaba.. sino que te miraba descaradamente Aquella situación, con tu novia al lado me ponía cachonda. Terminaba cada cena toda mojada pero luego tu te ibas con tu novia y yo tenía que escuchar los jadeos de ella en la noche oscura que se sentían a través de la rejilla de mi habitación. Me moría de celos. Ella estando contigo, haciéndola gozar de placer y yo teniéndome que consolar con mi mano

Después de un mes de entrar a vivir en el piso decidimos hacer una fiesta de inauguración, cada una trajo sus amigos de la universidad y montamos una gorda! Pusimos la calefacción para poder ir así más sexis. Me coloqué mi mini vaquera, con las medias de rejilla, unas botas de piel blancas y un top negro ajustado con la espalda descubierta. Mi negra melena suelta y un poco de carmín en los labios. Salí de mi habitación y me dijiste.. Uauuuu que guapa Sara, estás impresionante! Y se oyó a Ana des de la habitación que dijo. A ver si me vas a poner celosa eh? Me guiñaste el ojo aquella noche prometía. Empezó a llegar gente. Todo estaba preparado, la comida, la música, la bebida
Tu bailabas con Ana sin dejar de quitarme el ojo de encima. Yo coqueteando con uno de mi clase que siempre me estaba tirando los tejos y al ver que me observabas aún me arrimé más a él. Bailábamos, me agarraba por la cintura, me buscaba mi boca y yo le esquivaba como si fuera un juego y luego te miraba pícaramente. Fui a la cocina a buscar una copa y en ese momento noté como me daban un cachete y me dijiste esta noche estás siendo muy mala mientras me comías la oreja. Un escalofría recorrió todo mi cuerpo. Me acariciaste mi espalda y con la lengua recorriste mi columna buf.. me puse toda mojadita. Tus manos empezaron a recorrer mis piernas, iban subiendo, subiendo no quería que pararas pero aquello no podía ser En ese momento entró Ana en la cocina, iba muy bebida i no se dio cuenta de lo empalmao que ibas. Quería beber más pero no la dejaste y empezasteis una leve discusión. Volví al comedor i seguí bailando con todos. Volvió el chico de mi clase y seguí coqueteando descaradamente con él atento a tu mirada. Nos dimos cuatro piquitos de nada y ahí terminó todo. Se acabó la fiesta y todos se fueron pa casa.
Ana iba muy mal y Maite te ayudó a desnudarla y ponerla en la cama. Yo no te ayudé. No podía imaginarme lo que iba a suceder si estábamos los dos, encima de la cama, desnudando a tu novia semiinconsciente.
Me desnudé, me metí en la cama sólo con el tanguilla y empecé acariciarme entre las sábanas pensando en ti. Mi sexo húmedo recordando la escena de la cocina y imaginándome que hubiera pasado si Ana no hubiese entrado. Pensar que sólo una pared me separaba de ti me ponía aún más nerviosa. En ese momento oí como la puerta de mi habitación se abría y tu sombra apareció en ella. Entraste decidido y me dijiste no molesto verdad? Abrí la cama para que entraras. Y Ana? Te pregunté. No se entera de nada, está durmiendo la borrachera. Empezamos a besarnos dulcemente. Yo sólo con el tanguilla y tu con unos calzoncillos negros y una camiseta que enseguida te quité. Tu lengua recorría cada rincón de mi boca, tus manos acariciaban todo mi cuerpo, olfateabas mi pelo. Tu boca bajó hasta mi cuello, tus manos tocando mis pezones duros. Me mordías suavemente mis pechos mientras con una mano acariciabas todo mi sexo mojado. Me hacías estremecer de placer. Un dedo se introdujo en mi ... Gemía de placer y me tapabas la boca para que nadie nos oyera. Tu boca bajó hasta mi sexo. Hacías pequeños movimientos con la lengua mientras me metías un dedo. Te agarraba por la nuca, apretándote más y más a mi. Creo que nunca había gozado tanto. Me corrí por primera vez. Cambiamos de posición. Me puse encima de ti, quería dominar la situación. Te pedí que te pusieras bocabajo. Mi boca y mis manos empezaron a recorrer todo tu espalda. Te masajeaba la espalda con mis pechos pudiendo sentir mis pezones duros rozándote. Sabía que te gustaba. Mordí tu culito y te metí un dedo por el culito. Hiciste un grito de placer. Shhhhttt te dije. Mi lengua empezó a recorrer tu pirineo. Te movías. Tenías ganas de follarme, lo sabía. No podías esperar más. Cogiste un preservativo, te lo pusiste y empezaste a penetrarme. Movimientos salvajes, fuertes embestidas. Mis piernas rodearon tu cintura para sentirte más y más y levantaba mi pelvis. Estábamos locos de placer. Hacíamos demasiado ruido, Ana nos podía oír pero no lo podíamos evitar. Cuando estabas a punto de correrte te pedí que pararas. No quería que terminara, prefería hacerte sufrir un poco. Me levanté. Tu sentado en la cama con mi ... a la altura de tu boca. Me abrí de piernas. Quieres más eh? me dijiste pícaramente eres una warrilla Tu dedo empezó acariciarme. Me besabas mi ... depilado. Todo muy suave hasta que de pronto empezaste a comerme locamente. Tu lengua moviéndose rápidamente. Me metías dos dedos por mi ... y uno por el culo. Aquello era una pasada. Creo que tuve dos orgasmos! Mis piernas empezaron a flaquear. Lo notaste. Paraste y te pusiste de pie. Me tocaba a mi. Me metí tu ... en la boca. Apretabas mi cabeza a ti. Te la estaba comiendo locamente. Agarrándote por el culo, me follabas por la boca. Te succionaba el glande, te daba pequeños mordisquitos y luego me la metía toda. Cuando nuevamente estabas a punto de correrte paré. Me levanté y me puse de pie apoyada en el espejo flexionando un poco mis rodillas dejándote ver una imagen extraordinaria: mi culito te esperaba Me la metiste por el culo. Primero la puntita. Grité con una mezcla de placer y dolor. Quería más. Me la fuiste metiendo hasta que mi culo ya no se resistía. Dabas fuertes embestidas mientras acariciabas mi sexo y mis pechos. A través del espejo veía tu cara excitada. Los dos gritábamos de placer hasta que por fin nos corrimos los dos, casi a la vez. Te agachaste y con tu lengua recogiste todo mi dulce manjar. Me agaché también y te besé en la boca saboreando a través de ella mi sexo.




Espero que os haya gustado y excitado aunque solo sea un poquito

Un besoooo