Buenas. Ayer me registre en esta pagina para leer algunos artículos y de ser necesario escribir algún comentario o consulta. Y como vi que a pesar de ser un foro que lleva el nombre de femenino varios hombres escriben, pues aquí va.
La historia es la de much@s, como bien he leído, y me tiró abajo un poco notar que no han encontrado soluciones quienes aquí han escrito, por lo que supongo que yo tampoco la encontraré, aunque si aparece bienvenida sea. Pero ante esta probabilidad casi nula, si no sirve para hallar una solución, que al menos sirva para expresarme.
Con mi esposa llevamos unos 5 años de casados, y ella fue siempre como una pequeña montaña rusa, a veces tiene pocas ganas, a veces algo mas. Digamos que su cantidad ideal es hacerlo entre una y dos veces por semana, por hablar de un promedio, dos veces cada díez días. En cambio yo tengo mas necesidad, tal vez no los 365 días del año, pero si me pasa que necesito tres o cuatro días seguidos, después estoy satisfecho durante unos dos días, y después ya siento necesidad nuevamente. Por ende, somos bastantes diferentes respecto a la sed sexual de cada uno. Como yo la amo, la comprendo, y tampoco pretendo que sea una muñeca inflable de carne y hueso y se abra sin sentir, cabe destacar que cuando lo hacemos siempre llega al orgasmo. Lo que pretendo o me haría feliz como pareja es que los días que ella no tiene ganas de hacerlo, sea "gauchita", y me de placer de otras formas, ya sea masturbandome o practicandome sexo oral, lo cual algunas veces hace, pero sinceramente lejos del ritmo que yo espero. Lo que ella dice es que para hacerlo debe sentír ganas de hacerlo, es decir vencer las ganas de hacer otra cosa para dedicarse y concentrarse en eso, y eso es lo que no sucede. Ahí es cuando hay tres alternativas, o me masturbo al dia siguiente, o lo hago en el momento, o comienzo a hacerlo en el momento y ella me hace el favor de continuar de alguna de las dos formas antes mencionadas. A todo esto el hecho de tener que masturbarme me enoja, entristece o decepciona, depende la ocasión, dado que tengo que hacer algo yo que siento que es responsabilidad de ella, por ser mi esposa, que es su responsabilidad darme placer. Lo que lleva a un malestar, que dia tras dia se acumula, hablamos o peleamos, depende de la cantidad de malestar acumulado, lo cual generalmente termina en algunos días en los que me satisface a mi ritmo, y luego volvemos a lo de antes. De estas situaciones hemos pasado decenas, sinceramente ya no creo que alguna vez haya un cambio definitivo, lo cual tampoco es bueno para la vida de uno, ya que para mi el sexo es una necesidad física además de afectiva, es como tener hambre o sueño, es algo que necesita mi cuerpo para sentirse bien. A la gente le afecta cuando tal vez no tiene tiempo de almorzar, o por alguna razón no pudo dormir bien, y bueno, a mi como a otr@s tantos, cuando no tiene una descarga sexual con la frecuencia que uno siente necesaria. Me sucede que al acumular este malestar me vuelvo frío afectivamente, o no me interesa su cuerpo (verla desnuda o alguna de sus partes) o llego también a no pretender nada sexual de ella.
A veces pienso, divago, en este mundo debería estar moralmente aceptado que alguien tenga relaciones con alguien que no fuera su pareja cuando esta no lo satisface a uno. No hablo de engaño ni otro romance, sino como una descarga física. Asi como uno va a un baño publico si no aguanta hasta volver a su casa para orinar, o cuando se come en algún lugar al paso cuando se hace tarde y aun no terminaron de hacer alguna actividad para regresar a su casa. En esos momentos el cuerpo pide algo y no se puede desarrollar en casa, esa cuestión física se resuelve fuera. Obviamente sería tan solo una cuestión física y el amor de una pareja y familia lo tendría en su hogar, hogar dulce hogar.... luego despierto de esta idea utópica y me encuentro con la realidad, con saber que amo mucho a mi esposa, pero que probablemente, ante la no existencia de esa utopía, la relación afectiva termine deteriorada, llegue a su fin, y la vida de lugar a obtener recién lo que el físico pide. No soy gustoso para nada de esta alternativa, pero sinceramente no veo una solución, tampoco la he leído aca de otros usuarios, todo lo contrario, parecería esto el final que mas tarde o mas temprano llegará.
Otra cuestión, intentando salvar las cosas, le propongo que vaya al médico, tal vez hay alguna cuestión hormonal que la afecta. Y llega la negativa, que le da vergüenza, o que no quiere molestar a algún familiar para que cuide a nuestro hijo mientras fuera al médico y tener que dar explicaciones de por que acude al médico. Bueno, le digo que pida consejo con personas de confianza, ya sean hermanas o amigas, y no porque le da vergüenza. Y ahí es donde siento que realmente hay poco interés de su parte por generar un cambio, que lo único que hace hoy es afectar a la pareja.
Y luego suceden cosas como lo que paso hace poco, que comienzo a besarla, la toco, responde bien, y me dice "te masturbo", le pregunto si no se siente excitada y me dice que si, pero que no quiere hacerlo (cabe destacar que no tenía ningún malestar físico), asi que siento nuevamente su poco interés en el sexo, aunque por lo menos me hizo "el favor".
Asi que esta es mi historia, no se que sucederá, veremos a medida que transcurran los años. Desde ya gracias por leerme.
