Gracias a todos por vuestras opiniones.
En primer lugar soy una persona madura e independiente y efectivamente he pasado por un divorcio y dos separaciones.
Quizás llamar "amante" al amigo que tuve antes de conocer a Don Casado ha confundido las cosas.
Os cuento, Don Casado no vive en mi ciudad. Lo conocí en una reunión de trabajo un Jueves hace más de dos años. Hubo intercambio de tarjetas (lo normal en este tipo de reuniones), y al día siguiente (Viernes) recibí una llamada de él diciendo que se quedaba en fin de semana en mi ciudad y que salieramos a tomar algo.
Salí con él, conversamos, lo pasamos muy bién, y me contó entre otras cosas muy agradables y divertidas que su matrimonio estaba acabado y que quería que nos siguieramos viendo como amigos, que lo pasaba muy bien, y que vendría con frecuencia a dar cursos a mi ciudad. Yo que he pasado por un divorcio, di por hecho que un matrimonio acabado es un matrimonio acabado y punto (que están separados, que no hay níngún vínculo, que son libres los dos, que no hay convivencia, ni dependencia, puede existir amistad, como la que tengo con mi ex marido -por muy cabrito que fuera- o no.).
Don Casado y yo fuimos amigos a distancia durante algunos meses, hablabamos todos los días, el me llamaba (el, porque quería y le apetecía, yo no, suelo estar muy atareada y no he sido nunca de hablar mucho por teléfono, y puntualmente, cuando llegaba a su despacho, antes de irse a comer, antes de yo irme a casa, y todas las noches) o nos comunicabamos por messenger, y por supuesto jamás cuestioné ni averigué ni pregunté por su matrimonio, repito y tripito: acabado para mi es acabado, Cada uno por su lado. Con papeles o sin papeles.
Durante estos meses seguía viendo a mi amigo especial, y Don Casado lo sabía. En una salida con Don Casado, en mi ciudad, como amigos, meses después y con más gente, durante uno de sus viajes de negocios me confesó lo que sentía por mí, yo también lo sentía por él, nos gustabamos muchísimo, teníamos y tenemos todavia muchísimas cosas en común, y lo pasabamos muy bien juntos (muy bien, muchas risas, largas conversaciones, complicidad, buen sexo, tranquilidad, felicidad, alegría, chispitas, si, todo eso).
En su "declaración" Don Casado me planteó tener una relación seria con él. Una de las condiciones implicitas era dejar a mi amigo especial, y lo hice de muy buena fé ya que estaba enamorada, ilusionada y muy abierta y dispuesta a tener una relación con Don Casado. Nuestra relación fue ensanchandose poco a poco, cada vez nos veiamos más, a medida que nos ibamos conociendo nos queríamos más y nos dabamos cuenta que teníamos más cosas en común, aficiones, intereses, gustos, sexualidad, puntos de vista, valores (?), educación, cultura, etc. Tengo un trabajo muy exigente y además tengo vida propia -es broma, no os molestéis- quiero decir: amigos, aficiones, estudios , me gusta viajar, divertirme y disfrutar de la vida; por lo que asumí que el vernos cada dos fines de semana era lo normal, además el tiene hijos y yo no. Y los hijos son lo primero (lo aprendí de mis padres y somos 7 hermanos).
Cuando ya estuve metida hasta las cejas (enamorada), al año de conocernos, y a los meses de estar juntos, supe por una llamada conjunta de su suegra y su mujer (dos harpias en stereo) que estaba casado y seguía viviendo con su esposa. Ese mismo día por la tarde recibí un email (no una llamada) en la que me confesaba todo, pero insistía en que no quería a su mujer y que su matrimonio estaba muerto (y él también hasta que me conoció).
Durante los últimos seis meses se ha separado fisicamente de su mujer, no viven ya juntos, y hasta hace dos me ha suplicado, le he suplicado, nos hemos agredido verbalmente, ha dudado, no ha dudado, he dudado, no he dudado, nos hemos reconciliado, nos hemos visto, hemos estado bien juntos, mal juntos (solo dos veces durante esta fase terminal), bien separados, mal separados, me ha dado plazos de espera, los he aceptado y luego rechazado. Resumiendo: He peleado como una auténtica fiera, hace semanas que no nos vemos ni hablamos, pero soy humana, y aunque mi vida está y estará llena con o sin, extraño demasiado los buenos momentos, es decir, cuando me mentía y yo me lo creía, por eso me siento estafada, por eso estoy en terapia, por eso me meto en el foro, y por eso agradezco mucho, pero que muchísimo, vuestros comentarios. Y no entiendo como hay tanta amargada que desconfia, analiza y juzga lo que contamos las demás. ¿Tan jodidas y amargadas estáis?
, lo asumo otra vez (si no fue pa mí, te lo devolverééé)...
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