El mail (relato trío)

Cariño, sé que entre tú y yo tenemos confianza mutua, pero a veces, siento que en ciertos aspectos, no confiamos el uno en el otro como deberíamos. Sé que esta mail te va a sorprender, y no sé si estaré haciendo mal y me arrepentiré el resto de mi vida de habértelo enviado. Porque no sé como te lo vas a tomar. Pero tras haberlo meditado durante mucho tiempo, creo que serás capaz de asimilar que yo también tengo fantasías y que eso no implica que deje de sentir lo mismo por ti cada día. Tengo bien claro que eres el hombre de mi vida. Eso que te quede claro.
Lo cierto es que si no te lo escribiese en un mail, no creo que jamás fuese capaz de decírtelo a la cara. Y eso es lo que me molesta, que no sé porqué podemos hablar de qué muebles compramos, de dónde vamos de vacaciones y de tantas otras cosas... y de algo tan importante como son nuestras relaciones sexuales, pues como que no. Para serte franca, no lo entiendo, pues contarnos nuestras cosas, lo que nos gustaría probar o hacer, no haría mas que enriquecer nuestra vida en pareja. Por eso, como imagino que tú también tienes tus fantasías y ya que no te decides a proponérmelo, no sé si por miedo, por vergüenza o por qué, voy a ser yo la que me decida a dar el primer paso.


Desde hace mucho tiempo vengo deseando darte una sorpresa, algo especial para los dos, y cuando digo que es para los dos, es porque a mí también me encantaría. Como te digo, y aunque te sorprenda, yo también tengo mis fantasías.

Llegamos a casa tras haber salido de copas, aún no es muy tarde, pero me has pedido que viniéramos. Te he estado observando toda la noche, he visto como tu mirada se perdía cruzándose con la mía mientras charlabas con tus amigos y yo con mis amigas. Son muchos años juntos y tu mirada me dice que esas repentinas ganas por irnos significan que tienes algo muy caliente en mente. La verdad es que yo siento lo mismo. No sabes lo excitada que estoy. Sobre todo por saber que no imaginas nada de lo que te espera. Al abrir la puerta de entrada, busco una excusa para que vuelvas durante un rato a la calle, quiero tener tiempo para prepararlo todo y por eso, aprovechándome una vez más de tu caballerosidad, te mando a comprar tabaco con la excusa de que al día siguiente nos dará pereza levantarnos por la mañana. Es la excusa perfecta, pues sé que la mayoría de los bares de esta zona ya están cerrados y tardarás al menos un cuarto de hora en volver, el tiempo justo para que no veas con lo que te voy a sorprender, pues aunque tú aún no lo sepas esperamos compañía. Tras un rato más largo de lo que esperaba, oigo de nuevo abrir la puerta y tus pasos por el pasillo, y el oírlos, me hace estar más muerta de excitación. Mientras, en el rato que has estado fuera, he abierto y cerrado la puerta de la calle, así como la de nuestra habitación, he recibido a nuestra sorpresa. Nos espera ahí, a escasos metros y tú sin saberlo. Después, me he dirigido al salón y he puesto un canal del cable, ese que de vez en cuando ponemos cuando llegamos un sábado a estas horas. Ya sabes cual es. Entras en el salón y me ves, te quedas pasmado observando cómo estoy y lo que estoy viendo en la pantalla y solo aciertas a decir... ... !!!! Te quedas junto al televisor, enfrente mío, observándome, mientras yo mirando a la pantalla, apoyo lentamente mis piernas contra el borde del sofá bien abiertas y separo un poco mi braguita para que tengas una buena visión. Tú sigues ahí petrificado junto al televisor, sin poder decir nada. Eso me pone supercachonda, saber que estás tan excitado que no eres capaz de articular palabra. Pero aún quiero más, quiero verte más cachondo de lo que jamás hayas estado en tu vida. Comienzo a acariciarme los pechos, estoy super mojada, y cuando te lo digo, comienzas a resoplar de esa manera que tienes de hacerlo que siempre me dice que no puedes más y que quieres acercarte para follarme como a una perra. Eso me vuelve loca, jugar contigo prohibiéndote que lo hagas. Te digo que no, que te apartes un poquito porque no me dejas ver, y que de momento solo debes mirar. Con una de mis manos, separo aún más mi braguita para que veas bien como está de mojado mi chochito, y con un dedo de mi otra mano comienzo a tocarme para ti. Lo introduzco y lo saco totalmente mojado, juego alejándolo de mi ... creando un hilillo que recojo y me lo llevo a los labios. Lo extiendo suavemente por ellos, y te miro. No puedo describirte lo que veo en tu mirada, es una mezcla de amor mezclada con la mayor pasión, con la mayor lujuria, con el mayor deseo... veo en tu mirada el instinto del animal más salvaje!!!! Sé que ya no puedes más, sé que lo estás pasando fatal, pero me vuelve loca saberlo!!!! vuelvo a repetirlo una vez más, asegurándome que lo veas bien desde tu posición, para putearte, mojándolos y dejándolos bien brillantes, solo que esta vez voy a hacer algo con lo que sé que ya no voy a poder contenerte. Los abro un poco, saco mi lengua lentamente y acerco mi dedito para chuparlo. Cuando miro, ya estás a mi lado, me volteas y me besas apasionadamente, y me muerdes mis pezones como si fuera la última vez que pudieras hacerlo y los pones duros, tan extremadamente duros que pienso que me van a estallar. Noto inmediatamente tu erección y empiezo a despojarte de la ropa para meterme tu verga en la boca. Me encanta ponerme de rodillas y hacerlo para sentir como soy completamente tuya en cuerpo y alma. Sé que eso te vuelve loco y a mí aún más, ver como la lleno bien de saliva y como la recorro con mi lengua de abajo a arriba. Sentir como juego con ella sin dejar de mirarte a los ojos y con esa sonrisa de viciosa que sé que te excita más que nada en este mundo. Sé que lo estás esperando, y me hago de rogar, pero al final no puedo evitar confesártelo, y te digo sin dejar esa sonrisa viciosa, que no se porqué, pero me vuelve loca tenerla en mi boca. Es entonces cuando te agachas y me das uno de los besos más húmedos que me hayas dado en la vida. Nuestras lenguas se juntan, enroscándose, llenas de lujuria. La televisión sigue encendida y las parejas siguen haciéndolo, de repente surge una relación lésbica, y disimuladamente giro tu cara para que la veas, quiero ver cual es tu reacción al verla. Noto como tu verga se ha puesto mucho más dura. Dios, es la señal que esperaba! No puedes imaginar lo excitada que me ha puesto sentir tu reacción en mi mano sin que hayas dicho ni una palabra. Y lo que más me excita es saber lo que te espera sin que tú aún sepas nada.

Mi vida, has visto lo que se hacen? te digo con voz maliciosa una vez recostados sobre el sofá. Sí contestas con voz tímida entre beso y beso y al movimiento rítmico de mi mano sobre tu verga. y dime cariño tú nunca has tenido una fantasía? Vuelvo a preguntarte susurrando mientras sigo besándote y masturbándote lentamente. claro respondes. ¿.Y por qué nunca me has contado ninguna.? Yo también tengo alguna sabes? Digo entrecortadamente como para ir viendo paso a paso tus reacciones. Seguimos mirando la escena y vuelvo a la carga, Seguro que alguna vez has fantaseado con ver a dos chicas haciéndoselo para ti aunque no te atrevas a contármelo te susurro mientras te doy pequeños besitos en el oído Tú no dices nada, y no hace falta, pues lo noto en tu respiración. Venga, mi vida dime la verdad ¿Nunca has fantaseado con verme con otra chica haciéndonos cositas ¿Nunca has fantaseado con estar con dos mujeres a la vez? Tú me miras a los ojos, mientras paso mi lengua suavemente por tus labios. Estás completamente cortado, no sabes qué decir, creo que temes reconocer que sí, temes a lo que pueda pasar si respondes afirmativamente. Sé que soy una ... pero me gusta jugar contigo, sé que te morirías de ganas de decirme que sí, pero eso es lo que estoy esperando, que de una vez por todas termines de soltarte y que nuestras relaciones se liberen para siempre. No más miedos ni vergüenzas. En ese momento, cuando te estoy viendo un poco tenso, me decido a ponértelo un poco más fácil. cariño te digo no temas a decirme la verdad te juro que no me voy a enfadar es sólo una fantasía y no hay nada malo en que las tengas Solo dime ¿Te pondría verme tocándome con una chica para ti? La puedo buscar si te apetece Vuelvo a susurrarte al oído esperando que de una vez por todas te atrevas a recibir mi envite. Tú muy político, aunque tu verga diga lo contrario en mi mano, aciertas a decir A ti no te gustaría Sigo besándote, y moviendo rítmicamente mi mano, tomándome unos segundos para lanzarme definitivamente. no sé igual sí me gustaría solo si tú estás de acuerdo. ¿A ti te pondría? Me preguntas muerto de excitación. Tal vez sí la puedo buscar digo mezclando de nuevo nuestras lenguas y sin dejar de masturbarte. la puedo buscar y programarlo para uno de estos fines de semana solo dime ¿te gustaría? te vuelvo a preguntar mirándote con lascivia a los ojos. sí respondes tú con una voz casi imperceptible muerta de miedo antes de fundirnos en el beso más profundo y caliente tras el cual me incorporo para llevarte a la habitación. Te miro a los ojos y tras unos segundos eternos me decido a confirmártelo la buscaré
Antes de entrar en la habitación, vuelvo a girarme para meter mi lengua en tu boca casi hasta la garganta, nunca he estado tan excitada en mi vida. Por fin tengo la certeza de que algo ha cambiado en nuestras vidas, que nuestra confianza ahora sí es absolutamente plena. Por fin sé que mi hombre, al que tanto amo, también comprende y comparte mis fantasías. Te miro a los ojos, te beso de nuevo, y separándome ligeramente de tu cara concentrándome en tu mirada, me tomo unos segundos para dar el paso definitivo, antes de abrir una nueva puerta en nuestras vidas. Mi vida ya la he encontrado.
Abro la puerta de la habitación y te encuentras con ella, te quedas sorprendido, volteas hacia mí, desconcertado, quieres decir algo pero pongo un dedo en tus labios, indicándote que no digas nada. "Mi vida no digas nada, solo piensa en disfrutar "

Te cojo la mano para darte tranquilidad y sentándome en la cama junto a ella te atraigo hacia nosotras. Ella nos mira y aprovecho para besarte, acercándome cada vez más a su cuerpo. Noto el roce de su piel en mi espalda. Tras un beso eterno, te separo un poquito acercandome cada vez más a ella, noto sus manos rodeando mi cintura desde atrás, acariciando tímidamente mis piernas. Las siento subir lentamente por mi costado y noto la dulzura de sus dedos que terminan separando el pelo de mi hombro para besarlo. Estoy un poco tensa, pero sabiendo que tú estás ahí a mi lado, me encanta sentir lo que me está haciendo. Noto sus labios posarse en mi hombro. Dándome ligeros besitos que suben por mi cuello. Te miro a los ojos como pidiéndote tu consentimiento, y una vez que lo veo en tu mirada, volteo mi cara para encontrarme con los de ella, nos miramos la una a la otra. Siento como mi corazón palpita, es una sensación extraña, mezcla de miedo y excitación. Noto como el vello se me eriza al sentir sus dedos pasando por mi brazo. Nos miramos y te miro como pidiendo tu aprobación para saber que no te sentará mal lo que voy a hacer. Entonces noto sus labios apoyarse en los míos. Es extraño pero muy dulce, su mano se posa suavemente sobre mi cara atrayéndome hacia la suya. Me separo un segundo y te miro, quiero ver que tu estás bien, y vuelvo a besarla, esta vez nuestros labios van abriéndose lentamente y la punta de nuestras lenguas se tocan. Es increíble. Estoy tan mojada que creo que estoy manchando la cama. Pero en estos momentos me da igual. Seguimos jugando pero esta vez ya no es solo la puntita, sino que su lengua ya está dentro de mi boca, totalmente enredada con la mía. Desatadas en movimientos circulares. Sus labios son suaves, y sus besos... Pero cariño, me está gustando tanto que me doy cuenta de que me he olvidado de ti. Abro mis ojos, me giro y sin sacar la lengua de su boca te miro. Y Dios! como me gusta lo que veo, estás sentado en el otro lado de la cama y te estás masturbando como un salvaje, te encanta lo que estás viendo. Ahora por fin sé que esta situación te ponía tan cachondo como a mí. Y que llevabas tanto tiempo deseándolo como yo sin atrevernos a compartirlo. Así que ahora ya no hay nada que nos impida disfrutar. El sexo llevado al máximo grado de placer.
Sin dejar de mover mi lengua, te sonrío y siento la complicidad en tu mirada, y al sonreírte, veo como empiezas a masturbarte aún más fuerte. Dios mío que cachonda me estoy poniendo, es indescriptible, tanto que me abalanzo sobre ella y la tumbo sobre la cama besándola como si la vida me fuese en ello. Nuestras lenguas se mueven vertiginosamente y noto por tus gemidos como cada vez te pones más y más cachondo, observando el espectáculo que te estamos dando y eso me excita cada vez más. Sus piernas aprisionan mi cuerpo rodeándolo y noto la suavidad de su piel rozándo con la mía, noto como sus pechos se frotan con los míos. Tímidamente su mano va descendiendo por mi cuerpo, acercándose a mis caderas, mientras nuestras lenguas siguen moviéndose al mismo ritmo. Sus uñas se clavan en mis nalgas, ella está tan cachonda como yo... como los tres.
Noto como su mano sigue deslizándose tímidamente hacia mi interior, separándome las piernas y como con los dedos de la otra, intenta abrirme suavemente la boca para meter su lengua en ella. Succiono su dedo, y juego con él llenándolo bien de saliva. Ella acerca su cara y las dos sacamos nuestras lenguas mirándote para que fantasees con lo que vamos a hacer con tu ... Tú no dejas de mirar atónito y cuando nos ves hacer esto, te masturbas con mucha más furia. Seguimos jugando con su dedito y nuestras lenguas y ella se pone detrás de mí, abarcándome con sus piernas. Estoy completamente enloquecida, y siento una sensación indescriptible al sentir sus grandes pechos rozando suavemente mi espalda. Estamos frente a ti para que no pierdas detalle, pero al otro lado de la cama. Su pelo, hace cosquillas sobre mi piel y me rodea con sus brazos por la cintura acercando mi cuerpo al suyo. Sube lentamente sus manos hasta posarlos en mis pechos, agarrándolos y dándome ligeros pellizquitos en los pezones, eso me encanta. En esa misma postura, voltea mi cara, vuelve a abrir con su mano mi boca y mete su lengua de nuevo para fundirnos en un apasionado beso de dos perras en celo. Entonces mete su dedito otra vez en mi boca para que lo llene de saliva, y bajándolo lentamente, acariciando mi estómago, lo acerca suavemente a donde tu sabes. Mi amor, no puedes imaginar lo que siento, tengo ganas de darte las gracias por permitirme disfrutar de este momento. Por dejarme desatar toda la lujuria que llevaba contenida. Tú cada vez estas más y más excitado, y puedo leer en tus ojos que estás contento por verme disfrutar de esa manera. A la vez siento pena, porque siento que te estamos haciendo sufrir, porque estás como loco por unirte a nosotras. Pero aún es pronto todavía, quiero que este momento no lo olvides en tu vida. Que lo lleves en tu mente grabado para el resto de tus días. Para que así jamás se te pase por la cabeza buscar algo fuera de casa. Para que sepas que por ti soy capaz de todo. Pero no solo por ti, sino porque yo también tengo mis fantasías y porque quiero que tengamos la confianza para ponerlas en práctica juntos. Ella sigue acariciando mi clítoris, como solo una mujer sabe hacérselo a otra. Haciendo que balancee mi cuerpo en un baile rítmico sin darme cuenta. Sé que en estos momentos ya estas más cachondo de lo que lo hayas estado jamás, pero también sé que aún puedo hacer algo que nunca se te hubiese pasado por la cabeza que me verías hacer en tu vida. Cojo su mano con las mías, y sacando lentamente su dedito de mi interior y enseñándotelo para que veas lo mojada que estoy, lo acerco a nuestras bocas. Ella y yo nos miramos fijamente a los ojos, tú no te puedes creer lo que vas a ver, espero un segundo que sé que te va a parecer eterno, pero eso es lo que deseo. Que lo grabes bien en tu memoria. Pero falta algo, miro al dedo entre mis manos, mojado, brillando bajo la luz, abro mis labios sacando mi lengua mientras acerco mi cara muy lentamente a él y sonriendo le digo a ella ... "me ayudas..." las dos empezamos a pasar lentamente la puntita de nuestras lenguas, recogiéndolo todo, cada una por su lado, con los ojos puestos la una en los de la otra, sonriendo. No veo tu cara en ese momento, aunque daría lo que fuese por poder verla, pero sé que nunca antes ha merecido tanto la pena esperar. Pero oigo tus gemidos, que ya no son gemidos sino gritos. Cada vez se hacen más intensos, a la vez que ves nuestras sonrisas porque su dedo va quedando bien limpio. No puedes imaginar lo bien que me siento, nunca te había escuchado gritar así, y ya no tengo la menor duda de que la sorpresa ha merecido la pena al oír un grito que casi hace retumbar todas las paredes cuando nuestras lenguas se funden para terminar de compartirlo. En ese instante te miro, y ya no estás al otro lado de la cama, ya estás a mi lado abalanzándote sobre mí, como un loco, no pareces tú mismo, poseído por la lujuria más irrefrenable. Me tumbas salvajemente sobre la cama lanzándote sobre mí e introduces tu lengua en mi boca, y me das el mejor beso de toda mi vida. Siento que me deseas como jamás nadie me ha deseado . En ese instante parece que para ti solo estamos tú y yo en el mundo, parece que te has olvidado de que a escasos centímetros está ella, mirándonos. Cachonda como una perra pero a la vez con un cierto aire de tristeza y envidia al ver tanto deseo y a la vez tanto amor de el uno por el otro. Yo te digo pícaramente, " mi amor, ella se va a sentir sola..." y entonces me haces sentir más feliz que en toda mi vida, cuando me la metes y me dices " me da igual que se sienta sola.... yo solo te necesito a ti". En ese momento sé que serás mío para siempre, que no necesitas a otras, que tienes otra chica ahí al alcance de tu mano y ni siquiera la miras, solo estás concentrado en mí, en demostrarme que tú también eres mío para toda la vida. Dios mío como me estás follando, nunca antes lo habías hecho, con tanta energía, solo sé que me apetece gritar y llorar de alegría. Mientras me follas, le cojo la mano y la atraigo hacia mí. Tu cara está a escasos centímetros de la mía, Y me pone aún más saber que estás viéndome desde tan cerca. Mientras me follas, la beso con lujuria, estoy como poseída, mis gritos se apagan en su boca y solo me separo de sus labios para ver como me follas y para pedirte que lo hagas con más fuerza. Ella se acerca a mi clítoris y con su lengua empieza a darle rápidos lametones mientras siento tu verga cada vez más dentro de mí. Dios, estoy a punto de correrme! No puedo describir lo que se siente al ser penetrada y sentir su lengua a la vez recorriendo mi vagina. Jamás pensé que podría estar tan cachonda. Tú sigues cada vez follándome con más fuerza y ella deja unos segundos mi clítoris para concentrarse ahora en uno de mis pezones. Lo chupa, lo mordisquea, lo llena de saliva y la extiende con toda su lengua. Dios mío!!! Que gozada!!!! Tú al verlo, follándome aún con más fuerza, bajas tu cabeza, y te concentras en hacer lo mismo con el otro, mirándola para ver como lo hace, en una especie de batalla por ver quien gana. Dios mío, uffff, ya no puedo ni decir nada, estoy como presa de mis sentidos. Sintiendo vuestras lenguas moviéndose cada vez con más maestría. Tú sigues lamiéndome y follándome y la incorporo, porque aún hay algo que deseo hacer antes de venirme como en mi vida. Me vuelvo a fundir con su lengua y la muevo un poco hasta que uno de sus pechos queda a la altura justa de mi cara. Quiero hacerlo, pasar mi lengua por su pezón, mordisquearlo, y succionarlo para saber que se siente, y para ver como me embistes todavía con más fuerza. Lo chupo, lo meto entero en mi boca durante unos segundos, sintiendo como se me escapa con cada embestida. Meto mi mano entre sus piernas para acariciarla. Ella impulsa su culito hacia arriba, acercando su cuerpo hacia mí para facilitarme la labor. Esto no entraba en mis planes, pero su ... ha quedado a escasos centímetros de mi cara. Luce brillante, ante mis ojos, perfectamente depilado. Cada vez lo está acercando más y más, como pidiéndome que le devuelva las mismas caricias lingüisticas que ella me había dado a mí. Estoy tan caliente y tan cerca de él, que ya va a ser imposible que pueda evitarlo, así que ya sin ningún reparo saco la puntita de mi lengua y la introduzco en su vagina para probar su sabor. Es raro, pero lejos de resultarme desagradable o algo por el estilo, el morbo de la situación no ha hecho más que excitarme aún más, así que una vez perdido el miedo inicial, me afano en devolverle el placer con rítmicos movimientos de mi lengua. Ella se voltea al notar que estoy a punto de correrme, y se lanza a darme de nuevo otra buena lamida, quiere hacer que me corra, y tú también, luchando por demostrarle que esta batalla la tiene perdida. Cada vez me follas más fuerte y ella mueve su lengua más aprisa. AHHHH, AHHHHH, AHHHH, ME VOY , ME CORRROOOO MI VIDA!!!!!!! me muero de vergüenza, pienso que mi voz se oirá en toda la ciudad, de esquina a esquina. DIOS MÍO, COMO IMAGINABA HA SIDO EL MEJOR ORGASMO DE MI VIDA, HE SENTIDO COMO TODO MI CUERPO SE CONTRAÍA, COMO TODOS MIS MÚSCULOS SE TENSABAN Y MI CORAZÓN CASI SE SALÍA. Recupero fuerzas porque sé que tú y ella también estáis a punto, saco tu ... y te pido que te incorpores, que te pongas de pie sobre la cama y te toques para nosotras. Que escena tan maravillosa, ver como te tocas de la forma en la que lo estás haciendo delante de nosotras. Pondría cachonda a cualquiera, tanto que veo como ella cada vez se pone más y más cachonda deseando probarla y metérsela en su boca. Te quito tu mano, la cojo con la mía y limpiándola un poco con mi lengua le digo que si quiere que se acerque a probarla. Al sentirla en mi mano, me sorprendo, porque nunca la había sentido tan dura, y no sabes lo que me excita. La acerco, y antes de dirigirla a su boca, la miro a los ojos y paso mi lengua por toda tu ... para que ella se encienda aún más. Se abalanza sobre ella y te la chupa como una loca, oigo sus gritillos apaciguados y me doy cuenta de lo excitante que me parece ver tu verga en su boca. Tú no sabes qué decir, intentas quitarla con tu mano, pero yo despejo todas tus dudas cuando te digo " Cariño, déjala hacer, por favor" Tu me dices "pero...". "Cariño...." digo con voz de chica mala y tocándome de nuevo, "Es que ver tu ... en su boca me pone muy cachonda...." Y yo también me uno metiéndomela en la boca. Tú estás con los ojos desorbitados, mirando como pasamos nuestras lenguas por todos los lados, recorriéndola entera, como nos alternamos, como se juntan nuestras lenguas rozándose a través de ella. Llenándola de saliva y masturbándola como dos leonas. Sé que no puedes más, que ya estás a punto y en ese momento siento que ella también va a llegar, así que con mi lengua la ayudo a correrse mientras con mi mano te masturbo con gran velocidad para que te corras antes de que lo haga ella. Al sentir que lo vas a hacer, acerco mi boca a la punta de tu ... y te la chupo con gran rapidez, metiéndomela casi entera. Es entonces cuando siento como todo tu cuerpo se tensa, quito mi mano de su ... dejándola a ella sola para acariciar tus testículos. Es entonces cuando termino consiguiendo mi premio. Te miro a los ojos, me miras, CON UNA MIRADA QUE JAMÁS HE VISTO EN MI VIDA, GRITANDO COMO JAMÁS TE HE VISTO HACERLO, alejo un poco tu ... de mi boca y la abro lo más que puedo, mientras te sigo masturbando lo más rápido que sé hacerlo. Siento que te vas a correr, que ya estás, tus gritos, tu cuerpo tensado y siento como tu semen sale como un disparo manchando mi cara y llenándome la boca entera. DIOS MÍO, CARIÑO, ME ENCANTA. Te miro y veo que tú también eres feliz. Y la miro a ella, se masturba cada vez más y más rápido viendo el espectáculo que le estamos brindando. Tú no dejas de gritar y gemir, AHHHH AHHH AHHH. Siento que ella también va a correrse y quiero que se lleve un buen recuerdo de este encuentro. Quiero darle las gracias por habernos abierto una puerta que por miedos o por vergüenza estaba cerrada entre nosotros en nuestras vidas. Por permitirnos explorar y descubrir juntos los lugares más recónditos de nuestra sexualidad en pareja. Por ayudarnos a confiar el uno en el otro. A saber que uno siempre estará para el otro. Sin temores ni desconfianzas. Sabiendo que podemos hablar de cualquier cosa. Y sobre todas la cosas, quiero darle las gracias por ayudarme a saber todo lo que sientes por mí y por ayudarme a hacerte sentir lo que yo siento por ti. Me acerco a ella, jadea, sus manos se mueven cada vez más y más deprisa. Como una experta. Acaricio su cara como ella hizo conmigo antes y con mis dedos abro suavemente su boca. Lentamente abro la mía y un hilillo de semen sale de ella hacia la suya. No se me ocurre en estos momentos otra manera mejor de agradecérselo que esa. Permitiéndole disfrutar de una parte de mi ser más querido. De algo que es solo para mí y solo para mí. Ella se retuerce, llega al orgasmo mientra yo sigo depositando en su boca lentamente todo el semen que llevo en mi boca. Grita, casi más que lo hice yo, siento como su cuerpo también se tensa y cuando siento que se va a correr, como una gatita mala, meto mi lengua en su boca y me fundo con ella en un apasionado beso en el que compartimos y jugamos pasándonos de boca en boca los restos de tu semen. Te miramos ya exhaustas a los ojos y sonriendo, sudadas y con restos de semen por toda la cara, te decimos... te ha gustado la sorpresa? Pues... descansa un rato que aún te quedan otras.

Cariño, solo espero que este mail no te parezca mal, es solo una fantasía que tengo pensada para los dos, solo dime....

¿te gustaría?