Un hombre generoso y filósofo llega con una tarta para repartir a una persona. La dificultad estaba en que había uno que lo quería todo para él, y cuando es todo, es todo, y dijo:
- Antes que se lo ofrezcas a esta persona, dejármelo todo para mí... y no le fue suficiente con sólo decir eso, que añadió:
- Por supuesto !, antes que esta persona, estoy yooooo. Mientras que la persona atónito de lo que escuchaba, mantenía la calma y el silencio.
El filósofo mantuvo con firmeza su tarta y entabló una conversación con un científico. Estaban de la mano la ciencia y la filosofía, la primera se basa en que la conducta es aprendida, su origen hay que buscarlo en el pasado y la filosofía contempla el movimiento no como el mero efecto de una causa anterior, sino como algo significativo en el contexto actual y como una causa de efectos futuros.
Por tanto la tarea de los científicos es efectuar observaciones sobre los fenómenos que estudian, proponer teorías para explicar por qué las cosas tienen el comportamiento que tienen, en cambio en la filosofía el conjunto de observables no es tan físico, e imponen su propia visión del mundo a todo cuanto estudian.
El científico fundamenta su teoría en el estímulo-respuesta, pues considera al ser humano una especie de máquina que puede condicionarse o programarse para alcanzar el efecto deseado, basta con descubrir y emplear los estímulos adecuados.
El filósofo le pregunta al que lo quería todo, ¿ por qué quería la tarta ?, y respondió que por PODER, PODER, así que llegó el análisis:
El científico determinó que su respuesta era fruto de alguna fustración del pasado, o de una inseguridad reprimida. En cambio el filósofo comprendió que era egoísta y con valores no éticos.
El fiósofo divide las relaciones en dos tipos: Tú-Yo ( por ello repartir la tarta ) y Yo-Ello. La primera representa un toma y daca mutuo entre iguales, mientras que la segunda se fundamenta en la PROPIEDAD y LA MANIPULACIÓN, igual que entre una persona y un objeto. Una relación saludable necesita sobre todo de interacciones Yo- Tú, pero lo cierto es que a veces por la avarícia, el egoísmo, el poder, tratamos a las personas como si fuesen cosas y entramos en la dinámica de Yo- Ello. Esto constituye una forma de establecer un desequilibrio que conducirá al conflicto. Así que el egoísta trataba a los demás como un fin en si mismo, no como un medio para nuestro fin. En lugar de controlar a los demás para nuestros propósitos, deberíamos valorarlos como personas.
También consideró el filósofo que siguiendo el pensamiento hindú, que quiere decir no hacer daño a los seres sensibles, es la base de todo CÓDIGO ÉTICO PROFESIONAL. Si las acciones causan daño a otro no son éticas.
Para concluir que no es ético, pensó en los teleólogos y en los deontólogos, porque aunque quedarse con la tarta puede verse como algo que no está bien, mas importante es saber que hará con ella, por ello se lo preguntó, y comprendió que es poder, poder y mas poder.
A pesar de ir contra la opinión del científico y el egoísta, decidió SABIAMENTE, el filósofo, irse con su tarta, a un sabiendo que quería compartir la tarta en la búsqueda de la simplicidad y no del egoísmo, del poder, valores que constató al preguntarle:
¿ Qué sentido, propósito, valor tiene para usted en este momento quedarse con la tarta ? - Pues tener poder, quere mas y mas, mas, además no compartirlo, y el sentido, pues .. no la búsqueda de un cumplimiento de objetivo en conjunto, sino individual. Sentido ...que no le des la tarta a la otra persona.
¿ Qué relación tiene con su siguiente movimiento ? pues luego de este montón de trozos de tarta, llegarán mas.
¿ Cómo describiría usted su posición general con esta tarta y como cree que podía mejorarla ? buena posición, y de mejorar, ¿pues ? poco, digamos, pero lo mejor es que me quedo con la tarta y no permito que se la des a otra persona.
El filosófo seguro de su pensamiento y feliz, se fue con su tarta. Sabiendo que la avaricia es enemigo de la bondad.