En respuesta a antje_7266482
Ojalá mi experiencia te sirva para tomar una decisión.
¡Hola! He tenido una relación durante casi 9 años con un hombre pasivo-agresivo. Debo confesarte que al principio me pareció una persona encantadora; era sumamente cariñoso, atento, detallista, inteligente. Sin embargo, algo parecía no estar del todo bien. De pronto, su actitud cambiaba totalmente: un día antes era todo felicidad, agradecía a Dios por mi presencia en su vida, y al siguiente me decía que no podía estar conmigo, que iba contra sus principios depender de alguien. ¿? Durante mucho tiempo me trajo así, con sus idas y venidas; de pronto nuestra relación era una bendición para él y después ya no lo era. A veces yo era una mujer maravillosa y a veces me encontraba defectos por todos lados. Cuando está molesto por algo que ni me compete, se pone alterado conmigo, casi ni me dirije la palabra, me trata de forma muy cortante. Si yo me molesto por su forma tan "sutil" de decirme las cosas, me reclama que soy incapaz de escucharlo, que él sólo está siendo sincero conmigo y que pensó que por fin había encontrado a la mujer con la que podía expresarlo todo, pero que se ha dado cuenta que no es así.
Hemos tenido ya muchísimas discusiones porque parece que él no está satisfecho con nada de lo que hago o dejo de hacer. Me pide explicaciones de casi todas mis acciones y pensamientos que por alguna extraña razón a él no le parecen bien. Por mucho tiempo traté de ser la mujer la perfecta: para evitar malos entendidos, no salgo de mi casa sin que él sepa exactamente a dónde voy y con quién, no hablo de él absolutamente con nadie, para que no se malinterprete nada de lo que digo, no me relaciono con mis compañeros de trabajo, ni con nadie que no sea de mi famiia. Durante mucho tiempo yo me culpaba, porque pensaba que cada vez que él se ponía molesto conmigo era porque YO había hecho algo mal. Pero a pesar de que viva como ermitaña: de mi casa al trabajo y del trabajo a mi casa; a pesar de que en mi trabajo me va muy bien, a pesar de que me llevo muy bien con mi familia y con su familia, a pesar de que no hable con nadie de él (ni bien ni mal, porque ya ha habido malos entendidos)...¡sigue molestándose conmigo!. Absolutamente nada le satisface, ¡¡parece que siempre hago algo mal!!
Durante mucho tiempo me pregunté por qué rayos no lo puedo satisfacer, por qué todo el tiempo encuentra defectos en todo, por qué nada le llena... me deprimí mucho porque dude de mí misma, dudé de mi propio valor como mujer. En múltiples ocasiones le he pedido que trate de ser razonable conmigo, que por más que trato de ser perfecta para él, no lo soy, soy simplemente un ser humano. Hace poco me di cuenta de que él es un pasivo-agresivo de manual: tiene absolutamente todas las características de ese trastorno de la personalidad. Y por todo lo que he leído acerca de ellos, parece que su enfermedad no les permitirá saciarse nunca, jamás estarán satisfechos, jamás serán felices con algo. Hasta a la perfección le encontrarán un "pero". Leí que son personas especialistas en darle al buen tiempo, mala cara.
A pesar de todo esto, a veces una tiene la ilusión de continuar la relación y vencer todas las dificultades, por imposible que parezca. Pero créeme, con el paso de los años, la irritación, la frustración y el dolor van creciendo. Sinceramente, ya no espero mucho de él. Ya sólo espero recuperar mi autoestima, quererme lo suficiente, armarme de valor y alejarme de su vida con el corazón sano y feliz.
Tu experiencia dudo que le sirva ahora
Más que nada porque ese hilo se inició hace dos años y un mes.
Haces un buen análisis, parece que has diagnosticado el problema pero te falla la resolución: para tener el corazón sano y feliz, antes habrás de alejarte de su vida. Si esperas a recuperarte mientras sigas con él, lo tienes bastante difícil porque es seguir dentro del círculo vicioso.
Rebélate, abre tu vida a quien la circunda, haz lo que te apetezca a ti pese a incurrir en sus silenciosas iras y vive tu propia vida por y para ti. Cuanto antes lo hagas, antes saldrás.