Soy muy afortunada..
pues tengo una relación soñada con mi marido, a pesar de nuestras diferencias, tanto de cultura, de religión, de costumbres, de idioma, etc., aunque tenemos muchas afinidades también. Nosotros no somos indispensables el uno para el otro, hacemos muchas cosas por cuenta propia y tenemos nuestros espacios personales, pero los encuentros son siempre esperados y el amor, la complicidad, el cariño, etc. existe en todo lo que compartimos, ya sea una buena charla, una cena, un momento romàntico, un encuentro sexual apasionado... Si, me siento muy afortunada.