carta real.
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Hola corazón.
Veras... He estado haciendo balance de las cosas buenas y malas que me han pasado contigo, como si lo pusiera en una balanza.
Este es el resumen. Tal y como me han venido a la cabeza.
Algunos (todos es imposible) de los mejores momentos que recuerdo.
-Los largos paseos por la playa en verano, mientras hablaba contigo, o pensaba en ti.
-Las charlas de invierno en que hablábamos de futuro, de bodas, de niños.
-Aquel primer beso, tan tierno, tan dulce, con tantísimo miedo.
-Jugar con los rizos de tu pelo.
-La noche que no me atrevía a hacerlo yo y acabaste por enseñarme tus pezones.
-Acariciarte la nuca con los dedos.
-Mirarte a esos ojos que me embelesan. ¡Dios, que ojos!
-Descubrir lo precioso que podía ser dormir contigo y amarte toda una noche, sin llegar a hacerte el amor.
-La vuelta en avión la primera vez, cuando medio dormido sentía tus labios en los míos.
-Sentir que irradiabas cariño por mi.
-Verte desde el comedor, a través del espejo del baño, cuando terminabas de arreglarte para salir a cenar mientras pensaba en lo guapísima que estabas, y en la suerte que tenía.
-Desear cogerte por la calle, no poder, pero sentir que tu también lo deseabas.
-El paseo por la giralda, y la música de Titánic.
-Acariciarte el escote, deseando bajar mas, pero sin hacerlo para que durara, para darte tiempo a que me lo pidieras, a que me lo insinuaras, a que me llevaras la mano hacia abajo.
-Lo mismo, lo mismo, con la cintura, mientras te acariciaba la tripita y metía los dedos por debajo de tus vaqueros.
-Pedirte, sin sentir vergüenza por ello, que me enseñaras a comer spaguettis.
-Las veces, pocas pero intensas, en que te hice el amor.
Algunos de los peores momentos que recuerdo:
-La vez que me llamaste, desesperada, para decirme que Enrique había ido a por condones y me preguntabas que le decías.
-Cuando leía los resultados de tu examen, y no sabía como decírtelo.
-Las ocasiones que me contabas lo bien que te lo pasabas con él, como aquella del hotel. Y me moría de celos.
-Las veces que me contabas que te trataba mal, o no te entendía, o vuestras riñas. Y sufría por ti.
-Lo desesperada que estabas cuando te dejó.
-Darme cuenta de que había vuelto, y lo perdonarías.
-La sensación durante Semana Santa o feria, de que no podía competir con él.
-La noche que me dijiste que me dejabas.
-Cuando el otro día no me quisiste besar, y al cabo de un rato, me dijiste que ya no me querías, y que lo amabas a él.
Una vez puesto en la balanza. Tengo aún mas claro que no me arrepiento de nada de lo que he hecho. Es mas, me arrepiento de no haber hecho mas de lo que hice.
Te pido perdón por las veces que te he fallado, por las veces que me equivoqué, que no te entendí, que no estuve a la altura de las circunstancias.
Y te agradezco, con toda el alma, el cariño, amor, ternura y apoyo que siempre me has dado.
Quise compartir mi vida contigo, pero eso no es posible, ¿verdad?. A pesar de eso, siempre te llevaré en mi corazón, mi princesa.
Un beso.