Hola a tod@s,
Cuando leo vuestras historias con vuestros compañeros de trabajo, no puedo evitar sentir cierta envidia, aunque sepa que lo estais pasando mal... yo daría todo porque el compañero por el que estoy colada me diera un solo beso...
Os cuento mi historia, sobre todo para desahogarme, ya que no tiene nada de original. Hace algo más de tres años entré a trabajar en el puesto que ocupo ahora. En mi departamento estaba este chico, me pareció alguien agradable pero no me sentía especialmente atraída, además al principio me dio por pensar que él me consideraba un poco tonta y que no le caía muy bien (aunque nunca hizo nada que diera pie a pensar eso, eran "percepciones" que yo tenía)
El caso es que, con el tiempo, este chico me fue gustando más y más, creo que estoy realmente enamorada de él, y estoy así desde hace más de un año. Eso sí, todo es platónico, porque tanto él como yo tenemos pareja. Mi marido es buena persona, pero ahora entiendo que me equivoqué casándome con él, confundiendo el cariño con el amor. Pero me da miedo dar el paso y separarme. Sé que habrá quien me criticará por eso, pero a día de hoy no me planteo separarme por miedo, esa es la verdad.
Mi compañero y yo nos hemos hecho buenos amigos, tenemos muchas cosas en común, y no sólo me atrae físicamente sino que su forma de ser es increíbe, sonará un poco tópico, pero todo lo que puedo decir de él es que es una de las mejores personas que conozco en todos los aspectos.
El me da muestras de cariño "fraterno" (como abrazos, besos en la mejilla, "empujones" como en broma, etc) que a mi me hacen "daño" precisamente por lo "fraternales" que son, yo me muero por una muestra de pasión y el solo me da amistad. A veces he querido ver algo más en este contacto, pero es solo eso... mi propia imaginación. Yo soy más fría con él por temor a que note mis sentimientos, y creo que durante este tiempo he conseguido disimularlos bastante bien y nadie en mi trabajo sospecha nada.
Pero hace pocos días le propusieron un cambio en el trabajo, es una gran oportunidad profesional para él, aunque como todo, tiene sus pros y sus contras. Creo que él comprendió todo lo que yo siento cuando vio mis ojos mientras le pedía "por favor, no te vayas de aquí". Sé que pedirle que se quede es infantil y egoísta pero no puedo imaginarme seguir yendo a trabajar si no está él.
Por favor, necesito un poco de consuelo en vuestras palabras, la expectativa de dejar de verle a diario me está matando, no voy a poder olvidarle, lo sé.
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