Me estoy volviendo loca y espero que se me pase pronto porque ya estoy harta de dedicar una buena parte de mi vida diaria a pensar en este tema. Es un poco largo pero espero que puedas darme un buen consejo, o que, al menos, desde fuera, puedas explicarme porqué han pasado así las cosas. Te cuento.
Hace unas semanas conocí a un hombre al que tuve que entrevistar por temas de trabajo. Sé que le gusté desde el primer momento ya que empezamos con sms que nada tenían que ver con la mencionada entrevista y en el primero que me mandó ya me dijo que le gustaba. Nos vimos por temas laborales toda la semana y me einvitó a comer, a cenar, al cine Todo parecía ir bien, incluso nos acostamos juntos en nuestra cuarta cita y tuvo un gatillazo. No me había pasado nunca pero me dijo que yo le ponía nervioso, que hacía mucho que no se acostaba con una mujer por amor, que no estaba acostumbrado sino a rollos de una noche, que le gustaba mucho, En fin, que como no quise atosigarle dejé que tomara las riendas de la noche y cuando se vio preparado, estuvo muy tierno y cariñoso (yo hace años que no tengo una relación, así que lo que me contó me recordó mucho a mi misma). Total que casi desde el primer día me propuso irnos juntos en el pasado puente de la inmaculada y casi no lo pensé: ¿por qué no? Sólo había un pero: ya le había prometido a un amigo ese puente y como no quería fallarle, me preguntó si me importaba (pero antes me dijo que si yo quería le decía que no). Pensando en que al fin y al cabo era yo la que me sumaba a un viaje ya previsto y puesto que a mi no me gustaría que me lo hicieran, acepté a su amigo (incluso me pareció buena idea porque así, como tampoco nos conocíamos tanto, no tendríamos que estar solos todo el tiempo). Todo esto sucedió el viernes antes del mencionado puente, pero durante el fin de semana no supe ni una palabra de él, por lo que pensé que ya estaba: se había liado conmigo, y era lo que quería. Adiós puente, y adiós cualquier posibilidad de que fuera distinto. El lunes previo a las fiestas, le mandé un sms a las 12 de la mañana preguntándole si había pasado algo o si estaba molesto conmigo y al minuto me estaba llamando. Me invitó a comer y me dijo que tenía que tenía que contarme algo. Tenía 4 hijos! Una de 24 que ya le habia hecho abuelo, uno de 13 y dos gemelas de 3 años. Tiene 44 años y, aunque sabía que no había nacido el día que me conoció, no me imaginaba tantas cosas. Me quedé sin palabras y no le pregunté nada. Me dijo que mantenía una magnífica relación con sus hijos y me alegré por él pero cuando nos despedimos, la cabeza me daba mil vueltas: ¿vivía con la madre de sus gemelas? Creo que no porque sino no se iría conmigo de puente. Y lo más importante: ¿por qué me lo contó? Si solo quería acostarse de nuevo conmigo, no era necesario saberlo (¿para que necesito esa información?) pero también cabía la posibilidad de que me lo hubiera dicho porque le gustaba de verdad y porque, si había algo a más largo plazo, debía saber donde me estaba metiendo.
Total, que nos fuimos de puente, a pesar de que estaba enfermo (con algo de fiebre y un gripazo) y su amigo resultó un personaje al que le caí en gracia y que se pasó el primer día diciéndome que le gustaba (si asterix se cayó en una marmita con pócima mágica, él lo hizo en una de tripas: hablaba como si estuviera puesto. O eso, o tiene un retraso mental y no es un insulto-). Yo intenté ser amable y seguirle el juego aunque hubo algunos temas sexuales que me sacaron los colores. Mi acompañante le dio mucha caña y le cortó en varias ocasiones. El primer día fue genial: vimos varios pueblos de montaña y dormimos en la casa de él, que aunque no tenia agua caliente, resultó muy acogedora. La noche fue genial, tanto como recordaba la primera vez. Por la mañana, me moría por una ducha y nos fuimos a buscar un hotel, camping o balneario en el que hacerlo y acabamos en un pueblo valenciano. El amigo de mi acompañante estuvo pidiendo habitaciones triples y yo me negué a dormir con él habiendo sitio (prefería dormir yo sola y que ellos durmieran juntos). Pensé que era una broma pero estuvo toda la noche diciendome que le había hecho un feo, que le había fallado y que cuando acabáramos de cenar, él se iba a dormir y nos dejaba solos. Mi compañero le dijo que no se fuera (recuerda que son amigos) y antes de ir al restaurante (y después de una siesta, también fantástica aunque algo más sexual), estuvimos viendo algunas exposiciones e incluso escribió un poema para mi (que como no sabía que era para mi no leí con atención- me lo contó luego-). En la cena, y tras algunos comentarios más de su amigo, nos bebimos una botella de vino entre los 2 (el personaje no bebió porque dijo que sino se iba a lanzar conmigo) y antes él se había tomado varias cervezas (y estaba con medicación por eso de la gripe que te conté). También nos tomamos en un bar, una copa así que supongo que nos emborrachamos un poco (yo no recuerdo muy bien la primera media hora en el hotel, pero cuando recuperé la consciencia estaba desnuda por lo que me imagino, nos acostamos). A eso de las 5 de la mañana, me despertó, se acostó conmigo (no me hizo el amor: fue sólo sexo, aunque me abrazó y me besó al terminar) y volvimos a dormir hasta las 10. Nos levantamos ambos con resaca pero yo me tomé una aspirina y me di una ducha y casi, que estaba perfecta. Él, a pesar de hacer lo mismo, estaba mal porque la gripe le había empeorado y cuando se fue a despertar a su amigo y volvió, dijo que me esperaban en el hall tras pagar la habitación. Cuando recogí mis cosas nos fuimos a una cafetería a tomar algo y cuando volví a la mesa con mi café me encontré con una sorpresa: ¡nos volvíamos a casa! El amigo quería volver y como él estaba enfermo He de decirte que no soy de esta ciudad, que trabajo aquí (a casi 1.200 Km. de mi familia y mis amigos) y que casi no conozco gente, así que no me hizo gracia volver a estar sola en casa (mis compañeras de piso habían aprovechado los 5 días de vacaciones). Nadie me preguntó que iba a hacer los 3 días que quedaban de puente, ni nada parecido, y aunque intenté llevarlo lo mejor que pude, se me notaba en la cara la decepción. Yo necesitaba al menos una noche más para hablar con él de nosotros, de porqué me había contado lo de sus hijos, de qué esperaba de mí, Como mi trabajo es escribir, y no quería llevarme todo esto a casa, en el viaje de vuelta le conté por escrito cómo me sentía, que me gustaba, que tenía miedo y que no me gustaba jugar sino sabías la reglas del juego (en relación al silencio de la vuelta, al polvo que habíamos echado en el hotel, a su cambio de actitud,). Fui sincera, siempre lo soy: le pedía que me llamara, que me diera la oportunidad de explicarle mis miedos cara a cara, Pues nada. Hasta hoy su respuesta ha sido la del silencio. Le mandé un sms la semana pasada llamándole cobarde porque yo pensaba que con los años los hombres se volvían más valientes, y diciéndole que no entendía nada y ayer mismo le mandé un mail, más suave, explicándole el porqué de mi carta en el coche, el porqué de no haber hablado con él a la cara y pidiéndole que me contara que había pasado, aunque no fuera más que para cerrar la puerta de una vez.
Han pasado casi 2 semanas por lo que sé que pasa de mí, pero no entiendo nada. ¿Qué opinas tú? Menos mal que me marcho a mi casa estas fiestas porque, de verdad, me está volviendo loca su silencio
Un saludo y gracias por aguantarme tanto rollo