Es muy fácil...
Hola Lenikas. Me cuesta trabajo creer que hay mujeres adultas que no saben lo que es un orgasmo, pero una y otra vez me encuentro con casos en los que parece que es así. Vamos a ver, lo que tú describes, puede ser un orgasmo normal y corriente, pero de los que "se te escapan", "se te va sin querer", etc. A los hombres también nos pasa. Te despiertas justo en el momento en que te empiezas a correr, ya no hay marcha atras, el orgasmo se va a producir, pero como no estás empleando la estimulación adecuada, el placer que se produce es muy poco intenso, y produce más insatisfacción que otra cosa.
Lo que tienes que hacer primero es rechazar todo tipo de pensamientos absurdos, religiosos, morales o sociales acerca del sexo. Entérate de que el sexo es una maravilla, y se pasa muy bien, sóla, acompañada, con tu pareja, con un amigo, etc. Una vez tengas claro que excitarse, ponerse caliente, masturbarse y disfrutar no es nada malo, sino que es todo lo contrario, algo maravilloso, entonces haz lo siguiente.
Cómodamente sentada o tendida, lleva tus dedos índice, corazón y anular de la mano derecha (si eres diestra) a tu sexo. Sitúalos en la parte de arriba de forma que el comienzo del dedo corazón, la yema, la punta, esté justo en el comienzo de la abertura de la vulva. Así, superficialmente, no lo metas más. Empieza un movimiento con los tres dedos en sentido circular. Muy lento al principio, más rápido cuando empiece a gustarte. Cuando veas que no te molesta, y que estás preparada para más estimulación, humedece con saliva tu dedo índice. Ponlo en la zona superior de tu vulva, justo donde se supone que está tu clítoris. Consulta dibujos en internet si no sabes donde está. Empieza de nuevo el movimiento circular. Poco a poco, a medida que te vayas excitando, verás que te apetece hacerlo más rápido y en contacto más directo. Al poco tiempo notarás justo como te vas acercando al placer, tu mano irá cada vez más rápido. Y llegarás a ese punto que denominamos de "no retorno" que es justamente ese en el que te despiertas algunas noches. Es ese momento en que no se puede parar, en que sabes que pase lo que pase, el orgasmo se va a producir. Si en ese momento cesas toda estimulación, te pasará lo que ya sabes. Un placer pequeño, y más bien insatisfactorio. En cambio, ahora estás preparada. No te ha pillado dormida y sabes lo que tienes que hacer. Sigue con los movimientos circulares, que ahora serán más rápidos. Puede que pongas el dedo directamente en contacto con el clítoris o bien tocarás el capuchón que lo cubre y verás las estrellas de tanto placer como te producirá. Y entonces llegará el orgasmo de verdad, con mayúsculas. El músculo pubococcígeo empezará a contraerse espasmódicamente durante unos segundos, y cada una de esas contracciones te aportará un inmenso placer. El esfinter anal se contrae igualmente, si te fijas, lo notarás, pero en ese momento no estarás para fijarte en nada. Será algo parecido a un estornudo, pero mil veces mejor. Y eso es todo. Ve deteniendo tu mano a medida que vayan parando las contracciones, y después relájate un rato. Cuando recobres el ritmo normal de respiración, felicítate: habrás tenido un señor orgasmo.
En poco tiempo serás una experta, irás probando cosas, podrás estimularte la vagina o el ano en el momento del orgasmo, aumentando muchísimo el placer, y lo más importante: sabrás explicarle a tu futura pareja sexual lo que hay que hacerte para obtener un orgasmo. Piensa que hay cientos de mujeres que se quedan quietas en la cama, no hacen nada, no sienten nada, y después, encima, le echan la culpa al hombre.
No seas tú de esas.
Un abrazo.