Una carta

Hola
Ayer vi en tus ojos algunas cosas que me hicieron pensar. Hasta ayer creí que tendría alguna posibilidad contigo.
Pero ya no. Ayer vi en tus ojos que no era yo de la persona de la que estás enamorada. Vi que tus ojos no buscaban
los míos cuando no sabíamos de que hablar. Probablemente nunca los buscaste pero mi ilusión me hacía creer q sí. Pero
ayer tus ojos no brillaban cuando te hablaba. No pensabas en mí cuando estabas ausente y seguro que nunca lo hiciste
pero yo creía que sí. Ayer desperté de un sueño del que no quería despertar. Fueron tus ojos los que me lo dijeron.
Ahra ya veo que tenías razón cuando no querías quedar conmigo a pasar un rato. O cuando no contestabas mis mensajes y
llamadas. Era lo mejor para que no siguiera en ese sueño. Y yo quería seguir durmiendo sólo porque en ese sueño tú estabas
conmigo y yo no podía ser más feliz.
A pesar de muchos golpes que llevé, gracias a Dios, no me puedo quejar de la vida. Tengo una familia estupenda (aunque cada
día echo mas de menos a quien me falta), tengo los mejores amigos del mundo, trabajo no me falta y salud tampoco. Sólo me faltas
tú. Somos amigos, sí, pero me sigues faltando tú. Y no soy feliz y lloro cada día.¿Amigos? Sabes que siempre seré tu amigo,
tu compañero, tu confidente, si quieres. Sabes que si algún día me quieres de verdad te voy a seguir esperando. Que no soy
feliz sin tí. Eres la primera persona en la que pienso cuando me levanto y la que ocupa mi mente justo antes de dormirme. No
lo sabes, pero necesito estar ocupado en algo para poder dejar de pensar en tí. Nunca me había pasado. Recuerdo cada segundo
que estuve contigo, cada palabra que intercambiamos, cada gesto que hiciste, cada beso que me diste y cada caricia que me
ilumina sólo con pensar en ella.
No sé si algún día volveré a enamorarme. Mis amigos dicen que sí. Que aparecerá alguien especial que me haga olvidarte.
No sé si seré capaz de volver a sentir lo mismo pero de lo que estoy seguro es que nunca lo voy a vivir con tanta intensidad.
Me dicen que no eres lo que necesito, cuando en realidad te necesito para seguir siendo yo.
Tú no te caminas por delante de mi casa para poder verte un poco. Tú no miras tu telefóno cada cinco
minutos para ver si te he llamado. Tú puedes dormir por las noches aunque no tengas noticias mías. Tú puedes vivir feliz
sin saber donde estoy a cada instante. Tú nunca me escribirías una carta como ésta.
Ya no tiene sentido que te diga lo que siento por tí. Ya no tiene sentido que sepas esto ni que leas esta carta. Esta hoja la
voy a romper nada más que termine de escribirla. Ya no tienes porque saber lo que siento cuando tus ojos me dicen que no soy
yo con el que sueñas.
Te quiero.