Un amigo me pide que me tire a su mujer y... +DUDA

Estas cosas pueden sorprender, pero son más frecuentes de lo que imaginamos.

Existen tipos cuya fantasía es ver como se follan a su mujer. Es algo que les vuelve locos. Y ya he follado a muchas casadas gracias a esto. Pero lo de ahora es distinto.

Uno de mis mejores amigos me ha confesado que tiene esa fantasía. Y no porque quiera autohumillarse, sino porque quiere que sea yo quien me tire a su mujer. Os pongo en antecedentes:
- Es amigo mío desde el instituto. Ahora vive en otra ciudad, pero siempre hemos estado en contacto. Quedamos al menos 6 veces al año y hemos vivido de todo juntos.
- Se casó superjoven, con 24 años y llevan casi 8 años casados, (12 desde la primera cita). Él solo había follado con una antes que con su esposa. Ella llegó virgen y no fue desvirgada hasta la noche de bodas.
- El motivo es que ella es del opus, aunque no lo parece. Está buenísima y sabe como vestir. Además puedes tener una conversación con ella de todo. Y no es tan talibana como sus padres; de hecho, él utiliza condón siempre, por eso no han tenido hijos.
- Nunca he visto a su mujer como un objetivo a follar. Está tremenda, sí, pero ni siquiera he filtreado un poco con ella. La conozco casi desde el primer día y fui a su boda.
- Él lleva mucho tiempo insistiéndole a ella. Le ha explicado lo que siente y que él es como es. Al final, ella ha aceptado hacerlo, pero sólo una vez y una noche, y luego se acabará, para siempre. Él ha aceptado.
- Me contó que pensaron en un desconocido y buscaron durante casi un mes por internet. No se fiaron de nadie. Además mi amigo no sólo quiere un polvo, sino la recreación de una fantasía, y necesitan un tipo en quien confien.
- Entonces salió mi nombre: lo propuso él. De hecho, me dijo que quería que fuese yo desde el principio, pero que no sabía como me lo iba a tomar y si esto podía afectar a nuestra amistad. Él no sabe todo lo que hago con otras mujeres, algo sí.
- Él me ha visto la polla un montón de veces, y yo la suya. Parte de su fantasía es que se la folle alguien dotado, y la mía es el doble de grande que la suya, en longitud y grosor.

Entonces me pidió si aceptaba. Le dije que me lo tenía que pensar, y él lo comprendió. La realidad es que se me puso dura tan solo de imaginármelo. Al día le dije que sí, si ella estaba de acuerdo, y él me respondió que ya había dado el visto bueno antes de proponérmelo. Así que, nervioso, me comentó su fantasía detalladamente:
- Vamos a cenar los 3. Yo tengo que empezar a intentar ligarmela delante de él.
- Luego vamos a su casa y le atamos los dos a una silla. Han comprado además esposas de sexshop. También una bola de esas que se meten en la boca e impiden hablar.
- Tengo que follármela con preservativo y obligarla a humillarle. Yo también tengo que reírme de él. Dice que me tengo que comportar como un cabrón de la ostia jejeje.
- Por último, me ha pedido que me corra en la cara de su esposa, cosa que haré felizmente.

Hasta aquí todo es normal, pero me ha pedido una última cosa, algo que no ha confesado a ella: quiere que una vez terminada la fantasía, en vez de desatarle, intente seducirla para follar otra vez más, y las que hagan falta. Dice que le da un morbo que se muere perder el control, y que no me contenga. Piensa que no tengo ninguna oportunidad de hacer nada con ella, que se negará en redondo, pero no sabe lo persuasivo que puedo llegar a ser. Y más después de haberle dado la mejor follada de su vida.

Y aquí viene mi duda: él es mi amigo, pero me ha pedido que le haga todo lo que me apetezca, que sea un cabrón. Quiere ver hasta dónde puedo llegar. Y lo que de verdad me apetece es seducirla, meterle mi polla a pelo y correrme dentro, dejándola embarazada. Me la quiero follar de la hostia, hasta que ella sea la que me lo pida, pero aunque no lo haga, quiero dejarle el grumo dentro.

Me da un morbo de la hostia. Sé que es mi amigo, y no quiero joderle la vida, pero casi me retó. Y haciéndo cálculos, tengo seguro que estará ovulando este fin de semana. Correrme dentro supone muy probablemente embarazo. Soy un cabrón, pero ha sido escribir esto y la tengo dura como el acero.

¿Qué hago entonces? Él me dijo que debía usar preservativo, pero después me dijo que la sedujese. Cambian las reglas, ¿no? Bufff, es que sólo de pensar que voy a ser el primero en meter mi polla a pelo en el estrechísimo coño de la diosa de su mujer, me pone a mil.

Así que os pido vuestro consejo, que tomaré en consideración para este sábado.

Gracias.

Escribo desde una habitación de un hotel. La cosa se ha salido de madre, pero ha sido muchísimo mejor de lo que esperaba. Nadie tomó interés en este post en público, pero más de 15 en privado, así que os lo cuento por aquí muy resumido (tengo a la pareja en la planta superior, y no sé que me deparará la noche).
1. Me he corrido dentro. La convencí para follar a pelo y le susurré que me gritase que me corriese dentro para putear al marido. Le dije que simularía correrme dentro, pero me corrí a tope.
2. Mi colega ha entrado en pánico. Les he dicho que me puse supercachondo y no pude evitarlo. Dice que le compre una pastilla del día después, pero ella dice que no, que no piensa abortar...
3. Les he dejado discutiendo a lo bestia y me he vuelto a mi habitación .
4. Ella no parecía enfadada. Para nada. De hecho se corrió cuando se dio cuenta de lo que había hecho.
5. Ha sido uno de los mejores polvos de mi vida. Y el mejor suyo.
6. Quiero follarmela de nuevo, con o sin la autorización de su marido. Y lo haré.
7. Sé que todo esto puede joder una amistad, pero vale la pena.

Buffff. Tengo la polla como una piedra y el aroma a su coño metido en el cerebro. Le voy a mandar unos mensajitos, a ver como ha quedado la cosa...

Ciaoooo

Estas cosas pueden sorprender, pero son más frecuentes de lo que imaginamos.

Existen tipos cuya fantasía es ver como se follan a su mujer. Es algo que les vuelve locos. Y ya he follado a muchas casadas gracias a esto. Pero lo de ahora es distinto.

Uno de mis mejores amigos me ha confesado que tiene esa fantasía. Y no porque quiera autohumillarse, sino porque quiere que sea yo quien me tire a su mujer. Os pongo en antecedentes:
- Es amigo mío desde el instituto. Ahora vive en otra ciudad, pero siempre hemos estado en contacto. Quedamos al menos 6 veces al año y hemos vivido de todo juntos.
- Se casó superjoven, con 24 años y llevan casi 8 años casados, (12 desde la primera cita). Él solo había follado con una antes que con su esposa. Ella llegó virgen y no fue desvirgada hasta la noche de bodas.
- El motivo es que ella es del opus, aunque no lo parece. Está buenísima y sabe como vestir. Además puedes tener una conversación con ella de todo. Y no es tan talibana como sus padres; de hecho, él utiliza condón siempre, por eso no han tenido hijos.
- Nunca he visto a su mujer como un objetivo a follar. Está tremenda, sí, pero ni siquiera he filtreado un poco con ella. La conozco casi desde el primer día y fui a su boda.
- Él lleva mucho tiempo insistiéndole a ella. Le ha explicado lo que siente y que él es como es. Al final, ella ha aceptado hacerlo, pero sólo una vez y una noche, y luego se acabará, para siempre. Él ha aceptado.
- Me contó que pensaron en un desconocido y buscaron durante casi un mes por internet. No se fiaron de nadie. Además mi amigo no sólo quiere un polvo, sino la recreación de una fantasía, y necesitan un tipo en quien confien.
- Entonces salió mi nombre: lo propuso él. De hecho, me dijo que quería que fuese yo desde el principio, pero que no sabía como me lo iba a tomar y si esto podía afectar a nuestra amistad. Él no sabe todo lo que hago con otras mujeres, algo sí.
- Él me ha visto la polla un montón de veces, y yo la suya. Parte de su fantasía es que se la folle alguien dotado, y la mía es el doble de grande que la suya, en longitud y grosor.

Entonces me pidió si aceptaba. Le dije que me lo tenía que pensar, y él lo comprendió. La realidad es que se me puso dura tan solo de imaginármelo. Al día le dije que sí, si ella estaba de acuerdo, y él me respondió que ya había dado el visto bueno antes de proponérmelo. Así que, nervioso, me comentó su fantasía detalladamente:
- Vamos a cenar los 3. Yo tengo que empezar a intentar ligarmela delante de él.
- Luego vamos a su casa y le atamos los dos a una silla. Han comprado además esposas de sexshop. También una bola de esas que se meten en la boca e impiden hablar.
- Tengo que follármela con preservativo y obligarla a humillarle. Yo también tengo que reírme de él. Dice que me tengo que comportar como un cabrón de la ostia jejeje.
- Por último, me ha pedido que me corra en la cara de su esposa, cosa que haré felizmente.

Hasta aquí todo es normal, pero me ha pedido una última cosa, algo que no ha confesado a ella: quiere que una vez terminada la fantasía, en vez de desatarle, intente seducirla para follar otra vez más, y las que hagan falta. Dice que le da un morbo que se muere perder el control, y que no me contenga. Piensa que no tengo ninguna oportunidad de hacer nada con ella, que se negará en redondo, pero no sabe lo persuasivo que puedo llegar a ser. Y más después de haberle dado la mejor follada de su vida.

Y aquí viene mi duda: él es mi amigo, pero me ha pedido que le haga todo lo que me apetezca, que sea un cabrón. Quiere ver hasta dónde puedo llegar. Y lo que de verdad me apetece es seducirla, meterle mi polla a pelo y correrme dentro, dejándola embarazada. Me la quiero follar de la hostia, hasta que ella sea la que me lo pida, pero aunque no lo haga, quiero dejarle el grumo dentro.

Me da un morbo de la hostia. Sé que es mi amigo, y no quiero joderle la vida, pero casi me retó. Y haciéndo cálculos, tengo seguro que estará ovulando este fin de semana. Correrme dentro supone muy probablemente embarazo. Soy un cabrón, pero ha sido escribir esto y la tengo dura como el acero.

¿Qué hago entonces? Él me dijo que debía usar preservativo, pero después me dijo que la sedujese. Cambian las reglas, ¿no? Bufff, es que sólo de pensar que voy a ser el primero en meter mi polla a pelo en el estrechísimo coño de la diosa de su mujer, me pone a mil.

Así que os pido vuestro consejo, que tomaré en consideración para este sábado.

Gracias.