Tengo 15 años, y de pequeñita sufrí abusos sexuales por parte de mi abuelo.
A pesar de los años, los recuerdos no cambian ni tampoco envejecen. Tampoco están dispuestos a irse.
Sobre los 5 o 6 años mi abuelo abusaba sexualmente de mí. Yo como una imbécil no decía nada a mis padres, y no fue solo una vez, no, era cada vez que íbamos a casa de mis abuelos, y eso era casi cada fin de semana. El me tocaba yo me resistía, pero tampoco le paraba, él era como 10 veces más grande que yo, no me acuerdo si él me tenía amenazada o qué, pero lo que si se era que yo no decía nada a nadie. Tampoco ellos se dieron cuenta.
Siempre que lo veía quería echarme a correr, no volver nunca, chillar todo lo que hacía conmigo, pero no podía Me acuerdo que al principio lo veía como un juego, indefenso, ¿cómo mi abuelo, mi familia, me iba a hacer algo malo a mí? Me di cuenta, no sé cómo, pero lo hice, y un día por la mañana con mis padres y mi abuela en el patio, y mi abuelo en la ventana que daba al patio trasero y me dijo esa frase que tanto odiaba, esa frase que yo sabía la verdad detrás de ella ven a ver los toros esa frase, esa maldita frase la decía cada vez que quería algo de mí, con eso me refiero a mí y esa pequeña y a la vez tan grande frase estaba en mis pesadillas cada noche.
Ese día era diferente y no sé cómo, pero encontré el valor de chillar que no quería ir, que quería irme a casa, mis padres me miraron extrañados, yo seguía chillando. El desde arriba me miro sorprendido, extrañado, cabreado. Lo ignoré y lo dije ¡El yayo me toca! esa frase una y otra vez
¿Lo extraño? No recuerdo nada a partir de eso, nada de nada, ni un solo recuerdo, absolutamente nada. Lo único que recuerdo, fue que desde ese día comencé a tener pesadillas cada día, hasta el día de hoy que las sigo teniendo. Recuerdo una orden de alejamiento por lo que también recuerdo no volver a ver a mi abuelo hasta ese día, digo ese día porque fue cuando murió. No me dejaron ir a verlo así que no sé cómo estaba, tampoco me importa.
No he vuelto a hablar nada de mi abuelo a nadie, parece como un fantasma que a veces se presenta en los videos familiares pero que todo el mundo ignora, pero yo no puedo, ni mi padre tampoco.
Yo lo miro en fotos, videosRepulsión, eso es lo que siento. Mi padre, tristeza añoranza y asco.
Yo hago no ver, pero tengo ojos y no dejan de ver nunca. Y ver a mi padre, mirando a su padre así de mal y de bien a la vez, pues me hace sentir un poco culpable y
Duele y mucho.