Vello púbico
Vello Púbico
A menudo las personas creen que, el vello púbico y el axial en las mujeres sea escaso o no tanto, es similar al que se encuentra en cualquier lugar del cuerpo, en ambos sexos a cualquier edad. Pero, el autentico vello sexual- el más largo, grueso y oscuro vello característico de las zonas púbica y axilar en los adultos- se produce por estimulación androgénica de los folículos pilosos.
El término vello púbico debe por tanto reservarse para el vello que es de naturaleza dependiente de los andrógenos, ya sea escaso o abundante, y su distribución debe ser descrita en términos de la escala de Tanner.
En algunas mujeres, se desarrolla el vello sexual durante la pubertad, en algunos casos con la densidad y distribución que aparece en mujeres post puberales.
Los autores afirman que la presencia de vello púbico auténtico, debe ser considerado como una evidencia de sensibilidad a los andrógenos en algún grado.
Todo lo ante dicho, lo he leído en distintos libros de medicina y otros de estética y esto, lo he hecho buscando una respuesta. Y la encontré en la fuente más confiable, al menos para mí.
Nosotras, nos depilamos las piernas porque queda feo que una mujer en polleras, shorts o malla, muestre unos desagradables vellos, al igual que lo hacemos en las axilas, el bozo, las cejas y el cavado. Pero, alguna vez, ¿nos animamos a depilarnos la zona vaginal? COMPLETA. No estoy hablando de la rasuración que se hace antes de un parto o la necesidad que tienen algunas mujeres por razones de trabajo. Si no de nosotras, las mujeres normales, que trabajamos en oficinas, supermercados, amas de casa y no somos (ni queremos serlo) comerciantes de y/o con nuestro cuerpo.
¿Alguna, se animó a hacerlo?, ¿A quedar literalmente- pelada?. Pues señoras y señoritas, le cuento que yo sí.
¿Y saben porqué? En algunas oportunidades recibí de mi esposo algunas indirectas al respecto al tema, que por supuesto dejé pasar sin hacer ningún tipo de cometario. Hasta que un día, me estaba depilando en casa, y me sentí la piel tan suave, que me daban ganas de acariciarla más. Entonces decidí darle un regalo a esposo. Primero pensé, me voy a depilar íntegra para que pueda acariciar esa piel de bebe, pero me dio miedo hacerlo sola (además de no llegar hasta el fondo) y por otra parte sentí un poco de vergüenza de ir al salón de belleza y pedir esa depilación.
Y no saben, esa fue la decisión más acertada que he tenido en el último tiempo... Dejar que lo haga mi marido.
Esa noche, previa cena romántica, preparé todas las cosas, como hace él cuando se va a afeitar, y las llevé al dormitorio. La expresión de pasión, amor y dulzura que tuvo hacia mí cuando le pedí que por favor me ayudara a afeitarme toda, completa porque yo sola no me animaba, fue primero de asombro, y después de pasión. Resultó todo súper excitante, tanto para él, como para mí, se los puedo asegurar, y después de limpiar todo entre los dos, pasamos una noche inolvidable.
Mi ginecóloga, que evacuó mis preguntas me dijo que antes, se creía que el vello púbico protegía de contagios e infecciones. Y era verdad, pero porque las costumbres de higiene eran distintas. Al igual que la educación de las personas y los elementos de seguridad e higiene que tenían a su alcance. Hoy en día, tanto con los tampones como con las toallitas, es todo distinto. Además es mucho más limpio el estar rasurada en forma completa. Por ejemplo cuando estamos menstruando, la viscosidad de la sangre, siempre queda, aunque más no sea un poquito adherida al vello púbico, cosa que para quienes trabajamos durate muchas horas fuera de casa es algo a tener muy en cuenta ya que el olor que despide, es inconfundible.
En síntesis, mi experiencia con mi vello púbico, es la siguiente:
hReconquisto a mi esposo tanto cuando le pido que me rasure, como cuando acaricia la zona suave y con crema para no irritar.
hMe siento más libre.
hMe siento más higiénica.
hSiento mi cuerpo más joven, porque así, me hace sentir la conexión que tengo entre mi cuerpo y mi esposo.
El amor se demuestra de muchas formas, lo que al principio para mí era innecesario, resultó ser excitante y ayudó mi relación sexual.
Soy EMA y tengo 46 años, vivo en Buenos Aires.