Si tu matrimonio te agobia, te desilusiona, te restringe, te deprime y te hace sentir menospreciada, a pesar de lo cual, quieres seguir casada, por razones que tú sabes, y yo sé (cada uno tiene las suyas), pero sobrellevandólo con unas cuantas dosis de vida, de felicidad, de sentir que cuentas, que para alguién eres algo, y por lo cual, no crees que soportes no ser o no seguir siendo infiel, ten en cuenta esto:
1. No te líes con nadie de tu localidad. Puede que os vea alguien que aunque ahora no conozcas, sí en un futuro, y ese alguien puede hablar y meter la pata. Por el mismo motivo,
2. No quedes con él/ella en tu casa: siempre hay vecinas que utilizan la mirilla más allá de lo que está destinado para su uso.
3. Tampoco te fijes en nadie de tu trabajo. Podría traer malas consecuencias. Los amantes son como una cerilla, encienden con fuerza pero se extinguen. Luego no querrás tenerle ahí, recordándote el pecado, pudiendo hablar, vengarse o no sabiendo disimular si tu pareja va a alguna vez a tu lugar de trabajo o a alguna reunión de esas en las que insisten en ir con los novios/as.
4. Tampoco escojas a nadie en un lugar que te guste mucho, ya sea un sitio al que vas de vacaciones o los fines de semana. Siempre hay alguien más que lo ve y que siempre puede hablar. Acabarás sin amante y sin poder ir a ese sitio que tanto te gusta por seguridad. Y tu pareja se preguntará porqué de repente no quieres ir ahí. Yo he incumplido esta norma dos veces y las he pasado canutas (si quieres saber, puedes verlo en mi blog).
5. No guardes sus mensajes por romanticismo. No le dés tu número. Utiliza un móvil viejo y un número antiguo para eso. Que sólo tú lo puedas controlar. Que no te pueda llamar en cualquier momento aniquilando tu realidad.
6. Apréndete al dedillo los gestos que delatan al mentir. Puede que parezca poco importante, pero cualquier persona, subconscientemente se da cuenta. Acostumbrate a inventar otra historia y a meterte en el papel de lo que has inventado. Nada de desviar la mirada, ni de tocarse la nariz, ni de juguetear con las manos.
7. Y si tienes alma de actriz/actor, ten preparado un personaje cándido, ingenuo, que nunca haya hecho nada malo. Y si alguna vez estás en un compromiso, recurre a él. Métete en su piel y cuando tu pareja te pregunte si le has sido infiel, responde desde ese personaje: no fallarás.
8. Si necesitas tiempo libre de cobertura, busca, como si tu vida dependiera de ello, la excusa para estar en un lugar donde nunca pudieras responder al móvil. Ya sea la sierra, o el cine con una amiga o lo que se te ocurra. Pero te hará falta: él puede llamar en cualquier momento, y mejor estar a cubierto.
9. Y nunca se te ocurre decirle que no tienes ganas. Es la manera más fácil que tienen para empezar a sospechar que estás viéndote con alguien. Dí siempre que sí.
10. Si necesitas salir de casa con ropa normal, ten a mano ropa sexy en otro lado. Ya sea bajo un asiento del coche, en el trastero o en el maletero junto a la rueda de repuesto. Y si él lo ve, dile que te tenías la esperanza de que llevara a TAL sitio y querías darle una sorpresa.
11. Nada más. Enfrentarte a tu cónyuge puede ser tan árduo como enfrentarse a un interrogatorio del FBI, pero si hasta los criminales se libran, ¿por qué tú no?
¡Ánimo, fuerza y esperanza! Y si te ves en una situación especialmente comprometida que requiera una norma específica que no haya sido reflejada aquí, no dudes en enviarme un mensaje. Tengo experiencia...
lo que hacia falta, es lo mejor que he leido
