Apreciadas compañeras.
Haciendo gala siempre de mi inquietud por aprender y aprehender, líneas más abajo me gustaría compartir con todos, especialmente vosotras (las mejores profesoras), cómo empezar un acto sexual sin igual (dirigido obviamente al sexo femenino).
Sin más dilación os comentaré como suelo hacerle el sexo oral a mi novia y espero que alguna de vosotras me dé algún consejo y experiencia para mejorar mi técnica. Espero que os gusta (ya lo comenté con una de vosotras y quiero que se sepa que le estoy muy agradecido por sus comentarios).
Así pues, allí va...
Considero, según mi modesta opinión, que el acto por el cual me centro en las partes más dulces de una mujer es el más importante a la hora de practicar sexo. Por ello, es el único momento que me gusta que la habitación donde estemos se encuentre oscura o semioscura (con un único rayo de luz natural, ya sea del sol, como de la luna) y, así, que mi novia y yo sólo nos concentremos en lo que estamos haciendo; ella en disfrutar y yo en hacerla disfrutar. Así, pues, en la oscuridad la desnudo dejándo como única prenda sus siempre braguitas sexys... Digo que se estire, se relaje y poco a poco, con voz relajante y profunda, la acaricio, pero sólo con la punta de las llemas de mis temblorosos dedos. Recorro todo su cuerpo, de la cabeza hasta los pies, olvidándome de la zona que posteriormente deberé trabajar... Es imprescindible realizar este ejercicio hasta que se le quede la piel de gallina y, en este punto, se deben sustituir los dedos por la lengua. Empiezo por detras de las orejas, la nuca, el cuello, los senos (centrándome considerablemente en ellos y admirando su belleza...), sigo bajando, hasta encontrarme con su ombligo, el vientre, sigo, bajo sus muslos, primero uno y después el otro. Recorro un muslo a otro, sin apenas tocar su parte que cada vez está más mojada, sólo siente mi aliento... Ahora recorro sus ingles, apartando un poquito el forro de sus braguitas... Sigo con sus ingles, de arriba a bajo y, al mismo tiempo, mis manos recorren sus senos, su cadera y su zona lumbar... Cojo un cojín y se lo coloco debajo de la zona lumbar, de forma que su cuerpo quede arqueado para que en una futura penetración con mi lengua y mis dedos sea más placentera y se estimule vuestro punto g. Ella no aguanta más y me coge de la cabeza, forzándome a que una vez por todas me centre en su bonito y depilado pubis. Comienza el momento de mayor atención. Coloco sus piernas por encima de mi espalda, para que esté más cómoda. Con mi lengua intento alcanzar su ojete, para luego subir hasta por encima de su clítoris, recorriendo con mucha dulcura y suavidad todo el recorrido. Así unas cuantas veces, de arriba a bajo, recorriendo sus labios, besándolos. Ahora me centro en su vajina y meto mi lengua y la muevo a semejanza de un pene, mientras mis manos pellizcan sus senos. Ella gime, yo me excito como nunca. Subo a su clítoris, pero no lo toco de momento, sólo lo rodeo con mi lengua, movimientos circulares que poco a poco se hacen más pequeños hasta que llegan a tocar vuestro punto mágico y ella, al tocarlo, arquea su espalda. Ahora es el momento de combinar movimientos rápidos y suaves, controlando que ella no se corra, ya que todavía queda mucho por hacer... Poco a poco, toda su zona genital va quedando empapada, momento en el cual aparecen mis dedos... Suavemente, sin dejar de lamerle el clítoris, voy introduciendo un dedo por su vagina, buscando su punto g (entrando a "menos diez") y rozándoselo. En este momento ella llega al cielo y le encanta morderse un dedo para evitar gritar... El ambiente coge intensidad y con ritmo no paro ni con mi lengua ni con mis dedos, hasta que ella eyacula con toda tranquilidad y sinceridad... Es el momento en que ella se relaja, extiende los brazos como extasiada y me pide más... pero ahora como si fuere a cámara lenta... Aprovecho todo su jugo para recorrer todos sus genitales desde el clítoris hasta su ano. Lo empapo todo bien. En este momento, es posible que ella ya no se entere de nada, está perdida en otro mundo... Yo sigo con mi lengua en su clítoris, frotándolo tan suave como si se fuere a romper. En este momento, cualquier movimiento brusco puede estropear el climax de una mujer. Me concentro un buen rato en su clítoris, mientras que mis dedos ya han dejado de jugar con su vajina para centrarse en su culo. Poco a poco intento dilatarle el ano... Introduciéndole poco a poco el dedo... Ella se va recuperando. Ya está de nuevo en plena forma y pide ahora que le folle sin parar. No obstante, consigo no caer en esa suculenta oferta para terminar mi juego... Con un dedo en su culo, destino otro en su vajina e intento que ambos dedos se conecten, sólo les separa una pared. Empiezo a friccionar ambos dedos con intensidad, ella se vuelve loca, se saca el cojín de la zona lumbar y se tapa la cara con el mismo, estremeciéndose y volviéndose a correr. Es el momento, en el cual se acaban los juegos preliminares, le quito las bragas de una vez por todas y comenzamos a galopar suavemente...
Si queréis más detalles, escribir en el foro y si quereis saber más cosas de mi (más experiencias y técnicas) escribirme un privado.
Nos vemos.