Primero, somos una pareja madura, más de 25 años juntos, nos amamos, él es muy lindo, buen padre, excelente esposo, no hay queja.
Sin embargo desde siempre, mi poco apetito sexual, no sé, pero aùn siquiendo los consejos de mi doctora y con algunos medicamentos, no me excito, mi esposo se frustra y yo tambien por no poder complacerlo, cabe decir, que esto nos ha traido algunas discuciones fuertes y molestas, decir una vez por semana es mucho.
Hace unos años, no sé aprox, 15, me llegó con un consolador, no funcionó su estrategia, llegaron otros y nada, no me atrae la idea, sin embargo, durante los juegos, se me ocurrió la idea de usarlo, pero... con él!!!!!, total, así terminaba pronto y a dormir, pero a él no le entusiasmó la idea, algunos dias pasaron y por fin lo convencí, sin embargo, no me agradó que el gozara siendo penetrado y creo que a pesar de que él lo gozó, la cruda moral le pesaba, terminé deshaciéndome del dichoso juguete.
Pasaron los años y la misma situación, poco sexo... Una noche, me imagino que desesperado y sin poder conciliar el sueño, me dijo, perdoname mija, pero esto está cada vez peor, pasan dias y semanas y nada, no me gust masturbarme, y no me interesa andar de vago con otras mujeres, te amo y te respeto, no me quiero exponer a enamorarme y que todo se vaya al caño, que podemos hacer???
No sé fué mi respuesta, como siempre, que te parece si nos esforzamos un poquito más, bien vale la pena, no? me respondió.
Que sugieres? le pregunté.
Te acuerdas de la vez en me me penetraste con aquel juguete que traje?me contestó.
Si, le dije, valla que lo gozaste, terminaste muy rápido.
Ese es el punto me dijo, me dá pena, pero voy a comprar uno y me lo juegas, a lo mejor te animas y lo usamos los dos, total que para no hacerles el cuento más largo, lo compró y yo lo penetro, le encanta y claro que fantasea con que es un hombre quien lo está culeando, pero estoy segura que son solo fantasias.Al principio me sentía mal haciendoselo y creo que tambien él, sin embargo ahora lo goza creo que más que yo, ya me acostumbré a que, eso sí de vez en cuando, le doy para sus chicles, lo quiero y es mucho mejor que sea yo quien lo ayuda, a que pueda ser otra mujer o peor aùn otro hombre
Nuestra vida sexual a mejorado en base a eso, mayor apertura y tambien porqué no, a darle un gustito a él.
Ya compró uno más grande, tanto que a mí me lastima, pero él ya le entra con facilidad, de esto ya pasaron algunos años y seguimos juntos.
Esto lo escribo como comentario para las amigas que no les ha caido el veinte, claro si están en un caso como el mío, si son ellos los volteados, pues es otra cosa,